miércoles, 30 de septiembre de 2015

Países emergentes FMI alerta sobre crecimiento de deuda

El Fondo Monetario Internacional (FMI) alertó sobre el impacto desestabilizador de un aumento de las tasas de interés de Estados Unidos sobre el endeudamiento del sector privado de los países emergentes.

Un informe del FMI dice que en la última década muchos inversores abandonaron los países desarrollados de tasas de interés de casi cero y se orientaron a los países emergentes que eran más rentables. Esos flujos permitieron a las empresas de esos países, especialmente a las no financieras, endeudarse fuertemente.

Entre 2003 y 2014 sus deudas casi que se cuadriplicaron al saltar de 4.000 a 18.000 millones de dólares, dice ese informe.

"El nivel de endeudamiento de las empresas de mercados emergentes aumentó, especialmente en la construcción, petróleo y gas, debido a las bajas tasas de interés de las economías avanzadas", dijo./ AFP.

martes, 29 de septiembre de 2015

El riesgo de recesión es la nueva exportación de China

¿Es probable una recesión económica global? Si es así, ¿qué podría provocarla? Willem Buiter, economista principal de Citi y antiguo autor del blog Maverecon del Financial Times, responde estas preguntas con las siguientes respuestas: "Sí” y "China”. Su caso es plausible. Esto no quiere decir que debamos esperar una recesión. Pero deberíamos considerar la posibilidad de que podría ocurrir.
Buiter no anticipa que la producción mundial baje. La idea es más bien que se presente una "recesión del crecimiento”, un periodo de crecimiento muy por debajo de la tasa potencial de alrededor del 3%. Sería posible imaginarse un 2% o menos. Buiter estima que la probabilidad de un resultado como éste es de un 40%.
Su escenario comenzaría con China. Como muchos, él cree que las estadísticas oficiales han exagerado el crecimiento de China y que puede que sea tan bajo como un 4%. Esto es plausible, aunque no sea universalmente aceptado.
Puede ser peor
Y la situación puede empeorar. En primer lugar, una participación de inversión del 46% del producto interno bruto (PIB) sería excesiva en una economía con un crecimiento del 7%, y mucho más en una que estuviera creciendo en un 4%. En segundo lugar, una enorme expansión de la deuda, a menudo de dudosa calidad, acompañó a esta excesiva inversión. Sin embargo, mantener la inversión en estos niveles requeriría mucho más endeudamiento.
Por último, el gobierno central, dotado de un sólido balance, pudiera estar reacio a compensar una desaceleración de la inversión, mientras que la participación doméstica en términos de ingreso y consumo nacionales en el PIB es demasiado baja para hacerlo.
Supongamos, entonces, que la inversión se reduzca drásticamente a la vez que las limitaciones de la demanda y del balance aumenten. ¿Cuáles serían los efectos sobre la economía mundial?
Un efecto sería una disminución de las importaciones de bienes de capital. Debido a que cerca de un tercio de la inversión mundial (a precios del mercado) se concreta en China, el impacto podría ser de gran magnitud. Japón, Corea del Sur y Alemania se verían negativamente afectados.
Un efecto de mayor importancia es el comercio de productos básicos. Los precios de las materias primas cayeron, pero aún están lejos de alcanzar su más bajo nivel en términos históricos. Incluso con los precios actuales, los exportadores de materias primas están sufriendo las consecuencias. Entre ellos están países como Australia, Brasil, Canadá, los Estados del Golfo, Kazajistán, Rusia y Venezuela. Mientras tanto, los importadores netos de materias primas, como India y la mayoría de los países europeos, disfrutan las ganancias.
Finanzas afectadas
Las sacudidas en el comercio interactúan con las finanzas. Un sinnúmero de empresas afectadas están profundamente endeudadas. Las tensiones financieras resultantes fuerzan la imposición de recortes en los préstamos y en el gasto sobre ellas, lo cual directamente debilita las economías. Los cambios en las condiciones financieras agravan tales presiones. Entre las más relevantes se encuentran las fluctuaciones en las tasas de interés y en los tipos de cambio, y los cambios en la solidez percibida de los prestatarios, incluyendo los gobiernos. Los cambios tanto en los flujos de capital y en las primas de riesgo como en las políticas de los bancos centrales importantes exacerban las tensiones. En la actualidad, el cambio más importante sería una decisión de la Reserva Federal de EEUU (Fed) de elevar las tasas de interés.
Tal y como Warren Buffett dijo: "Tú sólo sabes quién está nadando desnudo cuando baja la marea”. Según el Banco de Pagos Internacionales (BPI), el crédito a prestatarios no bancarios fuera de EEUU totalizó 9,6 billones de dólares a finales de marzo. Un dólar fuerte ocasiona que cualquier descalce de monedas sea costoso. Los descalces pueden comenzar en los balances de corporaciones que no sean financieras. Pero el impacto se transmite a los bancos y a los gobiernos a través de sus pérdidas. Por lo tanto, revertir las carry trades (operaciones de acarreo), financiadas con préstamos baratos, pudiera sembrar el caos.
Un cambio visible es una disminución de las reservas de divisas extranjeras, impulsada por el deterioro en los términos de intercambio, la fuga de capitales y el retiro de las entradas de capital anteriores. Esto puede ocasionar un "endurecimiento cuantitativo”, a medida que los bancos centrales venden sus tenencias de bonos seguros a más largo plazo.
Ésta es una de las formas en que las sacudidas pueden transmitirse a los países de altos ingresos, incluso a EEUU. Pero esto también depende de lo que los titulares de los fondos retirados hagan con ellos y de las políticas de los bancos centrales afectados.
Lo que experimentaríamos, entonces, sería una serie de vínculos reales y financieros: una disminución de la inversión y de la producción en China; un debilitamiento de las economías que dependen de las compras de ese país o de los precios fijados por sus compras; y reversiones de las operaciones de carry trade, así como variaciones en los tipos de cambio y en las primas de riesgo que ejercen presión sobre los balances.
Moneda flotante
Pero, ¿cómo pudieran responder los responsables de establecer las políticas? China seguramente permitirá que su moneda flote en vez de seguir perdiendo reservas, sobre todo porque las reservas utilizables son menores que las cifras generales, las cuales incluyen inversiones en infraestructura en África y en otros lugares que no se puede vender rápidamente.
El espacio normativo de otras economías emergentes es mayor que en el pasado, pero no es ilimitado. Se verán obligadas a adaptarse a las sacudidas en lugar de oponerse a ellas.
Mientras tanto, las opciones en los países de altos ingresos son limitadas: la política ha eliminado casi universalmente la expansión fiscal; las tasas de intervención de los bancos centrales están cerca de cero; y, en numerosas economías de altos ingresos, el apalancamiento privado sigue siendo muy alto.
Si la desaceleración fuera moderada, no habría que hacer mucho. La mejor respuesta a una gran desaceleración pudiera ser el helicopter money (dinero helicóptero), creado por el banco central para estimular el gasto. Sin embargo, el uso de este recurso parece bastante improbable.
En resumen, un escenario de recesión de crecimiento global "hecho en China” es perfectamente plausible. Si llegara a suceder, una decisión de la Fed de realizar ajustes actualmente sería considerada completamente insensata. No estamos hablando de la clase de desastre que acompaña a una crisis financiera mundial. Pero la economía mundial seguirá siendo vulnerable ante la adversidad hasta que China haya completado su transición a un patrón más equilibrado de crecimiento, y hasta que las economías de altos ingresos se hayan recuperado de sus crisis. Esa realidad todavía se encuentra muy lejana.
(c) 2015 The Financial Times Ltd. All rights reserved.

¿Soy buen padre? No me pregunten a mí ni a UBS

¿Soy buen padre? La semana pasada los lectores en línea del Financial Times, Bloomberg y el Wall Street Journal, fueron acosados por esta pregunta en un sobresaliente anuncio pagado por UBS. Al mirarlo se me ocurrieron dos preguntas más: a) ¿desde cuándo le incumbe esto a un banco? y b) ¿qué pasó con las madres?
"Para algunas de las preguntas difíciles de la vida usted no está solo. Juntos podemos encontrar la respuesta”, siguió diciendo el anuncio.
Entonces hice clic, y resulta que el banco ya encontró la respuesta. El secreto de ser buen padre consiste en entregarle su dinero a UBS. "Le podemos... ayudar a planificar el futuro, y proporcionar la vida que usted quiere para sus seres queridos”.
Esto plantea una pregunta más: si el descaro y la insinceridad funcionan como estrategia de mercadeo. Medité sobre esto por un rato, pero perdí el interés y regresé a la página web del Financial Times (FT). Ahí estaba la pregunta de nuevo. ¿Soy buen padre? ¿Y soy buena madre?
Pudiera parecer extraño dado que yo haya tenido 24 años para considerar el tema, pero hasta ahora haya evitado hacerme esta pregunta. Esto se debe en parte al inútil sentido de culpabilidad que la acompaña, pero también es porque tengo cuatro hijos, quienes han necesitado cosas muy diferentes de mí en momentos diferentes. Algunas de estas cosas -como pedacitos de pescado frito e irse a la cama temprano- han sido fáciles de dar. Otras han sido mucho más difíciles. A veces las cosas van según lo planeado. Con más frecuencia, no.
Sin embargo, el evadir la pregunta se debe principalmente a que no sé lo que quiere decir ser buen padre o madre. ¿Cuál es el estándar? ¿Soy mejor madre que mi amiga que consiente todos los caprichos de sus hijos? ¿Soy peor que la que se aseguró que sus hijos pudieran hablar tres idiomas, conocieran todas las leyendas griegas y ganaran medallas de gimnasia a la edad de ocho? ¿Cuál de nosotras es mejor? ¿Y quién es el árbitro?
Cálculos difíciles
Calcular si uno es bueno en algo es bastante sencillo generalmente. ¿Soy buena columnista? Puedo contar lectores y medir sus reacciones. ¿Soy buena cocinera? La respuesta se encuentra en mi plato estrella, pasta sobrecocida con salchichas. ¿Pero soy buena madre? La respuesta a esta pregunta tan importante me elude.
Por eso hice lo que siempre hago en caso de duda. Me dirigí a mis colegas y les envié un correo electrónico preguntándoles si ellos se consideraban buenos padres y, si la respuesta era sí, por qué.
La primera respuesta fue el silencio. O los periodistas del FT se han cansado de este tipo de preguntas de parte mía, o estaban tan perplejos como yo. De los 40 que contestaron, casi todos eran hombres (evidentemente las mujeres que trabajan prefieren no acercase a este particular terreno minado) y casi todos dieron la misma respuesta: sí.
Sus razones cayeron de forma nítida en tres grupos. El primer grupo midió el éxito en términos del proceso, lo que ellos aportaban. Eran buenos padres porque hacían dinosaurios de origami para niños de tres años. O porque habían dejado con firmeza el golf y el alcohol en exceso.
El problema aquí es que no hay un consenso sobre lo que debería ser el proceso. ¿Puedes ser buen padre con un hándicap de golf de un dígito? ¿Puedes serlo y no tener idea de cómo doblar una hoja de papel de colores? No veo por qué no.
El siguiente juego de respuestas se dirigió al resultado, tratando al niño como producto. Muchos colegas dijeron que eran buenos padres porque sus chicos habían salido bien. Pero esto es menos convincente.
Algunos niños nacieron con una predisposición a salir bien. Otros no tanto.
El tercer grupo veía al niño no como producto sino como cliente. Un colega le preguntó a su hijo si estaba satisfecho con su manera de criarlo, y él hijo dijo que sí. El hecho de que le acababa de prometer FIFA 2016 para Navidad, mi colega me aseguró, no tenía nada que ver.
Los jueces
Posiblemente los hijos son mejores jueces de sus padres mientras más maduran y tienen sus propios hijos. Un colega dijo que sabía que él era buen padre porque sus hijos ya crecidos disfrutaban estar con él lo suficiente para ir de vacaciones juntos. Aún así, no creo que ésta sea la respuesta. ¿Fueron buenos mis padres? Yo quiero decir: sí, fueron maravillosos.
Pero nunca insistieron en que haga mi tarea y me dejaron andar por Londres sola desde una temprana edad, algo que hoy día provocaría una visita de servicios sociales. En todo caso, no debo confiar en mi respuesta porque aquellos fueron tiempos diferentes; porque la memoria no es confiable; porque el amor empaña el juicio y porque no tengo ningún punto de comparación.
En última instancia, ser padre no es como cocinar. No hay un proceso aceptado, ni tampoco ningún producto o cliente. La pregunta que hace UBS no tiene sentido. Como dijo un colega, escribiendo en sólo 13 palabras lo que yo he luchado por decir en 850: "Es una obra de amor; ser bueno o malo no figura en esto”.
(c) 2015 The Financial Times Ltd. All rights reserved.

FMI Augura años duros por materias primas

El Fondo Monetario Internacional (FMI) augura "años de dificultades" para los países exportadores de materias primas, según un informe publicado ayer "Las economías exportadores de materias primas atraviesan un difícil momento de transición", dice el informe.

La ralentización económica de China, voraz consumidor de materias primas, agravó la tendencia mundial hacia la caída de precios, especialmente el del petróleo, que se desató en los últimos tres años.

En consecuencia, los países exportadores en África, Medio Oriente y América del Sur sufrirán "considerablemente" un menor ritmo de crecimiento que debería prolongarse en los próximos años, dice el informe.

Los magros precios de las materias primas podrían costar anualmente la pérdida de "un punto porcentual" de la tasa de crecimiento de países exportadores hasta el año 2017, añade

viernes, 25 de septiembre de 2015

China promete mantener el valor de su moneda

El presidente chino Xi Jinping prometió que China ya no depreciará el yuan únicamente para sostener las exportaciones de su país.

La devaluación del yuan en agosto, que sacudió los mercados internacionales, "tuvo un éxito inicial al corregir la desviación de las tasas de cambio", indicó durante un discurso ante empresarios en Seattle (oeste de EEUU), donde inició una visita oficial a Estados Unidos.

"Dada la situación económica y financiera interna y en el extranjero, no hay una base para continuar con la depreciación del yuan", sostuvo.

"Estamos en contra de la depreciación competitiva o de una guerra de divisas. No bajaremos la tasa de cambio del yuan para sostener las exportaciones", añadió.

martes, 22 de septiembre de 2015

Riesgo de recesión es la nueva exportación de China

¿Es probable una recesión económica global? Si es así, ¿qué pudiera provocarla? Willem Buiter, economista principal de Citi y antiguo autor del blog Maverecon del Financial Times, responde estas preguntas con las siguientes respuestas: "Sí" y "China". Su caso es plausible. Esto no quiere decir que debamos esperar una recesión. Pero deberíamos considerar la posibilidad de que pudiera ocurrir.

Buiter no anticipa que la producción mundial disminuya. La idea es más bien que se presente una "recesión del crecimiento", un período de crecimiento muy por debajo de la tasa potencial de alrededor del 3 por ciento. Sería posible imaginarse un 2 por ciento o menos. Buiter estima que la probabilidad de un resultado como éste es de un 40 por ciento.

Su escenario comenzaría con China. Como muchos otros, él cree que las estadísticas oficiales han exagerado el crecimiento de China y que puede que sea tan bajo como un 4 por ciento. Esto es plausible, aunque no sea universalmente aceptado.

Y la situación pudiera empeorar todavía más. En primer lugar, una participación de inversión del 46 por ciento del producto interno bruto (PIB) sería excesiva en una economía con un crecimiento del 7 por ciento, y mucho más en una que estuviera creciendo en un 4 por ciento. En segundo lugar, una enorme expansión de la deuda, a menudo de dudosa calidad, ha acompañado a esta excesiva inversión. Sin embargo, mantener la inversión en estos niveles requeriría mucho más endeudamiento. Por último, el Gobierno central, dotado de un sólido balance, pudiera estar reacio a compensar una desaceleración de la inversión, mientras que la participación doméstica en términos de ingreso y consumo nacionales en el PIB es demasiado baja para hacerlo.

Supongamos, entonces, que la inversión se redujera drásticamente a la vez que las limitaciones de la demanda y del balance aumentaran. ¿Cuáles pudieran ser los efectos sobre la economía mundial?

Un efecto sería una disminución de las importaciones de bienes de capital. Debido a que alrededor de un tercio de la inversión mundial (a precios del mercado) se lleva a cabo en China, el impacto pudiera ser de gran magnitud. Japón, Corea del Sur y Alemania se verían negativamente afectados.

Un efecto de mayor importancia es el comercio de productos básicos. Los precios de las materias primas han caído, pero aún están lejos de haber alcanzado su más bajo nivel en términos históricos. Incluso con los precios actuales, los exportadores de materias primas están sufriendo las consecuencias. Entre ellos se encuentran países como Australia, Brasil, Canadá, los Estados del Golfo, Kazajistán, Rusia y Venezuela. Mientras tanto, los importadores netos de materias primas, como India y la mayoría de los países europeos, están disfrutando las ganancias.

Las sacudidas en el comercio interaccionan con las finanzas. Un sinnúmero de empresas afectadas se encuentran profundamente endeudadas. Las tensiones financieras resultantes fuerzan la imposición de recortes en los préstamos y en el gasto sobre ellas, lo cual directamente debilita las economías. Los cambios en las condiciones financieras agravan tales presiones. Entre las más relevantes se encuentran las fluctuaciones en las tasas de interés y en los tipos de cambio, y los cambios en la solidez percibida de los prestatarios, incluyendo los gobiernos. Los cambios tanto en los flujos de capital y en las primas de riesgo como en las políticas de los bancos centrales importantes exacerban las tensiones. En la actualidad, el cambio más importante sería una decisión por parte de la Reserva Federal de Estados Unidos (FED) de elevar las tasas de interés.

Tal y como Warren Buffett lo dijo: "Tu sólo sabes quién está nadando desnudo cuando baja la marea". Según el Banco de Pagos Internacionales (BPI), el crédito a prestatarios no bancarios fuera de Estados Unidos totalizó 9,6 billones de dólares a finales de marzo. Un dólar fuerte ocasiona que cualquier descalce de monedas sea costoso. Los descalces pueden comenzar en los balances de corporaciones que no sean financieras. Pero el impacto se transmite a los bancos y a los gobiernos a través de sus pérdidas. Por lo tanto, revertir las “carry trades” (operaciones de acarreo), financiadas con préstamos baratos, pudiera sembrar el caos.

Un cambio visible es una disminución de las reservas de divisas extranjeras, impulsada por el deterioro en los términos de intercambio, la fuga de capitales y el retiro de las entradas de capital anteriores. Esto pudiera ocasionar un “endurecimiento cuantitativo”, a medida que los bancos centrales venden sus tenencias de bonos seguros a más largo plazo. Ésta es una de las formas en que las sacudidas pudieran transmitirse a los países de altos ingresos, incluso a Estados Unidos. Pero esto también depende de lo que los titulares de fondos retirados hagan con ellos y las políticas de los bancos centrales afectados.

Lo que pudiéramos experimentar, entonces, es una serie de vínculos reales y financieros: una disminución de la inversión y de la producción en China; un debilitamiento de las economías que dependen de las compras de ese país o de los precios fijados por sus compras; y reversiones de las operaciones de “carry trade”, así como variaciones en los tipos de cambio y en las primas de riesgo que ejercen presión sobre los balances.

Pero, ¿cómo pudieran responder los responsables de establecer las políticas? China seguramente permitirá que su moneda flote en lugar de seguir perdiendo reservas, sobre todo porque las reservas utilizables son menores que las cifras generales, que incluyen inversiones en infraestructura en África y lugares que no se puede vender rápidamente. El espacio normativo de otras economías emergentes es mayor que en el pasado, pero no ilimitado. Se verán obligadas a adaptarse a estas sacudidas en lugar de oponerse.

Mientras tanto, las opciones en los países de altos ingresos son limitadas: la política ha eliminado casi universalmente la expansión fiscal; las tasas de intervención de los bancos centrales están cerca de cero; y, en numerosas economías de altos ingresos, el apalancamiento privado sigue siendo muy alto. Si la desaceleración fuera moderada, no habría que hacer mucho. La mejor respuesta a una gran desaceleración pudiera ser el “helicopter money” (dinero helicóptero), creado por el banco central para estimular el gasto. Sin embargo, el uso de este recurso parece bastante improbable.

En resumen, un escenario de recesión de crecimiento global "hecho en China" es perfectamente plausible. Si llegara a suceder, una decisión de la FED de realizar ajustes actualmente sería considerada completamente insensata. No estamos hablando de la clase de desastre que acompaña a una crisis financiera mundial. Pero la economía mundial seguirá siendo vulnerable ante la adversidad hasta que China haya completado su transición a un patrón más equilibrado de crecimiento, y hasta que las economías de altos ingresos se hayan recuperado de sus crisis. Esa realidad todavía se encuentra muy lejana.

Crecimiento económico de Haití es "decepcionante", según Banco Mundial



El Banco Mundial (BM) lamentó "el crecimiento económico decepcionante" de Haití en las últimas cuatro décadas y llamó, en un informe publicado el martes, a la instauración de un contrato social entre el Estado y los ciudadanos para ayudar a los más pobres.

Según el BM, Haití tiene como ventajas su proximidad con el mercado estadounidense y tener una población fundamentalmente joven. Pero la pobreza endémica, los débiles ingresos fiscales y la muy fuerte concentración del sector privado son obstáculos que retrasan el desarrollo del país.

El informe de la organización internacional subraya que entre 1971 y 2013 el PIB por habitante bajó 0,7% anualmente en promedio en ese país, el más pobre del continente americano.

Actualmente el 60% del financiamiento del presupuesto nacional proviene de ayuda extranjera por lo que Haití "necesita una mayor fiscalidad pero el Estado debe administrar este dinero de manera eficaz y transparente", indicó Mary Barton-Dock, enviada especial del Banco Mundial, durante la presentación del informe.

Pero la aplicación de una política fiscal y social eficaz es complicada por la ausencia de datos estadísticos fiables.

"Todavía no sabemos cuántos haitianos viven en Haití", lamentó Barton-Dock, recordando que el último censo de la población se remonta a 2003.

La pobreza extrema ha disminuido a nivel nacional pero las condiciones de vida en el medio rural se deterioraron.

Tras una dura sequía este año, el BM espera ahora que el Producto Interior Bruto (PIB) crezca este ali solo 1,7%, contra el 2,5% previsto previamente.

El BM llamó a un aumento de la inversión privada en Haití, al tiempo que denunció la muy fuerte concentración de las empresas, lo que dificulta la apertura de los mercados.

"Las grandes familias que dominaban la economía en la época de (Jean-Claude) Duvalier, en los años 1970 y 1980, todavía conservan el control de amplias porciones de la economía nacional", indicó el informe.

Las economías de Colombia, Chile y Perú se muestran resistentes frente a los problemas regionales

Mientras que muchos países de América Latina están sumidos en las crisis, las reformas previas están dando sus frutos en otros.

América Latina está sitiada. Las exportaciones de productos básicos se han derrumbado, lo cual ha socavado las divisas, provocando la salida de capitales y alimentando la inflación. El nivel de vida ha caído en todo el continente y los políticos, por lo tanto, están bajo ataque. Sin embargo, aunque este cóctel se ha vuelto tóxico en algunos países, está siendo soportado relativamente bien por otros.

Argentina y Venezuela están sumidos en crisis o casi-crisis, pero siempre fueron, por decirlo educadamente, los volátiles.

Brasil, por desgracia, se acerca rápidamente a la toxicidad ya que la rebaja de su nota crediticia viene acompañada de fallas fiscales y rumores de un juicio político a la presidenta. En el lado más positivo de la balanza, México tiene proximidad a Estados Unidos y una historia de crecimiento basado en reformas estructurales audaces, que son reales, aun cuando se demoren. Pero, ¿qué explica la capacidad de recuperación de las economías andinas?

En algunos aspectos, se parecen más bien a Brasil. La caída del precio del petróleo causó que el déficit de cuenta corriente de Colombia aumentara al 7 por ciento del PIB a principios de este año y el peso colombiano se ha depreciado casi tan drásticamente como el real brasileño. Los presidentes de Chile y Perú (Michelle Bachelet y Ollanta Humala, respectivamente) son casi tan impopulares como la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff; sin duda, sus promesas de reformas audaces se han evaporado.

Pero reformas previas y el desarrollo de instituciones más sólidas están proporcionando a los andinos una mayor estabilidad ahora. Aunque también muy expuestos a la caída de precios de los metales y el petróleo, se han basado menos en el gasto de consumo alimentado por el crédito. Y, de manera crítica, su deuda pública y balances fiscales están en mejor estado ya que no han tenido que depender de la política monetaria como su única ancla (lo que ha convertido a Alexandre Tombini, presidente del Banco Central de Brasil y una vez considerado como criatura de Dilma, en un héroe de los mercados financieros).

No obstante, una forma leve de la gripe brasileña puede estar extendiéndose a los Andes. El primer síntoma fue la sorpresiva decisión del banco central de Perú este mes de elevar las tasas de interés, revirtiendo un corte hecho tan recientemente como enero de este año. En Colombia, Banrep, que se reunirá el 25 de septiembre, podría muy bien seguir este ejemplo, según Medley Global Advisors, un servicio de investigación macro del Financial Times. Y mientras los políticos de Chile probablemente permanezcan a la espera de momento, su próximo movimiento será también un aumento a las tasas.

En las tres economías, la inflación está muy por encima del extremo superior del rango meta del banco central y la debilidad de la moneda que se consideraba temporal a principios de 2015 corre el riesgo de continuar (en parte como respuesta a las turbulencias del mercado global provocadas por China).

Que Perú haya actuado primero es, en retrospectiva, comprensible: no sólo era demasiado alta la inflación, sino que las expectativas de inflación para los próximos dos años estaban perdiendo su ancla. Además, el crecimiento (a pesar de haber caído) espera llegar al 3 por ciento por lo que la economía puede soportar un incremento de tasas. Por último, los funcionarios pueden estar preocupados por la potencial reclasificación de MSCI de Perú de mercado "emergente" a "frontera" a fines del mes, lo que podría dar lugar a nuevas salidas de capital. Las tasas más altas podrían proporcionar un antídoto.

En Colombia y Chile, las expectativas de inflación están bien manejadas. Pero cualquier señal de cambio sería una bandera roja clara para cualquier banco central y dentro de Banrep, al menos, están los que sostienen que una subida preventiva podría evitar el dolor más tarde y, con tasas reales efectivamente en cero, haría poco aun para una economía en desaceleración.

Si la Reserva Federal de Estados Unidos no "despega" en septiembre, eso podría comprarles algún tiempo. Pero parece que habrá un incremento o dos antes de fin de año. Una vez dicho esto, la credibilidad de sus políticas debería permitirles a las economías andinas evitar el tipo de ciclo debilitante y extendido de endurecimiento del que Brasil acaba de salir por el que su economía seguirá sufriendo durante mucho tiempo todavía.

Real brasileño alcanza las 4 unidades por dólar

El real brasileño traspasó este martes la barrera de los 4 reales por dólar y se derrumbó a su mínimo histórico: 4,03 unidades por billete verde a pocos minutos de la apertura.

La moneda cayó al valor más bajo desde su implantación en 1994, presionada por las dificultades que encara el gobierno de la presidenta Dilma Rousseff en el Congreso para poner en marcha un plan de ajuste económico, así como por la decisión hace dos semanas de la agencia S&P de retirar el grado inversor al país, séptima economía del mundo.

En lo que va del año, el real ha perdido 33% de su valor ante la divisa estadounidense.

"Esta fuerte desvalorización no sólo se debe a la situación económica que Brasil está enfrentando, sino también a la inmovilidad del gobierno. Desde mi punto de vista, parece que el gobierno está perdido, que no dialoga con el Congreso, que llega y envía cosas sin planificar", comentó a la AFP Angelo Larozi, analista de la corredora Walpires en Sao Paulo.

"Esa falta de dialogo y de planificación está generando esta crisis y presionando el mercado financiero, porque además se perdió el grado de inversión. Todas esas son cosas que se van acumulando como en una bola de nieve que presiona nuestra economía y mercado", añadió.

Standard and Poor's rebajó hace poco más de 10 días la nota de la deuda soberana de Brasil al grado especulativo ante su incapacidad de llevar adelante un ajuste fiscal en medio de una recesión y una crisis política que tiene al gobierno de Rousseff contra las cuerdas.

Para este año el gobierno prevé una contracción de la economía de 1,49% -aunque el mercado cree que puede llegar a 3%- mientras la inflación se aproxima a dos dígitos, más del doble de la meta oficial, y el desempleo sigue subiendo.

Analistas esperan que el real continúe perdiendo valor ante el dólar y algunos incluso anticipan que puede caer a cinco unidades por billete verde.

"Nosotros por ahora prevemos que puede caer a 4,5 pero la situación puede empeorar", comentó Larozi.

En las últimas semanas el real ya venía hundiéndose a sus mínimos históricos desde octubre de 2002. Nunca había caído tanto desde entonces, cuando el nerviosismo se apoderó del mercado ante la inminente victoria del izquierdista Luiz Inacio Lula da Silva a la presidencia.

lunes, 21 de septiembre de 2015

Organismo despeja riesgo de una crisis en China

La experta en economía china de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), Margit Molnar, dijo que está segura de que el crecimiento económico de China será de alrededor del 7 por ciento en 2015.

Molnar, jefa de la Sección de China del Departamento de Economía de la OCDE, indicó en una reciente entrevista con Xinhua que la turbulencia en el mercado accionario chino ocurrido en junio no refleja las perspectivas económicas del país.

La experta añadió que todos los datos disponibles apuntan a una desaceleración ordenada de la economía china, con lo que descartó los rumores de que el crecimiento real de China se ubicará entre 2 y 3 por ciento.

El Panorama Económico Provisional de la OCDE presentado el sábado apoyó a la experta.

De acuerdo con el informe, el crecimiento de la economía china tocará el 6,7 por ciento en 2015. El informe agregó que no se espera que el efecto directo de la aguda corrección en los precios de las acciones chinas desde junio sea grave, considerando que las tasas de posesión de acciones son bajas y que los precios de las acciones todavía son más altos que hace un año.

Molnar dijo que las autoridades chinas han tomado una serie de medidas reformadoras que “son necesarias para incrementar el potencial de producción a mediano y largo plazo”.

“Yo diría que todas las medidas de reforma son muy importantes. Por ejemplo, después de permitir al sector privado la entrada al negocio bancario, ya hemos visto algunos bancos privados operando desde inicios de este año”, indicó la economista.

También es importante que el Gobierno chino reconozca que la innovación es la única fuerza que puede garantizar el crecimiento a mediano y largo plazo, añadió Molnar. Señaló que la creación de empresas en China en los últimos dos años ha sido dinámica. Pero, señaló que China debe avanzar con cuidado ante una situación complicada de sus finanzas.

Crecimiento

Datos del Buró Nacional de Administración para Comercio e Industria de China muestran que durante el primer período de este año, el número de empresas nuevas en China creció 19,4 por ciento para ubicarse en más de dos millones. Esto significa que 10.000 nuevas compañías se crean todos los días.

La innovación es la única fuerza que puede garantizar el crecimiento a mediano y largo plazo, remarcó la experta en economía china de la Organización para la Cooperación y Desarrollo.

En la zona del pacífico El 20% del PIB global es generado por 100 urbes

Las 100 ciudades más grandes del Pacífico suman un 20% del Producto Interno Bruto (PIB) mundial y un 29% de su crecimiento en 2014. Varias de ellas son latinoamericanas. Con una población de 722 millones de habitantes, estas capitales de la economía del Pacífico van desde una de la ciudades más pobladas del mundo –Gran Tokio con 37 millones– hasta islas que crecen en torno al juego y los servicios como Macau (574 mil habitantes).

El año pasado generaron una riqueza equivalente a casi $us 22 billones, es decir, superior al PIB de la primera potencia mundial, Estados Unidos.

Este vibrante polo de crecimiento global se consolidó en los últimos 15 años de la mano de China. Pese a los recientes problemas de la economía china, el desempeño de la zona a lo largo de la década y media ha sido notorio.

Cómo se mide el impacto. Joseph Parilla, coautor de un informe sobre Ciudades del Pacífico, publicado por el Instituto Brookings, un centro de investigación estadounidense del cual es Investigador Asociado Senior, explicó a BBC Mundo la metodología usada y la presencia latinoamericana en la medición.

"Medimos el crecimiento del PIB per cápita para darnos una idea no solo del crecimiento económico, sino también de cómo está distribuido y lo combinamos con otro indicador fundamental a nivel social como es la creación de empleo".

Crecen a mayor ritmo. El PIB del Pacífico creció un 3,5% frente al 2,5% de la economía global. "Ha habido un cambio económico global hacia el Este y el Sur del planeta con el proceso de urbanización e industrialización de Asia. Y esto continúa adelante a pesar de los recientes problemas económicos de China. En las primeras 20 ciudades, 16 son chinas", indicó Parilla a BBC Mundo.

En estas 16 ciudades el nivel de crecimiento del PIB sigue siendo el que China mostraba hasta hace poco para todo el país: entre el 8 y el 10%.

De las 100 ciudades identificadas por el informe, 49 pertenecen a China, 19 están en Japón, Corea del Sur y Taiwán, 12 en Norteamérica, siete en el sudeste asiático y América Latina, y seis en Australia y Nueva Zelanda.

En la élite de las primeras 20 grandes urbes por ritmo de crecimiento de su economía se encuentran San José y Riverside en Estados Unidos, Ciudad Ho Chi Minh en Vietnam y Medellín, la ciudad latinoamericana con mejor desempeño en ese índice. La presencia de Medellín y Bogotá como ciudades del Pacífico en el mencionado informe sorprenderá a los colombianos que siempre las han percibido como urbes andinas, y en cualquier caso mucho más cercanas a la economía del Atlántico que a la del Pacífico.

domingo, 20 de septiembre de 2015

En la región se ahorra más y se gasta menos



Los latinoamericanos están disminuyendo los gastos fuera de casa, las compras de ropa; usan menos gasolina y electricidad debido a su creciente preocupación sobre la seguridad laboral, el crimen y la estabilidad económica de sus países.

Así lo revela el más reciente análisis de Nielsen sobre la confianza del consumidor en la región, indicador que muestra un lento declive en los dos últimos años, cayendo a 86 puntos, “la puntuación más baja desde 2009”.

Los resultados del estudio de la firma especialista en mercadotecnia e información del cliente dan cuenta de que, durante el primer trimestre de este año, el 51% de los consumidores de Latinoamérica recorta el entretenimiento fuera de casa, el 49% gasta también menos en ropa nueva, el 48% ahorra en gasolina y electricidad, 44% cambia a marcas de alimentos más baratas y 32% disminuye las comidas fuera de casa.

El informe de Nielsen, compañía con presencia en 109 países, entre ellos Bolivia y otros 18 Estados de América Latina, agrega también que el sentimiento de recesión en los clientes creció en la región, subiendo tres puntos respecto al trimestre anterior.

En el ámbito global, el 65% de los consumidores está ahorrando en lugar de gastar, economizando principalmente en ropa nueva y entretenimiento fuera de casa. Por otro lado, los gastos que permanecen son los de transporte, festejos anuales/vacaciones, entretenimiento en casa y reemplazo de electrodomésticos.

Costo del desayuno cae al precio más bajo de los últimos 5 años

Por fin una buena noticia proveniente del derrotado mercado de los productos básicos: el costo del desayuno está en su nivel más bajo en cinco años.
Los precios de los productos básicos para el desayuno, desde el del trigo hasta el de la carne de cerdo y el del café, han caído este año gracias a un clima benigno, abundantes suministros y la reciente venta masiva de materias primas. La subida del dólar estadounidense también hizo que las exportaciones desde Estados Unidos no sean competitivas, lo cual da una presión adicional sobre los precios de los cereales y de las semillas oleaginosas.
Mundo saturado
Un promedio ponderado equitativo de seis productos básicos -trigo, leche, café, jugo de naranja, azúcar y cerdo magro- se encuentra en niveles no vistos desde 2010.
Aunque el índice del desayuno del Financial Times es un promedio simple y sólo muestra un valor nocional de esta comida matutina, sí refleja la deflación de alimentos que está afectando a los agricultores, así como a los consumidores, este año.
"Los precios de los ingredientes para el desayuno han estado cayendo rápidamente”, dice Abdolreza Abbassian, prominente economista especializado en granos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés) en Roma.
Según los analistas, una revisión al alza de los pronósticos de rendimiento de los cereales y de las oleaginosas por el Departamento de Agricultura de Estados Unidos, una mejora climatológica, así como las preocupaciones relacionadas con el impacto de las turbulencias del mercado chino en el consumo del país, contribuyeron a la abrupta disminución de los precios durante las últimas semanas.
Aunque existen preocupaciones en relación con los suministros futuros, el mundo permanece saturado por un exceso de inventarios de cultivos agrícolas. Según los últimos datos del Consejo Internacional de Cereales (CIC), el inventario mundial de cereales se encuentra en su nivel más alto en 29 años representado por 447 millones de toneladas.
"Tenemos dificultad intentando encontrar algún indicador alcista sólido de los productos agrícolas en un futuro cercano”, dijo Daryna Kovalska, analista de Macquarie.
La situación representa un enorme contraste con el primer semestre de 2014, cuando los precios de los productos básicos del desayuno se dispararon debido a condiciones climatológicas adversas que afectaron a materias primas como el café y la leche. Las enfermedades porcinas elevaron los precios del cerdo y la incursión de Rusia en Crimea causó el aumento de los precios del trigo.
Productos con buen precio


Existe un puñado de productos agrícolas que se han mantenido fuertes. El desayuno con una taza de té o chocolate será más caro, debido a que el precio del té ha aumentado un 67% este año por un déficit de suministros ocasionado por una grave sequía a principios de este año, mientras que el precio del cacao se ha incrementado en un 13% por las preocupaciones sobre los efectos del fenómeno climático conocido como El Niño.
Este fenómeno climático es causado por el calentamiento del océano Pacífico, y El Niño actual es el más fuerte desde el ocurrido entre 1997 y 1998, según los meteorólogos.
África Occidental, la fuente de más del 70% del cacao del mundo, generalmente sufre de un clima seco en un año durante el cual experimente el fenómeno de El Niño, y el impacto potencial ha elevado los precios este año, declaró Jonathan Parkman, codirector de agricultura en Marex Spectron.
Como se espera que El Niño alcance su mayor fuerza alrededor de diciembre, "a corto plazo el cacao podría volverse más costoso a la vez que el efecto real comienza a afectar los cultivos durante los próximos meses”, añadió Parkman.
Factores para la baja de precios
Hasta ahora, muchos de los cultivos no se han visto afectados por El Niño. Los pronósticos para la producción de trigo de Australia se han elevado de 23,6 millones de toneladas a 25,3 millones, sobrepasando los 23,7 millones de toneladas en 2014, gracias a la cantidad favorable de lluvias. También se espera que Francia obtenga una cosecha récord, y los precios han caído un 23% en lo que va del año.
El café ha caído un 28% este año, afectado por la debilidad del real brasileño y por los abundantes suministros de Colombia. El año pasado, los precios del café se dispararon debido a una sequía sin precedentes en Brasil que afectó la producción.
Los precios del cerdo de Estados Unidos, los cuales aumentaron significativamente el año pasado debido a una epidemia viral, han caído nuevamente, con los precios del cerdo magro en la bolsa de Chicago descendiendo a 16% menos que en 2015. Se prevé que la producción estadounidense de este año subirá a un récord de 11 millones de toneladas, mientras que los precios del cerdo en la Unión Europea han seguido siendo afectados por la prohibición rusa de importaciones agrícolas de productos de Estados Unidos y de la Unión Europea.
A pesar de haber estado en un mercado bajista durante más de cuatro años, el azúcar continuó disminuyendo este año, con una caída del 22% debido al buen clima y al apoyo gubernamental de los productores de azúcar.
Un exceso de suministros en el mercado internacional frente a una débil demanda por parte de China y de Rusia deprimió los precios de la leche en un 33% el año pasado. Los productores de leche en Nueva Zelanda y en la Unión Europea han estado sintiendo los efectos de mayores inventarios en China y de la prohibición de las importaciones de alimentos en Rusia.
La disminución de la demanda del jugo de naranja entre los consumidores estadounidenses ha dado lugar a mayores inventarios, mientras que el clima favorable y las buenas cosechas en Estados Unidos y Brasil han reducido los precios del jugo de naranja congelado en un 10% en lo que va del año.
Los amantes de los frijoles al horno se alegrarán al saber que el precio de las alubias ha disminuido en un 26%. Sin embargo, el director ejecutivo de Maviga, Marcus Coles, una comercializadora de legumbres líder, declaró: "Los precios de las materias primas no siempre se reflejan inmediatamente en los precios al por menor o en los precios de los enlatados. Por ejemplo, los minoristas a menudo utilizan a los frijoles horneados como un producto gancho”.
(c) 2015 The Financial Times Ltd. All rights reserved.

Brasil recorta más el gasto y crea un nuevo impuesto

El Gobierno brasileño anunció ayer una serie de medidas para revertir el déficit fiscal de 0.5% del PIB que prevé para 2016 y pasan por más recortes de gasto, que afectarán planes sociales, y un nuevo tributo a las operaciones financieras.

Las medidas fueron anunciadas días después de que la agencia de riesgo Standard & Poor's (S&P) redujera la nota de Brasil al nivel BB+, considerado como de “bono basura”, lo que supuso retirarle el “grado de inversión” que califica a los buenos pagadores.

El paquete presentado ayer pretende revertir el déficit equivalente al 0.5% del producto interno bruto (PIB) previsto en el presupuesto nacional para 2016 y convertirlo en un superávit primario equivalente al 0.7% del PIB, que era la meta inicial del Gobierno, explicaron en rueda de prensa los ministros de Hacienda, Joaquim Levy, y de Planificación, Nelson Barbosa.

Los recortes del gasto llegarán por primera vez a áreas sociales, como un plan de viviendas populares y salud pública, y supondrán en conjunto un ahorro de 26.000 millones de reales (6.842 millones de dólares), dijo Barbosa.

miércoles, 16 de septiembre de 2015

China corre el riesgo de repetir los errores de Japón

Para tener una idea de qué sucede cuando el gobierno intenta apuntalar los precios de las acciones, la historia del gobierno japonés es aleccionadora .

Hace sólo una década escribí un libro acerca del auge y caída de las finanzas japonesas del siglo XX. Más tarde descubrí que se había producido una copia ilegal en chino.

Reguladores y banqueros chinos vinieron a verme acerca del libro y me explicaron lo que querían. "Queremos entender lo que sucedió porque queremos hacer las cosas de otra manera", decía el mantra; la loca burbuja japonesa de la década de 1980 estaba siendo estudiada para mostrarles a las autoridades lo que no se debía hacer.

Es algo que ahora Beijing necesita aprender nuevamente, no tanto en cuanto a la burbuja japonesa, sino a las repercusiones. Si se desea tener una idea de lo que puede suceder cuando un gobierno intenta apuntalar los precios de las acciones y las tierras, la historia del gobierno japonés es aleccionadora. Muestra que las intervenciones no solamente conllevan un costo financiero (puesto que raras veces funcionan durante mucho tiempo), sino que pueden ser un lastre duradero para la psicología de los inversionistas.

Consideremos las semejanzas. Durante las dos décadas pasadas, China ha producido un crecimiento económico impresionantemente alto mediante la construcción de una maquinaria industrial de exportación en la cual ha invertido fuertemente. Todo esto estaba apoyado por un sistema financiero estatal basado en los bancos que canalizaba financiamiento barato hacia las industrias favorecidas a expensas de los consumidores. En otras palabras, el precio del dinero se establecía mediante decreto autocrático.

Esto es a grandes rasgos lo que hizo Japón en las décadas posteriores a la Segunda Guerra Mundial (aunque el control estatal era más sutil e indirecto en Japón que en China).

Pero el modelo japonés cambió desde la década de 1970 hasta ahora. Conforme maduraba la economía del país, las compañías japonesas tenían menos necesidad de créditos baratos suministrados por los bancos, y, conforme el país se volvió rico, los inversionistas comenzaron a buscar otros lugares para invertir su dinero. Lentamente el gobierno comenzó a alejarse de un sistema financiero fuertemente controlado y dominado por los bancos y a acercarse a algo que se asemejaba a mercados de capital abiertos al mundo exterior. Sin embargo, el ritmo de la liberalización de Japón fue lento y disparejo (si no abiertamente arbitrario) y se desarrollaron burbujas de precios de activos conforme se arremolinaba el capital.

Los cambios en política monetaria y tasas de cambio agudizaron el problema. Así que, para finales de la década de 1980, los precios de los activos y las tierras se habían disparado de la misma forma en que ha sucedido en China, puesto que Beijing también se ha acercado cautelosamente a una liberalización irregular y ha adoptado algunas estructuras del mercado de capitales.

Pero la lección realmente importante es lo que sucedió después en Japón.

En diciembre de 1989, el índice de bolsa Nikkei alcanzó un máximo de 38.915,87, pero posteriormente se desplomó, perdiendo 60 por ciento en los siguientes dos años. Los burócratas japoneses asumieron inicialmente que era sólo una caída temporal, por lo tanto no pidieron a los bancos que modificaran el precio del valor de sus inversiones o préstamos. Pero entonces, conforme continuaban cayendo los precios, el gobierno intentó apuntalar los precios de los activos, a veces mediante compras explícitas de acciones, pero usualmente a través de formas más sutiles de intervención (los bancos seguían refinanciando préstamos dudosos y las grandes compañías continuaban apoyándose los precios unas a otras).

Esto funcionó durante algún tiempo. Para mitad de la década de 1990, los precios de las acciones parecían haberse estabilizado a precios inferiores. Pero en 1997, cuando se filtró la noticia de que los bancos estaban operando con grandes pérdidas no reconocidas (las cuales posteriormente totalizaron casi 1 billón de dólares), se desencadenó una crisis financiera, y los precios de los activos cayeron. Para ese momento, el sistema ya estaba minado por una desconfianza nociva.

Después de una década de intromisión (en gran medida inútil), los inversionistas ya no creían que los burócratas japoneses fueran tan poderosos como lo parecían durante las décadas posteriores a la Segunda Guerra Mundial. Pero tampoco tenían mucha fe en los precios del "mercado", puesto que todos sabían que esos precios estaban siendo apuntalados. Por lo tanto, Japón se encontraba en un limbo: los pilares tradicionales de la fe que alguna vez apoyaron los valores de los activos se habían desplomado, pero no había nada con qué reemplazarlos.

Nadie realmente conocía los "precios de adjudicación" de los activos, como los llaman los comerciantes, o cuánto caerían los precios si se liberaban los mercados. Los inversionistas estaban aterrorizados de que se filtraran malas noticias que bajaran los precios nuevamente.

Quizás China pueda evitar los errores de Japón; desde luego, algunos funcionarios parecen tener deseos de intentarlo. Pero en estos momentos, los ecos históricos son fuertes. Este verano, el gobierno chino ha empleado un estimado de 200 mil millones de dólares en comprar acciones, y ahora busca intimidar a los inversionistas para evitar la venta de acciones. Sin embargo, los mercados han caído aproximadamente un 40 por ciento desde sus niveles máximos. Se está desvaneciendo la fe en la habilidad de los burócratas para respaldar los precios, pero también se está socavando la confianza en los mecanismos del mercado.

En otras palabras, esperemos que Beijing recuerde cuán peligroso puede ser cuando nadie sabe cómo establecer los valores y cuando no existen precios de adjudicación, mientras mira hacia el Este.

Economía de mercado La Gran Depresión

La gran crisis económica mundial, de los años 30 del siglo pasado, conocida como la Gran Depresión, conjuntamente las dos guerras mundiales y la imposición del socialismo en casi una tercera parte del planeta, son hechos históricos que modificaron substancialmente la forma de operar de las economías nacionales a partir de entonces.
Estados Unidos, el ejemplo de la inicial economía libre de mercado durante el siglo XIX, se basaba en creencias que nadie ponía en duda en esos tiempos y en ese gran país. Por esta razón fue el que tuvo mayor crecimiento económico durante ese siglo.
La ambición individual que buscaba el beneficio lucrativo en las actividades comerciales e industriales era bien vista en la sociedad norteamericana de ese tiempo. De acuerdo con la doctrina de Adam Smith, se consideraba que dejar expresarse libremente a los intereses individuales, siempre presentes en el alma de las personas, era más beneficioso para todos, y en el largo plazo, que impedir se manifieste de la manera como los moralistas de todos los tiempos pregonan.
Es más, afirma Van Cise, citado por Roberto Christensen, en su obra Empresa multinacional y estado nación, tortuosa convivencia, publicada en 1973, los norteamericanos pensaban que la lucha por la ganancia personal no solamente era la vida de toda actividad comercial, "sino la vida misma”.
La lección que suministra la vida "es que los que mejor se ayudan son aquellos que se ayudan ellos mismos. Por ello, ha sido fundamentalmente el interés personal y no el desinterés, el que ha guiado a los conquistadores a descubrir nuevas tierras para alimentar al hambriento, a los inventores a descubrir nuevos medios para vestir al desnudo y a los hombres de negocios a desarrollar nuevas actividades e industrias para satisfacer las necesidades de la sociedad”.
Van Cise recuerda que la sociedad libre se basaba en una verdad indiscutida para la sociedad norteamericana que se puede resumir de la manera siguiente: "aquellos que más han contribuido en beneficio de la sociedades en el curso de su guerra competitiva han sido los incansables individuos que motivados por internas convulsiones aumentaban el lote de sus ganancias.
Por un lado, se advierte que los hombres complacientes que quisieron compartir con los otros todo lo que la naturaleza pródigamente suministraba han tendido a permanecer salvajes.
En cambio, los hombres disconformes con lo que sólo la naturaleza les suministraba y que lucharon para superarla han inventado la rueda, el arado y la espada; han aprendido a comunicarse por medio de la palabra, la pintura y la escritura, y además se han comprometido con el tráfico comercial por medio de la moneda y del crédito”.
¿Qué sucedió para que estas ideas tan arraigadas en la sociedad norteamericana cambiasen pasados los años de la década del 30? Milton Friedman, Premio Nobel de Economía en 1976, nos da la respuesta. La explicación está en la crisis económica de 1929, que fue una catástrofe sin precedentes en la vida de una gran nación, nos dice en su libro, escrito con su esposa, titulado Libertad de elegir: "La renta monetaria del país se redujo a la mitad antes que la economía alcanzara el punto más bajo de la crisis en 1933, la producción total disminuyó en un tercio y el desempleo alcanzó la cifra sin precedentes del 25% de la población activa… la depresión convenció al hombre de la calle de que el capitalismo era un sistema inestable destinado a sufrir crisis cada vez más graves… la crisis económica hizo añicos la creencia sostenida durante mucho tiempo de que la política monetaria constituía un potente instrumento para alcanzar la estabilidad económica… el Estado tenía que desempeñar un papel más activo; intervenir para compensar la inestabilidad provocada por la actividad privada incontrolada, actuar como un volante de regulación para promover la estabilidad y asegurar el bienestar”.
Esto no sólo sucedió en Estados Unidos, sino en todos los países del mundo durante el siglo XX en mayor o menor medida, que también fueron afectados por la Gran Depresión de manera significativa.
Así como la crisis económica de 1929 surgió en Estados Unidos y se propagó por el mundo, llevando sus efectos desastrosos, también generó que las economías nacionales se cerrasen y, con ello, se impulsó el proteccionismo de los países, terminando el primer ciclo de globalización que había dado sus mayores frutos durante el siglo XIX. También hicieron su aparición con fuerza las nuevas teorías económicas que justificaban la ineludible presencia estatal en la actividad económica para impedir la presencia de las depresiones económicas.

Esperanzas políticas apoyan bonos argentinos

A veces se dice que el mundo tiene cuatro tipos de economías: las desarrolladas, las que están en vías de desarrollo, la de Japón y la de Argentina, debido a un aparente excepcionalismo económico sudamericano que, una vez más, se hace evidente.

La economía de China se está desacelerando. Los inversionistas se han deshecho de los activos en mercados emergentes.

En Latinoamérica, los índices de aprobación presidenciales se han derrumbado en medio de la recesión.

Sin embargo, los bonos argentinos han redituado 6 por ciento desde principios de agosto, mientras que los índices de aprobación de Cristina Fernández, la presidenta populista de Argentina, se mantienen sólidamente en un 48 por ciento en las encuestas más recientes, a pesar de una economía estancada y una inflación aproximada del 20 por ciento.

¿Confundido? Según los analistas, la razón de la aparente discrepancia es que los inversionistas han comprado bonos argentinos con la esperanza de que las elecciones presidenciales de octubre marquen el comienzo de una nueva administración: una que desmantele las políticas económicas insostenibles que han mantenido a flote los dos términos presidenciales de Fernández y el de la administración anterior liderada por su fallecido esposo, Néstor Kirchner.

Fernández es popular porque es "mujer, viuda y está a punto de irse", dice Marcos Peña, asesor del candidato presidencial pro empresarial, Mauricio Macri. Fernández no puede postular su candidatura en estas próximas elecciones.

Cualquiera que sea la razón de la relativa popularidad de Fernández (dos veces más que la de la presidenta de Chile, Michelle Bachelet, y ocho veces más que la de la de Brasil, Dilma Rousseff) su popular reputación puede que dificulte al ganador de la votación del 25 de octubre el revertir las políticas intervencionistas de Fernández.

"Argentina obviamente va a cambiar... pero los cambios no serán tan drásticos como los observadores mundiales esperan", advierte Stratfor, consultora de riesgos, en una correspondencia enviada a sus clientes el 1 de septiembre.

Eso pudiera frustrar las esperanzas de los inversionistas de la deuda argentina (como George Soros) de que Buenos Aires resolverá su larga batalla legal con los acreedores no aceptantes y de que pronto se reincorporará a mercados internacionales de capital. Fernández llama a los acreedores no aceptantes “buitres”. Su "relativa popularidad representa un amplio apoyo de una gran parte de las políticas implementadas durante su mandato", dice el analista político Sergio Berensztein.

Eso es cierto incluso en relación con la economía, la cual creció rápidamente en la década de los años 2000, pero que, desde entonces, se ha paralizado completamente. A pesar de que no está creciendo, "se ha quedado atascada en un nivel relativamente alto y el sector privado no ha despedido a sus empleados en espera de un mejor escenario", declara Miguel Kiguel, director de la consultora Econviews.

Ese "nivel relativamente alto" pudiera caer repentinamente, sin embargo, si el próximo gobierno se ve obligado a enfrentar un desastre cada vez mayor que incluye la disminución de las reservas de divisas, un creciente déficit presupuestario financiado por la impresión de dinero y alrededor de un 17 por ciento de disminución en el valor de las exportaciones en los primeros siete meses de este año en comparación con 2014.

"Esta situación no es sostenible en absoluto", asegura Fausto Spotorno, economista principal de la consultora Orlando Ferreres & Asociados. Él hizo referencia a los 4 millones de argentinos, casi un cuarto de la población activa, con empleos en el sector público (un aumento de los 2,8 millones de hace seis años).

El gasto en subsidios también se ha disparado del 0,8 por ciento del producto interno bruto en 2006 (el año anterior al primer mandato de Fernández) al 5,1 por ciento el año pasado, estima la firma Empiria Consultores. Frenar esos subsidios será políticamente difícil.

"Para la mayoría de la gente, la calificación final de la presidenta no va a ser baja", asegura Eduardo Levy Yeyati, jefe de Cippec, un grupo de expertos. "La percepción social y económica de los últimos años es mayormente positiva".

Fernández pronunció un discurso desafiante en la Bolsa de Comercio de Buenos Aires a fines de agosto. De pie junto a Daniel Scioli, gobernador de la provincia de Buenos Aires y el candidato presidencial que encabeza las encuestas basándose en una plataforma de continuidad, ella vociferó que ninguna de sus políticas necesitaba cambio alguno y, menos, la de la eliminación de restricciones monetarias que han respaldado al peso.

Mientras que el real brasileño se ha reducido un tercio este año, el peso argentino ha bajado sólo un 8 por ciento, aunque a costa de las reservas de divisas, las cuales se redujeron en una cantidad de 342 millones de dólares en agosto a 33,6 mil millones. La brecha entre la tasa oficial, 9,3 pesos por dólar, frente a 15,5 en el mercado negro, también ha aumentado.

"El argentino promedio ve el valor del dólar como un tanteo de la condición de la economía", dijo Matías Carugati, economista principal de la firma encuestadora Management & Fit.

Sin embargo, si el deterioro de la economía no ha menoscabado la popularidad de Fernández, tampoco lo han hecho las numerosas acusaciones de corrupción arremolinadas alrededor de su administración, ni los recientes cargos de fraude electoral en las elecciones para gobernador enturbiadas por la violencia y por boletas de votación quemadas.

En Argentina, "el alto nivel de polarización ideológica lleva a muchos a considerar cualquier reclamo de irregularidades relacionado con Fernández como una conspiración", dice Levy Yeyati.

Al final, sin embargo, los índices de popularidad relativamente altos de la presidenta puede que se deban al hecho de que muchos argentinos recuerdan con nostalgia cómo los últimos 13 años bajo Fernández y Kirchner fueron tiempos de auge, marcados por una mejora de las condiciones sociales, como lo fueron en toda Sudamérica. En la actualidad, los argentinos brindan a Fernández una cariñosa despedida.

"Le está yendo bien porque no está compitiendo por el poder", dice Berensztein.

Fed decide futuro de la tasa de interés de EEUU

La economía mundial está en vilo ante la reunión de dos días que la Reserva Federal iniciará hoy para decidir si aumenta por primera vez en nueve años la tasa de interés de Estados Unidos.

Subir la tasa, que hoy está casi en 0 por ciento, provocaría un aumento del costo del crédito para gobiernos y empresas, castigaría a otras monedas y estimularía los negocios en Estados Unidos en detrimento de otros países, entre ellos los emergentes.

El Comité de Política Monetaria de la Fed (FOMC) comenzará a deliberar hoy y mañana hará pública su decisión.

Tanto el Banco Mundial como el Fondo Monetario Internacional (FMI) han dicho que sería conveniente que la Fed no haga cambio alguno debido a la incertidumbre sobre el futuro de China, la segunda economía mundial, que ya derribó los mercados de valores y los precios de las materias primas.

Un informe del Banco Mundial señalaba ayer que un aumento de los intereses en Estados Unidos podría generar condiciones para una “tormenta perfecta” que castigaría a los países en desarrollo.

La presidenta de la Fed, Janet Yellen, dijo que la economía de Estados Unidos está consolidada y que quiere aumentar este año la tasa de interés que es casi nula desde que estalló la crisis financiera en 2008.

El último aumento de la tasa fue en junio de 2006 cuando la Fed quiso detener el galopante crecimiento del mercado inmobiliario; dos años antes de que se desatara la crisis de los créditos “subprime” que causó estragos en la economía estadounidense.

Aunque Estados Unidos muestre buena salud, la volatilidad de los mercados desatada el mes pasado se mantiene y aún falta saber mucho sobre cuánto impactarán en la economía mundial los problemas de China, que ha ralentizado su crecimiento.

No obstante, hay quienes sostienen que ya es hora de dejar atrás siete años de políticas de dinero barato.

La Gran Crisis de 2008 y la crisis actual

Causa preocupación la prolongada caída de los precios de los commodities y en particular del barril de petróleo.
Durante la Gran Crisis, el desplome del precio del petróleo, si bien fue más fuerte (67,7%), tuvo una duración más corta, de siete meses entre julio de 2008 a febrero de 2009. Con la crisis actual, la caída del precio del petróleo es del 58% y cuando ya se creía que había tocado piso, en enero de este año, y empezaba su recuperación, vino el famoso lunes negro 24 de agosto, cuando por primera vez desde el 15 de enero de 2009 su cotización se situó debajo de los 40 dólares el barril.
Hasta el momento la duración de la crisis actual es de 15 meses, desde junio de 2014.
Ex post, como siempre decimos los economistas con especialización en autopsias globales y de países, la depresión de 2008-2009 inició con una crisis financiera y la acompañó el "hundimiento del comercio” entre julio 2008 y marzo de 2009, con una caída en volumen de 19,3% y en valor de 38%.
Esto fue resultado de la contracción del financiamiento y las devaluaciones competitivas, que tuvo como consecuencia un estancamiento del producto mundial, una caída de -3,4% en el PIB de las economías avanzadas y una fuerte desaceleración de los emergentes, con un crecimiento del PIB de sólo 3,1%.
En la crisis actual, según la Organización Mundial de Comercio (OMC), en el primer trimestre de 2015 el valor del comercio mundial disminuyó en 13%, pero en volumen un 4,8%.
De acuerdo con datos de CPB World Trade Monitor, en el segundo trimestre de 2015 respecto al cuarto trimestre de 2014, el volumen del comercio mundial descendió en 2%, el volumen de las importaciones de los países avanzados aumentó en 0,8%, mientras que las importaciones de los emergentes disminuyeron en 6%.
La crisis actual es muy compleja y se tiende a poner a China en el banquillo de los acusados. Si bien está la desaceleración del PIB de China que en 2014 creció en 7,3% -la tasa más baja en 25 años- y el hecho de que en 2015 estaría por debajo del 7% esperado, no creo que sea responsable en un medio punto porcentual de la fuerte contracción del comercio y de la caída del precio del petróleo de este año.
Por otro lado, y es lo más preocupante, está la contracción del valor de las importaciones chinas que, entre enero y julio de 2015, fue del 14,8% respecto al mismo periodo del año anterior; mientras que sus exportaciones disminuyeron en 0,8%.
Esta fuerte caída de sus importaciones a principios de este año, como se observa en el gráfico, afectó al precio de los commodities que importa y de los cuales tiene una alta participación en el consumo mundial.
Así, según The Wall Street Journal, China consume cerca del 50% de minerales como el cobre, zinc, estaño y plomo, 30% de aceite y harina de soya, una cuarta parte del oro comercializado en el mundo y una décima parte de soya y azúcar; pero sólo consume un 12% del petróleo mundial.
A pesar de lo anterior, la reciente caída del petróleo y otros commodities estuvo más relacionada a factores especulativos alimentados con la crisis bursátil de una bolsa pequeña como la de Shanghái, como también a la espada de Damocles de la Reserva Federal de EEUU (Fed), que desde hace más de un año amenaza con subir sus tasas, afectando el "sentimiento” de los mercados que se adelantan cada vez a sus anuncios y ya habrían descontado su posible efecto.
Por fin el Banco Mundial y los Bancos Centrales de países emergentes reaccionaron ante esta conducta del Fed, señalando el riesgo de "pánico y turbulencias” en los mercados emergentes. La reunión de la próxima semana del Fed será clave y se espera que suba aunque levemente la tasa de interés por primera vez desde el 2006 y siete años después de la crisis financiera de 2008, cuando la bajó a casi cero.
Lo que estamos viviendo en realidad es el fin, además del mito de los emergentes, de la era de una tasa de interés cero, que tuvo efectos en el crecimiento muy modestos, puesto que el PIB de EEUU creció en un promedio anual de 1,1% entre 2008 y 2014, y sólo desde 2013 su crecimiento trimestral subió a un promedio de 2,4%, retornando a los niveles previos a la crisis financiera.
Los que sí crecieron, y demasiado, fueron los mercados financieros, los especuladores de commodities, las bolsas de valores y los flujos de capitales hacia los mercados emergentes, de los cuales ya huyeron; es decir, la economía de papel en los tiempos de la globalización.

* El autor, es economista, fue presidente del Banco Central de Bolivia.

Cómo los bancos en América Latina ganan más y más, pese a la crisis

BBC Mundo / Brasil, Gerardo Lissardy

Los bancos a lo largo de América Latina parecen haber dado con la fórmula soñada por cualquier persona de negocios: ganar cada vez más dinero, aun en estos tiempos de vacas flacas.

En Brasil, el lucro conjunto de los cuatro mayores bancos creció 46% en el primer semestre de este año respecto al mismo período de 2014, pese a que el país entraba en recesión y un gran escándalo de sobornos golpeaba a la petrolera estatal Petrobras y al gobierno.

En México, las utilidades del sector bancario aumentaron casi 14% entre enero y junio de este año comparadas con la primera mitad de 2014, o sea, cinco veces más que la tasa de expansión del PIB local.

Algo similar ocurre en otras naciones latinoamericanas cuyas economías se desaceleran.

Los bancos de países como Colombia, Ecuador, Paraguay o Uruguay han reportado más beneficios en los primeros seis o siete meses de 2015 que en iguales períodos del año pasado.

La regla se extiende hasta países que arrastran un estancamiento económico desde 2014 y donde los gobiernos alzan banderas de izquierda.

Bancos de Argentina y Venezuela ocuparon los primeros 10 puestos de un ranking regional de retorno sobre capital, divulgado por la publicación especializada The Banker en noviembre.

Aunque en general la bonanza comenzó hace tiempo para la banca latinoamericana, cuando la economía regional iba a todo vapor, los resultados actuales llaman la atención de expertos.

"La ganancia, debo decir, es un poco sorprendente", admite Claudio Loser, un exdirector para América Latina del Fondo Monetario Internacional (FMI), en diálogo con BBC Mundo.

Entonces, ¿cómo se explica esto? ¿Y cuánto más puede durar semejante fiesta bancaria?

Un negocio redondo

Aunque cada sistema financiero tiene sus propias características, que varían por tamaño o regulación, los latinoamericanos tienen algunas cosas en común, según analistas.

Una de ellas es que suelen cobrar intereses elevados por los créditos al consumo (en Brasil la tasa anual para tarjetas de crédito acaba de alcanzar 350,79%).

"Uno puede observar tasas de ganancias muy altas (de los bancos latinoamericanos) porque han obtenido fondos muy baratos, han prestado seguro y han prestado a tasas altas", sostiene Loser, que dirige la consultora Centennial Latin America en Washington.

Los créditos al consumo llegaron a crecer cerca de 20% anual en la región durante la última década, debido a la histórica expansión de la clase media, que alcanzó los 181 millones de personas o 34% de la población total.

La cantidad de latinoamericanos adultos con una cuenta bancaria pasó de 39% del total en 2011 a 51% el año pasado, según cifras del Banco Mundial.

Arturo Sánchez, analista crediticio de Standard & Poor’s (S&P), sostiene que los márgenes de interés por los créditos en la región reflejan el riesgo que toman los bancos, que sin embargo evitaron hasta ahora lidiar con alta morosidad.

"Los resultados netos se han mantenido gracias a que en términos generales los bancos en América Latina han sido capaces de mantener niveles de carteras vencidas y pérdidas crediticias manejables", indicó Sánchez, basado en México, a BBC Mundo.

Y agregó que esto, a su vez, les permitió evitar aumentos en las provisiones, que son el dinero destinado a absorber eventuales pérdidas por exposición crediticia, dejando márgenes importantes para ganancias.

El círculo que parece cerrar casi perfecto para los bancos de la región.

Más interés, más dinero

Al mismo tiempo hay circunstancias específicas en algunos países que contribuyeron al negocio financiero.

En Argentina y Venezuela, por ejemplo, el alto retorno sobre capital de los bancos es atribuido a los elevados índices de inflación, que apuntalan más las tasas de interés.

Brasil tiene uno de los tipos de interés real (restando la tasa de inflación al interés nominal) más altos del mundo, que superó el 9% la semana pasada cuando S&P le quitó el grado inversor al país.

Si bien un mayor tipo de interés presiona el costo de captación de dinero para todos, los bancos tienden a eludir el problema pasando ese costo a sus clientes.

Las cuatro mayores instituciones bancarias brasileñas (Bradesco, Santander, Itaú y Banco do Brasil) reportaron ganancias equivalentes a US$8.780 millones en el primer semestre.

"Los bancos de Brasil son muy líquidos, están montados en títulos públicos del gobierno y la tasa de interés se elevó muchísimo: eso también da ganancias de tesorería", dijo João Augusto Frota Salles, un analista de la consultora Lopes Filho en Río de Janeiro.

¿Y ahora?

Sin embargo, los especialistas advierten que el panorama está cambiando para la banca latinoamericana.

La agencia S&P rebajó el rating de los principales bancos de Brasil la semana pasada, un día después de quitarle el certificado de buen pagador al país.

En busca de recursos fiscales, Brasil se apresta ahora a aumentar los impuestos a las ganancias bancarias, lo que según la agencia calificadora de riesgo Fitch puede desacelerar el crédito y según políticos opositores puede causar más costos para el consumidor final.

En algunos países ya se nota el cambio de vientos que llegó con el debilitamiento de la economía y del consumo.

Las ganancias bancarias se desaceleraron en el primer semestre en Chile y Costa Rica, cayendo 13% y 19% respectivamente en comparación con el mismo período de 2014.

Los expertos descartan que haya grandes problemas a la vista en una región que, tras las crisis del pasado, en general aumentó la supervisión bancaria y redujo riesgos.

Pero sí creen que la rentabilidad de los bancos latinoamericanos puede reducirse a medida que las economías pierden pujanza y aumentan las carteras vencidas y las pérdidas crediticias.

"No esperamos que sea a niveles alarmantes ni que ponga en jaque a los sistemas financieros en América Latina", dijo Sánchez, "pero sí creemos que paulatinamente van a comenzar a deteriorarse un poco".

viernes, 11 de septiembre de 2015

Boudou: Bolivia es uno de los ejemplos mundiales de crecimiento sostenido

El vicepresidente de Argentina, Amado Boudou, aseveró el jueves que Bolivia es uno de los ejemplos mundiales de crecimiento sostenido, en medio de un contexto internacional adverso, marcado por la caída de los precios internacionales de la materias primas y la escasa inversión extranjera.

"Bolivia es uno de los ejemplos mundiales de crecimiento sostenido en una etapa muy difícil de todo el mundo", remarcó en una conferencia de prensa, dictada en La Paz, tras una reunión con su homólogo boliviano, Álvaro García Linera.

Según Boudou, Bolivia, al igual que Argentina, logró mantener niveles de empleo sostenido, en una etapa "muy difícil" donde la inversión internacional no abunda en ninguno de los países de la región y todo está "encapsulado en el sistema financiero".

Dijo que la respuesta correcta a la crisis internacional se encuentra en el fortalecimiento del mercado interno y la "vinculación regional", para contrarrestar los escenarios desfavorables establecidos por el mercado financiero, mecanismos que privilegian Bolivia y su país.

A su juicio, la baja cotización de las materias primas es una "caída ficticia", que se relaciona con los contratos a futuro y no con la "economía real".

"Trabajando juntos podemos hacer que la economía financiera de nuestros países tenga que ver con la economía real, que es lo que da respuestas a la población, que es lo único importante", subrayó.
mcr/rsl

Según FAO: Inflación alimentaria en América Latina alcanzó 0,4 %

La inflación alimentaria en Bolivia presentó un aumento en el mes de julio comparándolo con junio. En América Latina y el Caribe fue de un 0.4% en julio pasado, lo que supone un aumento del 0.1% respecto a junio, según un informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) difundido ayer en Santiago.

En América del Sur, Colombia y Ecuador tuvieron caídas en el precio de los alimentos y Brasil no presentó grandes variaciones. En Argentina, Bolivia, Chile, Paraguay, Perú y Uruguay, la tasa de julio presentó un aumento en comparación con el mes de junio.

De los países analizados de Centroamérica, México y el Caribe, en Costa Rica y Nicaragua se observaron tasas negativas de inflación alimentaria durante julio.
El Salvador, Guatemala, Honduras y Panamá registraron en julio un aumento en la tasa de inflación alimentaria, según el informe de la FAO.

En República Dominicana, en tanto, los precios de los alimentos subieron pero a un ritmo más lento que el mes anterior.

Durante el séptimo mes del año, la cebolla y distintos cortes de carne de res han sido los productos alimenticios que más han subido de precio en América Latina y el Caribe.

En el otro extremo, el huevo bajó de precio en varios países de la región, como sucedió en mayo y junio, según el informe de la FAO.

El índice de precios de los alimentos de la FAO alcanzó un nivel de 164,6 puntos en julio, un 1 % inferior al de junio y un 19,4 % por debajo del registrado en julio de 2014. El descenso se debe a las fuertes caídas de los precios de los productos lácteos y los aceites vegetales, que compensaron los aumentos de los precios del azúcar y los cereales.

Banco Mundial: “No hay guerra de divisas; pero sí escaramuzas”



Después de la alerta lanzada por el organismo internacional, la mayoría de los analistas coinciden en que existen razones para preocuparse, especialmente, por la devaluación del yuan chino registrada el mes pasado. América Latina está más protegida que hace algunos años, pero el futuro es todavía incierto.

La economía global no afronta “una guerra de divisas”, pero sí se han visto “las primeras escaramuzas”, con la inesperada decisión de China de devaluar el yuan como parte de un “panorama lleno de riesgos” debido a la “extremada diversidad” de políticas monetarias, aseguró en pasados días Kaushik Basu, economista jefe del Banco Mundial.

“Hay un riesgo de guerra de divisas, eso no puede menospreciarse. Por ahora hemos visto escaramuzas, más que guerras de divisas”, indicó Basu, prestigioso economista y profesor en excedencia de la Universidad de Cornell (EEUU).

A su juicio, no se trata solo de China, cuya decisión de devaluar el yuan sorprendió a todo el mundo en las últimas semanas, hay “una situación de extrema diversidad de políticas monetarias” que ha “exacerbado este riesgo”.

Según Basu, “hay grandes economías que están todavía inyectando liquidez. La zona euro lo está haciendo, también Japón y Suecia, mientras que EEUU está tratando de restar liquidez”.

Charles Riley escribe para CNNExpansión que dieciocho años después de que una crisis financiera se propagara por la región, que derrocara gobiernos, dejara en quiebra a empresas y, en general causara estragos, las monedas de nuevo están siendo sometidas a una intensa presión. Y cita los casos críticos de las de Malasia e Indonesia. Un fantasma ronda en Asia

“El fantasma de la guerra de divisas ronda en Asia”, titula Riley, quien al referirse a la devaluación del yuan en China, advierte que si la visión de devaluar para apoyar a las exportaciones se extiende entre los gobiernos regionales, las acciones de represalia podrían desatar una guerra de divisas en la región.

En la web del proveedor de análisis para la inversión Morningstar, Dan Rohr, analista de valores senior, explica que la decisión de Pekín de devaluar el yuan agitó a los ya nerviosos mercados financieros. “Existen buenas razones para preocuparse. Después de todo, los últimos 30 años están llenos de ejemplos de devaluaciones que han desembocado en crisis globales”, recuerda Rohr, para quien la intención china no es apoyar sus exportaciones sino internacionalizar el yuan y estimular su economía doméstica.

“No está en llamas”
Pero, no todos los analistas son catastrofistas respecto a China. Bill Powell, corresponsal en ese país, dice para Newsweek que las cosas no son tan simples. Según él, China crece con lentitud pero eso “es bueno para ellos y para todos nosotros”.

Primero, revisa el panorama dibujado por todos los medios: “Su mercado accionario se desplomó (cayó cinco días consecutivos, entre agosto 19 y 24) y su economía real está ralentizándose. Y dado que es la segunda economía mundial y uno de los mayores socios comerciales de Estados Unidos, algunos analistas aseguran que Pekín los arrastrará consigo”. Pero luego resta presión al asunto coincidiendo, en cierto modo, con Rohr.

“A la larga, Pekín pretende hacer que el renminbi (así también se la conoce a la divisa china) sea más como el dólar: una moneda que fije precios en el comercio internacional y que figure en las reservas de los bancos centrales extranjeros”, dice él, no sin recordar que el FMI se negó a aceptar el renminbi con el argumento de que debe sujetarse a las fuerzas del mercado.

Entonces, concluye Powell, “China no está pasando por una devaluación al estilo japonés o europeo. El país está pasando por una transición económica”. Reconoce, sí, que hay un problema de deuda, casi toda en manos de compañías estatales, agencias financieras de gobiernos locales y desarrolladores de bienes raíces. “Eso significa que el Gobierno tiene, virtualmente, ninguna posibilidad de recurrir a un crédito masivo para reactivar la economía”.

La región
Latinoamérica aprendió la lección, firma Ignacio Fariza para El País de Madrid, donde cita a la calificadora de riesgos Moody's para indicar que la región está hoy el doble de protegida frente a depreciaciones que a principios de siglo. Luego, sentencia: “Pese a la protección que otorga tener una mayoría de la deuda en moneda local y la acumulación de reservas (...), la región, como el resto de países emergentes, está inmersa en una espiral de la que es difícil adivinar su final”.

CLAVES

Riesgo
Políticas monetarias
La situación de extrema diversidad en las políticas monetarias, a partir de lo ocurrido en China, ha exacerbado este riego, aseveró el economista jefe del Banco Mundial, Kaushik Basu, en declaraciones efectuadas en pasadas semanas.

China
Las razones
La mayoría cree que la medida de devaluar el yuan, entre el 19 y el 24 de agosto, se debió a que China busca apoyar sus exportaciones. Otros señalan que quiere internacionalizar su divisa y estimular su economía doméstica.

En vilo
Dólar vs. yuan
Los recortes del yuan respecto al dólar mantuvieron en vilo al planeta. Algunos perciben una intención de competir con la moneda estadounidense en el globo. China creció un 7,4% en 2014, el porcentaje más bajo en casi un cuarto de siglo.

América
más protegida
De acuerdo con la agencia de calificación de riesgos Moody’s, América Latina está en la actualidad el doble de protegida que a principios de siglo, frente a probables depreciaciones. Toma en cuenta a siete países, entre los que no está Bolivia.

Deuda
externa
La reducción en el porcentaje de deuda extranjera aminoró la fragilidad financiera externa de las economías y, consecuentemente, la probabilidad de un accidente financiero, según Ignacio Fariza, de El País de Madrid.

Kaushik Basu - Economista jefe del Banco Mundial
"Hay riesgo de guerra de divisas, eso no puede menospreciarse"

Presidente Obama autorizó elevar remesas a Cuba hasta $us 8.000

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, autorizó incremento de remesas de ese país a Cuba de $us 2.000 a $us 8000 por persona. Asimismo se incrementó el número de visitantes de Estados Unidos a 150.000 (el turismo está prohibido en Cuba). Si bien este número es mínimo, sin embargo habría disparado la cantidad de visitantes como consecuencia de la decisión del desbloqueo económico anunciado por Obama el 17 de diciembre del año pasado, según dijo este jueves el expositor cubano, José Luis Rodríguez, en el seminario Internacional desarrollado en el Banco Central. En su exposición en el cónclave que terminó este jueves, Cuba recibirá por las visitas a su territorio este año entre $us 3.000 a $us 3.500 millones. “Este conjunto de medidas del presidente Obama inciden en la economía de cubana”, reconoció el disertante.

POLÍTICA ANTICRISIS

El ministro de Economía y Finanzas, Luis Arce Catacora, aseveró, en el cónclave, que el modelo Económico Social Comunitario Productivo Boliviano, vigente en el país desde 2006, por los resultados logrados desde entonces, ha permitido combatir la extrema pobreza, disminuir el desempleo y elevar los ingresos de los trabajadores en una política destinada a contener la crisis internacional iniciada el 2008.

SALARIOS

El segundo disertante de la jornada de este jueves, Carlos Díaz, quien es docente e investigador universitario, señaló que el gobierno de la presidenta Dilma Rousseff, tiene en curso un posible congelamiento de salarios. Díaz sostuvo que en el ámbito económico caracterizado por déficits crónicos en el balance comercial, se está dando en ese país un proceso de reprimarización de la producción, lo que podría reinstaurar la dependencia frente a terceros.

NEGOCIACIONES

Según dijo Rodríguez, el Congreso en Estados Unidos está estudiando levantar parcialmente el bloqueo. Hay un comercio aún muy limitado –dijo el expositor– y se busca la venta de productos agrícolas estadounidenses a la Isla, pero en condiciones totalmente anormales, señaló debido –entre otros aspectos– a que los precios son innegociables. Estados Unidos plantea, asimismo, la libertad para viajar a Cuba. Se está hablando de un millón de visitas lo que impactaría el sector. Dijo también que los visitantes estadounidenses podrán llevar productos a su país por un valor máximo de $us 400. “Antes estaba prohibido internar un solo producto cubano a ese país”, manifestó.

jueves, 10 de septiembre de 2015

Deuda soberana del país Standard & Poor's baja la nota de Brasil

La deuda soberana de Brasil perdió el miércoles su grado de inversión y fue rebajada a la categoría especulativa debido a su incapacidad de llevar a cabo un ajuste fiscal, informó la agencia de calificación internacional Standard & Poor's.

La nota de la deuda en divisas fue rebajada de BBB- a BB+, manteniendo la perspectiva negativa que rebajó en julio, cuando el gobierno de la séptima economía mundial enfrenta dificultades para apretarse el cinturón fiscal en medio de una recesión económica que según analistas puede durar hasta dos años. La nota de la deuda en moneda local fue rebajada a BBB+ a BBB-.

Las otras calificaciones. Las otras dos agencias de riesgo, Moody's y Fitch, mantienen aún el grado de inversión para la séptima mayor economía del mundo.

En el caso de Moody's, hace unas semanas rebajó la nota del país al nivel anterior de la pérdida del grado de inversión, Baa3, aunque la perspectiva fue mantenida como estable.

El panorama. La decisión se produjo antes de lo esperado, lo que refleja la rapidez con que el escenario económico y fiscal de Brasil se ha deteriorado. Si la rebaja es igualada por otras firmas de calificación crediticia, podría desencadenar una salida masiva de capitales de los mercados financieros de Brasil

Seminario Internacional: Expertos de la región anticipan recesión en economía mundial

Dos expertos internacionales vaticinaron este miércoles que la economía mundial se encamina a la recesión y que ese será el nuevo escenario previsible a nivel planetario, donde se producirán cambios en los principales actores productivos y financieros.

SEÑALES

Daniel Libreros, profesor universitario de Colombia y Claudio Lara de Chile, coincidieron en vislumbrar señales inequívocas de la “lenta como mediocre recuperación de Estados Unidos, Europa y Japón”. Según los expertos, esta situación podría ser la antesala de la “nueva normalidad” económica recesiva, donde los más perjudicados serán las naciones latinoamericanas especializadas en la exportación de recursos naturales y con bajas tasas de innovación tecnológica. Lara dijo que la mediocre recuperación del crecimiento de las economías centrales está generando un contagio a las economías de la región que ya registraron multimillonarias fugas de capital desde 2012.

APOCALiPSIS

Ante esta visión casi apocalíptica, el economista Julio Alvarado señaló que en el orbe, el capitalismo ha sufrido recurrentes crisis tanto políticas como económicas y de las cuales ha salido siempre airoso y fortalecido.

CAPITALISMO

“La crisis es parte del desarrollo del capitalismo que algunos analistas no acaban de entender”, dijo. Recordó que el capitalismo resurgió de la crisis de 1929, de la misma forma en 1973 cuando el mundo vio derrumbarse los precios petroleros.

Asimismo, hizo un recuento de la crisis asiática y la burbuja financiera de 2008, que dio inició a otro ciclo de perturbaciones económicas de alcance global y que fueron motivo de análisis en el seminario internacional que comenzó este miércoles y concluirá hoy.

ESTADO

Los expositores señalaron que la crisis emergente del modelo de desarrollo económico neoliberal de los años precedentes debe ahora ser resuelta por el Estado. Ambos expositores señalaron que la caída de precios internacionales se debe a la ralentización del crecimiento de China y que es a partir de la nueva reconfiguración de su economía que deben interpretarse los hechos.

Tanto Libreros como Lara indicaron también que la economía china ha decidido realizar un viraje de 360 grados y su futuro crecimiento dependerá de sus políticas orientadas internamente, dejando en un segundo plano sus cuantiosas exportaciones.

Este aspecto podría hacer que China deje de demandar bienes básicos y, por lo tanto, el nuevo escenario tendrá un tiempo mucho más prolongado que el corto plazo.

A ello, Lara lo denominó como la “nueva normalidad” donde China mantendrá su dominio económico y cuyo producto acaba de superar las cifras de producción de Estados Unidos.

PETRÓLEO

Otro frente de análisis se concentró en el seminario en el tema petrolero. Al respecto se dijo que Arabia Saudita pretende acabar la producción del shale gas (con el método de fracking) en Estados Unidos que cree posible pasar de importaror neto de crudo a exportador de shale gas. Predicciones de precios petroleros citados por los expositores, dieron cuenta que Arabia Saudita podría tolerar un precio de 20 dólares el barril del crudo.

Ambos disertantes coincidieron que la crisis que se vive ya en varios países de la región que registran tasas de crecimiento de cero o cercanas a cero, se debe al contagio del mediocre crecimiento y lenta recuperación de las economías centrales.

miércoles, 9 de septiembre de 2015

En Brasil Banco Central interviene para frenar la caída del real

El Banco Central brasileño anunció una intervención para vender hasta 3.000 millones de dólares en el mercado y frenar la fuerte depreciación del real, que la semana pasada llegó a ser vendido a su menor valor desde octubre de 2002.
El anuncio permitió que el real abriera ayer, cuando los mercados reiniciaron operaciones en Brasil tras el festivo de la víspera, con una apreciación del 1,60% frente al dólar, que era vendido a 3,797 reales.
El viernes pasado el real cerró con una depreciación del 2,60% y con el dólar cotizado a 3,859 para la venta, su mayor valor desde que, en octubre de 2002, los mercados estaban asustados con la elección como presidente de Luiz Inácio Lula da Silva, entonces considerado por los inversores como un izquierdista radical.
Hasta la semana pasada el real acumuló en lo que va de este año una depreciación de más del 45%, presionado principalmente por el temor de que Estados Unidos anticipe la subida de las tasas de interés en la mayor economía mundial y por la desaceleración en China.
La crisis económica de Brasil también ha favorecido la caída del real debido a que las proyecciones indican que el país, en medio de una recesión técnica y de un déficit récord en las cuentas públicas, sufrirá este año su mayor contracción en los últimos 25 años (2,44 %) y la inflación más elevada desde 2003 (9,29 %). Para evitar que la moneda brasileña se siga devaluando, lo que a su vez alimenta la inflación en el país, el organismo emisor anunció que utilizará hasta 3.000 millones de dólares de sus reservas internacionales.

martes, 8 de septiembre de 2015

China corre el riesgo de sufrir una discontinuidad económica

David Daokui Lee, un influyente economista chino, ha argumentado que: "La caída en el mercado de valores no es el problema (...) el problema (no de gran magnitud, pero no obstante un problema) es la economía china en sí". Yo estoy de acuerdo con las dos aserciones, pero con una excepción: El problema puede resultar ser de enormes proporciones.

Las turbulencias bursátiles no son irrelevantes. Es importante que Beijing ha gastado 200 mil millones de dólares en un fallido intento de apuntalar el mercado de valores y que las reservas de divisas se redujeron en 315 mil millones de dólares en un período de un año hasta julio de 2015. También es importante que la búsqueda de chivos expiatorios ya está en marcha. Éstos son indicadores de la fuga de capital y del pánico de los legisladores. Ellos nos indican la confianza, o más bien la carencia de ella.

Sin embargo, el desempeño económico es, en última instancia, el factor decisivo. El hecho económico importante acerca de China lo representan sus anteriores logros. El producto interno bruto (PIB) (en paridad de poder adquisitivo) ha aumentado del 3 por ciento de los niveles de Estados Unidos a alrededor del 25 por ciento. El PIB es una medida imperfecta del estándar de vida. Pero esta transformación no es un artificio estadístico. Es una realidad visible.

Las únicas economías "grandes" (más grandes que una ciudad estado), sin valiosos recursos naturales, que lograron resultados similares desde el final de la Segunda Guerra Mundial son Japón, Taiwán, Corea del Sur y Vietnam. Sin embargo, con relación a los niveles de Estados Unidos, el PIB per cápita de China se encuentra en el nivel en el que se encontraba Corea del Sur a mediados de la década de 1980. El PIB real de Corea del Sur per cápita se ha casi cuadruplicado en términos reales desde entonces, para alcanzar alrededor del 70 por ciento de los niveles de Estados Unidos. Si China se volviera tan acaudalada como Corea, su economía sería más grande que la combinación de las economías de Estados Unidos y Europa. Éste es un caso que pudiera representar optimismo a largo plazo. Contra él se debe tomar en cuenta la advertencia de que "el rendimiento pasado no es garantía de resultados futuros". Las tasas de crecimiento por lo general vuelven a la media mundial. Si China continuara con un crecimiento rápido de recuperación durante la próxima generación sería un caso atípico extremo.

En las economías emergentes, el crecimiento tiende a estar marcado por "discontinuidades", pero lo que los políticos chinos llaman la "nueva normalidad" no es en sí una discontinuidad. Ellos están convencidos de que han supervisado una desaceleración contenida de un crecimiento anual del 10 por ciento a un crecimiento, todavía rápido, del 7 por ciento. ¿Es posible una desaceleración aún mayor? Y, todavía más importante, ¿sería ésta una interrupción temporal, como la de Corea del Sur durante la crisis a finales de la década de 1990, o más permanente, como en el caso de Brasil en la década de 1980 o de Japón en la década de 1990?

Existen al menos tres razones por las que el crecimiento de China pudiera sufrir una discontinuidad: el modelo actual es insostenible; el sobreendeudamiento es significativo; y hacer frente a estos desafíos crea el riesgo de una brusca caída de la demanda.

El hecho más importante sobre el patrón actual de crecimiento de China es su dependencia de la inversión como fuente de oferta y demanda. Desde 2011, el capital adicional ha sido la única fuente de producción adicional, con la contribución del crecimiento de la "productividad total de los factores" (midiendo el cambio en la producción por unidad de insumos) cerca de cero. Por otra parte, la relación marginal capital-producto, una medida de la contribución de la inversión al crecimiento, se ha disparado a la vez que la rentabilidad de la inversión se ha desplomado.

El Fondo Monetario Internacional argumenta que: "Sin reformas, el crecimiento caería gradualmente a alrededor del 5 por ciento con un aumento abrupto de la deuda". Pero tal camino sería insostenible, sobre todo porque las deudas ya se encuentran a un nivel extremadamente elevado. Por esto, "el financiamiento social total" (una amplia medida de crédito) aumentó de un 120 por ciento del PIB en 2008 a un 193 por ciento en 2014. El Gobierno puede manejar este sobreendeudamiento, pero no debe dejar que se reinicie la acumulación. La parte de las inversiones que depende del crédito debe disminuir.

El sobreendeudamiento no es la única razón por la que la inversión languidecerá. Daniel Gros, del Centre for European Policy Studies con sede en Bruselas, demuestra que la relación capital-producto en China se encuentra en una trayectoria explosiva. Cabe destacar que ya es mucho mayor que en Estados Unidos. Si la relación capital-producto simplemente se estabiliza en los niveles actuales, y la economía crece a alrededor del 6 por ciento, la cuota de participación de la inversión en el PIB tiene que caer en alrededor de un 10 por ciento. Si eso sucediera repentinamente, el impacto en la demanda provocaría una depresión. Una cuota de participación en la inversión del 35 por ciento del PIB (simplemente volviendo al nivel donde estaba a comienzos de la década de 2000) representaría un resultado deseable de las reformas. Pero alcanzar este resultado rápidamente eliminaría una gran porción de la demanda interna actual.

Muchas personas están convencidas de que la economía ya está creciendo con mayor lentitud de lo que el Gobierno admite.

Pero mientras más débil sea la tasa potencial de crecimiento y más incierta sea la rentabilidad, más racional se vuelve el posponer inversiones, reduciendo aún más el crecimiento de la economía.

El argumento central de una discontinuidad es que es difícil apartarse sin inconvenientes de un camino insostenible. El riesgo es que la economía se desacelere mucho más rápido de lo que casi todo el mundo espera en la actualidad. El Gobierno debe encontrar una forma de responder a esta situación que no aumente los desequilibrios mundiales o nacionales. La mejor estrategia sería continuar con las reformas y, simultáneamente, tratar de poner más poder adquisitivo en manos de los consumidores e invertir más en el consumo público y las mejoras del medio ambiente. Tal respuesta estaría totalmente en consonancia con las necesidades de China.

Una discontinuidad en el crecimiento económico de China es ahora más probable de lo que ha sido en décadas; una discontinuidad tal vez no sea breve; y el desafío que enfrentan los políticos es significativo. Los legisladores tienen que rediseñar una desaceleración económica que no provoque una crisis.

Además, el reto no es sólo, y ni siquiera principalmente, técnico. Una cuestión importante es si una economía de mercado es compatible con la creciente concentración del poder político. La siguiente etapa de la economía de China es un enigma. Su resolución transformará al mundo.