El presidente de Kutxabank, Mario Fernández, considera que el Banco Central Europeo (BCE) es "el único instrumento con capacidad de actuación a corto plazo" y debería "aumentar su protagonismo" en la resolución de la crisis, "utilizando todo el potencial a su disposición, estabilizando los mercados de deuda como primer elemento que precisa ser abordado con urgencia". Fernández ha hecho estas afirmaciones en la clausura del curso de verano de la UPV/EHU 'Reformas estructurales de la economía: crecimiento e inversión en un entorno de austeridad', en San Sebastián, donde ha incidido en el momento económico "extremadamente complicado" que se está atravesando, marcado por la "incertidumbre y desconfianza que se ha generalizado hasta poner en riesgo la estabilidad financiera internacional y no sólo de la Eurozona". En su intervención, ha recordado que la incidencia de la crisis "no está siendo uniforme" ya que la Unión Europea se compone de 27 estados miembros "con realidades y situaciones dispares tanto en campo económico, como en el político e institucional" y que la economía española se halla en el grupo "de las más afectadas por la ola recesiva y por el cierre de los mercados de financiación".
El presidente de Kutxabank ha señalado que el proceso de reconversión de las cajas de ahorros en sociedades anónimas surge "tras escrutar a todo el sector por el mismo rasero, habiéndose penalizado a todas por igual, sin distingo sobre la gestión habida en cada caso, cuando las diferencias existían y, por cierto, eran muy acusadas" porque no todas ellas estaban, en su opinión, mal gestionadas. Asimismo, ha considerado que "algunos elementos esenciales" de las reformas acometidas por el Gobierno central están logrando "justo los efectos contrarios a los que justifican su propia puesta en marcha" ya que, según ha afirmado, "las políticas internas destinadas al saneamiento del sistema financiero español, se han mostrado insuficientes para ganar la confianza de los mercados".
"EFECTOS EFIMEROS" Fernández ha destacado que, pese a la solicitud formal del inicio de las labores de rescate para el sistema bancario, "los efectos de estabilización de los mercados han sido efímeros y los diferenciales de riesgo se mantienen de forma obstinada en niveles no sostenibles a medio plazo".
En esa línea, se ha referido al proceso para la selección de los grupos bancarios que no estará terminado hasta septiembre y ha asegurado que "todo lo que sea restar incertidumbre ha de ser considerado positivamente y prolongar los procesos de estimación de necesidades no va precisamente en esa línea".
El presidente de Kutxabank ha señalado que, pese a medidas extraordinarias del BCE, "la combinación de las subastas de liquidez, los cambios en el marco regulatorio y las necesidades de capitalización del sistema, se traducen en aumentos de compra de deuda pública por parte de la banca española e italiana principalmente, sin apenas incidencia en la dinamización del crédito". "Se logran por tanto efectos distintos a los deseados, reforzando el vínculo entre deuda soberana y bancaria, y la recapitalización directa de las entidades por parte del ESM podría ser la salida para romper este círculo diabólico", ha considerado. Por otro lado, ha planteado que "no todos los sistemas financieros europeos estén siendo escrutados con el mismo rasero" y ha destacado que la situación del sistema financiero alemán, por ejemplo, "no es mejor que la española en determinados parámetros, mientras que el nivel de exigencia de los mercados y el marco regulatorio aplicable en uno y otro caso no es totalmente coincidente". Por ello, ha apostado por avanzar "hacia una homogeneización de tales condiciones".
"BUENA LINEA" Mario Fernández ha expresado que los acuerdos adoptados en el último consejo Europeo "van en la buena línea" para la conformación de un nuevo orden financiero internacional y español, al tiempo que ha considerado que "la insostenibilidad a medio plazo de los niveles en el coste de financiación en los mercados alcanzados por países como Italia o España, hace imperativo el acuerdo político para proceder a hacer reformas de calado que modifiquen la situación preexistente y sienten las bases de un nuevo orden". De este modo, ha explicado que "se apunta hacia una mayor integración financiera en términos de Unión bancaria, completada por una Unión económica, fiscal e incluso avances en la Unión política".
Tras considerar que la concreción del MOU (Memoramdum del Acuerdo) resultará "decisiva" para la banca española y para "retomar la senda de recuperación de los grandes equilibrios", el presidente de Kutxabank ha insistido en la necesidad de "avances en el fortalecimiento de la gobernanza europea, cediendo soberanía al marco supranacional y la consecución de mayores niveles de integración europea en todos los ámbitos". "En suma, a medio plazo se precisa apostar por la colaboración y el entendimiento entre las visiones contrapuestas de los países centrales y los denominados periféricos, admitiendo un mayor nivel de inflación y mutualización de la deuda por los primeros a cambio de mayor austeridad y menor soberanía nacional por los segundos", ha concluido
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