Durante la jornada de ayer la moneda brasileña se depreció y quebró la barrera de los 3,80, arrastrado por las expectativas de que se concrete un alza de las tasas de interés en Estados Unidos.
Además, el real reaccionó a las declaraciones del vicepresidente de Brasil, Michel Temer, quien afirmó que la popularidad de la mandataria Dilma Rousseff "es realmente muy baja" y que "nadie puede resistir tres años y medio" con un índice de un dígito, como el que existe actualmente.
En lo que va del año, el real se depreció 31,02%. En 2014, la moneda brasileña cerró con una caída del 13%. El gobierno confirmó el cargo a Joaquim Levy para despejar los rumores. / AFP
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