miércoles, 19 de septiembre de 2012

Cinco fatídicas predicciones, una por cada año que cumple hoy la crisis

Europa finaliza la sesión del jueves con subidas del 0,25% de media Hoy, 9 de agosto de 2012, se cumplen para muchos cinco años del inicio de la crisis financiera. Aunque la quiebra de Lehman Brothers aquel 15 de septiembre de hace cuatro años es la fecha que ha quedado grabada en el imaginario colectivo, unos 11 meses antes, el 9 de agosto de 2007, fue el día en el que el banco de inversión francés BNP Paribas suspendió los pagos de varios de sus fondos porque era incapaz de cuantificar el valor de los activos vinculados a las entonces casi desconocidas hipotecas subprime estadounidenses. 
La entidad gala alegó una “completa evaporación de la liquidez”. “Entonces, para los ajenos al mundo financiero era difícil ver los riesgos que esto suponía para la economía mundial. Hizo falta un año, hasta la quiebra de Lehman Brothers, para demostrarlo”, recuerda la editora de Economía de la BBC, Stephanie Flanders. “Es duro saber que hace ya cinco años el mundo financiero comenzó a ser consciente de la magnitud de los problemas que se convertirían en la banda sonora de nuestras vidas durante un lustro”, rememora Jim Reid, de Deutsche Bank, en The Telegraph. 
La crisis hipotecaria de las subprime ha tenido cinco años para convertirse en colapso financiero primero, debacle soberana después, y recesión económica global en general, pasando además por un crash bursátil sin precedentes en la historia de las Bolsas mundiales. Aquel 9 de agosto de hace cinco años, el Ibex 35 cerraba la sesión en los 14.838,30 puntos y, aunque hoy vale menos de la mitad, unos 7.000 puntos, la apreciación general es que con todo lo que ha sucedido en estos más de 1.800 días, “bastante bien estamos”. De hecho, cuando la crisis financiera aterrizó en Europa, e Inglaterra, Alemania o Francia se vieron obligadas a rescatar a algunos de sus principales bancos, el pánico que se desató en las Bolsas del Viejo Continente fue lo más parecido a una hecatombe que se había vivido desde los atentados del 11 de septiembre en Nueva York y, aún así, los índices se han recuperado con bastante dignidad y “el final del sistema capitalista”, como mucho creyeron ver, no se ha producido. Sin embargo, hoy en día, con el rescate total de hasta tres países de la Zona Euro a las espaldas, y el del sistema financiero al completo de España a punto de activarse, aquellos acontecimientos se recuerdan casi como anecdóticos. “Incluso los más pesimistas fueron incapaces de pronosticar que cinco años después, el Reino Unido seguiría luchando por salir a la crisis a mediados de 2012”, advierte Flanders, que usa su propia experiencia vital para explicar dónde estamos un lustro después: “Mi hija nació pocas semanas después de la quiebra de Lehman Brothers. Entonces, todo el mundo me decía: ‘Se ha perdido la gran historia por poco’. Ahora va a empezar el colegio y ‘la gran historia’ es aún más fuerte. Por desgracia”. Jamil Baz, estrategia jefe de inversión del hedge fund GLG, sentencia en The Guardian: “Estamos peor que cuando todo esto empezó”. Explica Baz que la deuda total, esto es, de Gobiernos, sector inmobiliario, bancos y empresas, es más elevada que en 2007 en 11 economías que están bajo el microscopio de los mercados: Canadá, Alemania, Grecia, Francia, Irlanda, Italia, Japón, España, Portugal, Reino Unido y Estados Unidos. Así, Baz ha elaborado cinco fatídicas predicciones para el diario británico: 
1. “Todas las desagradables percepciones de los últimos años no son más que un entrenamiento para una crisis mayor que está por venir, porque la necesidad de reducir los niveles de deuda persisten. 
2. La historia nos dice que la deuda no se puede reducir en más de 10 puntos porcentuales del PIB al año sin causar disturbios sociales, lo que sugiere que hacen falta un mínimo de entre 15 y 20 años para alcanzar condiciones de crecimiento saludables. 
3. El impacto de reducir la deuda será masivo, porque cuando los gastos se reducen tienen un efecto multiplicador. 
4. Los precios de las acciones están ahora demasiado elevados, ya que los beneficios de las empresas aún serán más castigados. 
5. No hay una varita mágica. Los tipos de interés ya están por los suelos e, incluso un aumento manipulado de la inflación no ayudaría, porque las rentabilidades de los bonos subirían y, en cualquier caso, mucha deuda gubernamental está referenciada a la inflación”. 
Cinco años después los veranos siguen siendo de todo menos sinónimo de relajación y vacaciones. Al de las subprime en 2007, le siguió el de las históricas quiebras de los símbolos del capitalismo estadounidense en 2008, y después llegaron los rescates de los países periféricos de la Zona Euro. El año pasado, los líderes europeos alteraban sus vacaciones para salvar por segunda vez a Grecia y, en pleno agosto de 2012, el debate ya no es si habrá o no que ayudar a España e Italia, sino cuándo y cómo habrá que hacerlo. Sin embargo, “las Bolsas son expectativas, así que si los inversores están positivos (mientras se mantenga la expectativa de mayores estímulos hay gasolina para subir), el rally continuará aunque no haya hechos tangibles”, comentaban esta mañana los expertos de Bankinter. Hoy las principales plazas europeas han cerrado con subidas del 0,25% de media. El Ibex 35 se ha dejado un 0,56%, hasta los 7.110,2 puntos. María Gómez

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