EE.UU. creció entre abril y junio a un ritmo menor que en el trimestre anterior
pero mayor que lo esperado por los analistas, lo que envió una señal positiva a los mercados, que
reaccionaron al alza en la apertura.
La primera economía mundial avanzó a un ritmo anual del 1,5% en el segundo trimestre, tras crecer un
2% entre enero y marzo, según el primero de los tres cálculos del Producto Interior Bruto (PIB)
divulgado hoy por el Departamento de Comercio.
El informe, que ajustó varias cifras de períodos anteriores, mostró que en el último trimestre de 2011
la mayor economía global creció a un ritmo del 4,1%, el más alto en casi seis años, lo que contrasta
con la lenta actividad económica de la primera mitad de 2012.
Los datos perjudican la campaña electoral del presidente Barack Obama ya que, como muestran
todas las encuestas de opinión, la economía sigue siendo la mayor preocupación de los votantes
pese a haber crecido durante doce meses consecutivos.
Una encuesta divulgada esta semana por el diario The Wall Street Journal y la cadena NBC de
televisión mostró que la situación económica es, además, la única en la que la mayoría de los
posibles votantes tiene una opinión más favorable sobre el presunto candidato presidencial
republicano Mitt Romney.
Pero los mercados financieros reaccionaron positivamente esta mañana al informe del gobierno, ya
que la mayoría de los analistas había calculado un ritmo de incremento del PIB del 1,2% anual entre
abril y junio.
En ese trimestre, la combinación de la crisis en Europa -que siembra incertidumbre entre los
consumidores estadounidenses- y la persistencia de una tasa de desempleo que ha estado por
encima del 8% durante cuarenta y un meses consecutivos, desaceleró el crecimiento en EEUU.
El gasto de los consumidores, que representa casi el 70% del PIB en EEUU, creció en el segundo
trimestre un 1,5%, comparado con un aumento del 2,2% en el trimestre anterior.
Mientras tanto la inflación, medida por el índice de precios en gastos de consumo, fue del 1,6% entre
abril y junio comparado con un aumento de precios del 2,4% en el trimestre anterior.
La Reserva Federal, que dirige la política monetaria y tiene como una de sus principales misiones el
control de la inflación, presta gran atención a este indicador de los precios y considera razonable y
saludable una tasa de inflación entre el 1% y el 2%.
El hecho de que la inflación sea muy moderada mantiene abiertas para la Reserva las posibilidades
de seguir aplicando, y aún de intensificar, sus intervenciones de estímulo económico que han
inyectado billones de dólares en la economía desde que comenzó la recesión en diciembre de 2007.
La recesión más profunda y prolongada en EEUU en casi ocho décadas concluyó, oficialmente, en
junio de 2009 pero el ritmo de reactivación no ha permitido una disminución sustancial del desempleo.
Numerosos analistas creen que la Reserva Federal aplicará otra dosis de estímulo ya sea en la
próxima reunión del 31 de julio al 1 de agosto, o la siguiente el 12 y 13 de septiembre, tras la cual
actualizará sus proyecciones económicas.
Tras su reunión a fin de junio, la Reserva calculó que este año el PIB de EEUU crecerá entre un 1,9% y
un 2,4%.
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