martes, 30 de septiembre de 2014

Más deuda hoy, crisis para el futuro

Noticia de estos días es la pretensión del Gobierno del presidente Morales de endeudar al Estado boliviano con el exterior por un monto de 3.600 millones de dólares. Tres mil millones, él quisiera que provengan de China y 600 del Banco Interamericano de Desarrollo.

Para fines de mayo, la deuda pública externa, según el Banco Central de Bolivia, alcanza a 5.309 millones de dólares, a lo que habría que añadirle 3.330 millones, que es el monto que ya han comprometido desembolsarle a Bolivia tanto los organismos internacionales de financiamiento como gobiernos. Si se suma el monto señalado al saldo de la deuda, querría decir que el país enfrentaría para el futuro ya una deuda pública externa del orden de los 8.639 millones de dólares, sin considerar los 3.600 que ahora se pretende.

Pero la deuda pública actual no es sólo externa, también es interna. Se podría concluir que el Estado boliviano se mueve hacia una deuda pública total del orden de los 16.686 millones de dólares, monto nada despreciable y que hubiese sido mucho mayor si es que no consideramos las varias condonaciones de deuda externa con la que el país se benefició en el pasado.

La pregunta que corresponde hacerse es ¿por qué se condonó la deuda a Bolivia? La respuesta es simple, no la pudo honrar.

La experiencia vivida debería ser una enseñanza para el Gobierno de Bolivia. No debemos endeudarnos. Más aún si durante estos años Bolivia pasó de ser un país deficitario en sus relaciones económicas internacionales a superavitario. Antes importábamos más de lo que exportamos, ahora es lo contrario.

"Se podría concluir que el Estado boliviano se mueve hacia una deuda pública total del orden de los 16.686 millones de dólares, monto nada despreciable, ya que hubiese sido mayor"

Argentina deposita pago de deuda pese a advertencia de EEUU

Argentina depositó hoy en Buenos Aires 161 millones de dólares para el pago de un nuevo vencimiento de deuda, pese al fallo de un juez de Nueva York que consideró el lunes que esa medida es ilegal y declaró en desacato al país sudamericano, informó el Ministerio de Economía.

El depósito se efectuó en un fideicomiso del estatal Banco Nación para cumplir con un vencimiento de bonos reestructurados en canjes de deuda de 2005 y 2010 y pese al fallo del juez de Nueva York Thomas Griesa, que calificó a esa estrategia de ilegal por incumplir su fallo.

"Al realizar dichos depósitos, la República Argentina ratifica una vez más su compromiso inquebrantable de cumplir todas sus obligaciones respecto de los bonistas y contribuir mediante las medidas que estén a su alcance a preservar su derecho a cobrar", reza el comunicado.

El gobierno realiza el depósito haciendo uso de una ley recientemente aprobada para habilitar una ventanilla de pagos en Buenos Aires y eludir de ese modo el bloqueo impuesto por Griesa en un banco de Nueva York en su carácter de agente de pago de la deuda.

El juez Griesa había declarado el lunes a Argentina en "desacato" por tomar "pasos ilegales" para eludir su sentencia, que obliga al país sudamericano a pagar 1.330 millones de dólares por bonos en default a fondos especulativos, aunque sin imponer sanciones hasta el momento.

El jefe de Gabinete argentino, Jorge Capitanich, restó importancia este martes a la orden del juez y consideró "inaplicables" eventuales sanciones en virtud de que "la ley de inmunidad soberana prohíbe las sanciones por desacato contra Estados extranjeros".

Democracia del siglo XXI

La recepción en Estados Unidos, y en otras economías avanzadas, del reciente libro de Thomas Piketty (El capital en el siglo XXI) da testimonio de la cada vez mayor preocupación sobre la creciente desigualdad. El libro de Piketty refuerza aún más la colección ya abrumadora de pruebas sobre la vertiginosa subida de la proporción de ingresos y riqueza en la parte más alta de la distribución del ingreso y la riqueza.

El libro de Piketty, además, ofrece una perspectiva diferente sobre los 30 o más años posteriores a la Gran Depresión y a la Segunda Guerra Mundial: ve a este período como una anomalía histórica, tal vez causada por la inusual cohesión social que los eventos catastróficos pueden estimular.

En dicha época de rápido crecimiento económico, la prosperidad fue ampliamente compartida, y todos los grupos avanzaron; pero aquellos grupos en la parte inferior vieron mayores ganancias porcentuales.

Piketty también arroja nueva luz sobre las ‘reformas’ que promocionaron Ronald Reagan y Margaret Thatcher en la década de los 80 como potenciadoras del crecimiento del cual todos se beneficiarían. De manera posterior a las reformas sobrevino un crecimiento lento y una mayor inestabilidad a escala mundial, y además, el crecimiento que sí aconteció benefició en su gran mayoría a aquellos en la parte superior de la distribución.

Pero el trabajo de Piketty va más allá: plantea problemas fundamentales tanto sobre la teoría económica como sobre el futuro del capitalismo. Piketty documenta un gran incremento en el ratio riqueza/producción. En la teoría estándar, tales incrementos estarían asociados con una caída en el rendimiento del capital y un aumento en los salarios. Sin embargo, hoy en día el rendimiento del capital no parece haber disminuido, a pesar de que los salarios sí disminuyeron.

La explicación más obvia es que el incremento en la riqueza medida no corresponde a un incremento en el capital productivo, y los datos parecen ser consistentes con esta interpretación.
Gran parte del incremento en la riqueza provino de un aumento en el valor de los inmuebles. Antes de la crisis financiera de 2008, se pudo evidenciar en muchos países la presencia de una burbuja inmobiliaria; incluso hasta ahora, puede que no se haya ‘corregido’ dicha situación de manera completa. El aumento en el valor también puede representar la competencia entre los ricos por bienes que denotan una ‘posición’.

La riqueza del trabajador

A veces, un aumento en la riqueza financiera medida corresponde a casi nada más que un simple desplazamiento desde la riqueza ‘no medida’ hacia esa riqueza medida -y estos desplazamientos pueden, en los hechos, reflejar un deterioro en el desempeño de la economía en general-. Si aumenta el poder monopólico o las empresas (como, por ejemplo, los bancos) desarrollan mejores métodos para la explotación de los consumidores comunes, ello se mostrará como mayores ganancias y, cuando dichas ganancias se capitalizan, se mostrarán como un aumento en la riqueza.

No obstante, cuando lo anteriormente detallado sucede, el bienestar social y la eficiencia económica por supuesto que caen, incluso de manera simultánea a un aumento oficial en la riqueza medida. Nosotros no tomamos en cuenta la disminución correspondiente al valor del capital humano, es decir, no tomamos en cuenta la disminución de la riqueza de los trabajadores.

Por otra parte, si los bancos tienen éxito en el uso de su influencia política para socializar las pérdidas y retener más y más del total de sus ganancias mal habidas, la riqueza medida en el sector financiero aumenta. No medimos la disminución correspondiente a la riqueza de quienes pagan impuestos. Del mismo modo, si las corporaciones convencen a los gobiernos para que estos paguen más de lo debido por sus productos (tal como las grandes compañías farmacéuticas pudieron lograrlo), o si las corporaciones obtienen acceso a recursos públicos a precios por debajo de los precios del mercado (tal como las mineras pudieron lograrlo), aumenta la riqueza financiera medida, a pesar de que existe una disminución en la riqueza de los ciudadanos comunes.

Lo que hemos estado observando -estancamiento de los salarios e incremento en la desigualdad, incluso a medida que la riqueza aumenta- no refleja el funcionamiento de una economía de mercado que se considera como normal, sino que refleja lo que yo denomino como ‘capitalismo sucedáneo’ (en inglés ersatz capitalism). El problema puede que no sea cómo los mercados deberían funcionar o cómo dichos mercados funcionan en los hechos, pero puede que el problema se ubique en nuestro sistema político, el cual no ha logrado garantizar que los mercados sean competitivos; y, además, dicho sistema político ha diseñado reglas que sustentan mercados distorsionados en los que las corporaciones y los ricos pueden (y por desgracia sí lo hacen) explotar a todos los demás.

Los mercados, por supuesto, no existen en un espacio vacío. Tienen que haber reglas del juego, y estas son establecidas a través de procesos políticos. Los altos niveles de desigualdad económica en EEUU y, cada vez más en países que han seguido el modelo económico de dicho país, conducen a la desigualdad política. En un sistema como el que se describe, las oportunidades para el progreso económico se tornan en desiguales, y consecuentemente refuerzan los bajos niveles de movilidad social.

Por lo tanto, el pronóstico de Piketty sobre niveles aún más altos de desigualdad no refleja las inexorables leyes de la economía. Simples cambios, incluyendo la aplicación de niveles más altos de impuestos a las ganancias de capital y las herencias, un mayor gasto para ampliar el acceso a la educación, la aplicación rigurosa de las leyes antimonopolio, reformas a la gobernanza corporativa que contengan los salarios de los ejecutivos, y regulaciones financieras que frenen la capacidad de los bancos para explotar al resto de la sociedad, reducirían la desigualdad y aumentarían la igualdad de oportunidades de manera muy notable.

Si logramos tener las reglas de juego correctas, podríamos incluso ser capaces de restaurar el crecimiento económico rápido y compartido que caracterizaba a las sociedades de clase media de la mitad del siglo XX. La principal interrogante a la que nos enfrentamos hoy no es un cuestionamiento sobre el capital en el siglo XXI. Es una pregunta sobre la democracia en el siglo XXI

Juez de EEUU declara a Argentina en desacato

El Gobierno argentino rechazó ayer la declaración de desacato resuelta por un juez neoyorquino, que falló a favor de los fondos de inversión especulativos, y se prepara para hacer frente este martes a un nuevo vencimiento con los acreedores de la deuda reestructurada.

"La decisión del juez municipal Thomas Griesa de declarar en desacato a la República Argentina es violatoria del derecho internacional, de la Carta de las Naciones Unidas y de la Carta de la Organización de los Estados Americanos", dijo la Cancillería argentina en un comunicado.

El Gobierno de Cristina Fernández advirtió que Estados Unidos, como Estado, "es el único responsable por las acciones de cualquiera de sus órganos, como la reciente decisión de su Poder Judicial" y pidió nuevamente al Gobierno de Barack Obama que el asunto se dirima en la Corte Internacional de Justicia de La Haya.

Griesa declaró ayer a Argentina en desacato por ignorar un fallo que le obliga a pagar a los fondos de inversión querellantes 1.300 millones de dólares, más intereses, por bonos en mora desde 2001 y que no ingresaron en los canjes de 2005 y 2010.

Más temprano, antes de conocerse la decisión judicial, el canciller argentino, Héctor Timerman, dijo ante la prensa que una decisión de ese tipo sería "inconcebible" e informó del envío de una carta al secretario de Estado estadounidense, John Kerry, para quejarse por el "disparate jurídico".

Según el Gobierno argentino, la decisión de Griesa "no tiene ningún efecto práctico salvo proveer de nuevos elementos que sirvan a la difamante campaña política y mediática llevada adelante por los fondos buitre contra la Argentina".

sábado, 27 de septiembre de 2014

Permiten pago del Citibank en Argentina

El juez neoyorquino Thomas Griesa autorizó ayer el pago de Citibank a tenedores de bonos de deuda emitidos en dólares bajo legislación argentina, pero dio 30 días de plazo a los fondos especulativos para intentar revocar esta decisión. Detalles. Aunque el juez Griesa no emitió ayer un fallo definitivo, el banco evitará de momento enfrentarse a las sanciones que las autoridades argentinas habían amenazado con imponer a Citibank en caso de no pagar el próximo 30 de septiembre. Citibank podrá así pagar los aproximadamente 5 millones de dólares que Argentina giró el 36 de junio y que Griesa bloqueó por considerar que incumplía la cláusula "pari passu" de pago simultáneo, que protege los derechos de cobro de los fondos especulativos. Juez acepta argumentos. Sin embargo, ayer el juez, aunque no falló, sí aceptó por el momento los argumentos de la abogada de la institución bancaria, Karen Wagner, que insistió en que estos bonos, emitidos en dólares bajo ley argentina, eran de deuda interna y no externa, por lo que no deberían verse afectados por la "pari passu". De esta manera, Griesa activó de nuevo la medida cautelar ("stay") única y exclusivamente para Citibank durante 30 días, en los que el pago no será considerado contradictorio con las órdenes del juez. 'Fondos buitres'. En este periodo, asimismo, los llamados "fondos buitres" podrán tener acceso por orden judicial a los registros de Citibank, para intentar demostrar que esos bonos sí se ofrecieron en países extranjeros y, por tanto, están sujetos a la cláusula. La vista de ayer, que duró dos horas y media y contó con un descanso solicitado por Griesa para meditar su decisión, precede a la del lunes, solicitada por los litigantes y en la que se estudiará si Argentina ha incurrido o no en desacato al tribunal. Griesa mantiene bloqueado en el Bank of New York un depósito de $us 539 millones que efectuó Argentina para tenedores de bonos reestructurados bajo legislación estadounidenses, medida con la que el juez busca hacer cumplir su sentencia que obliga a Argentina a pagar $us 1.330 millones a fondos especulativos que ganaron un juicio por deuda en default desde 2001.

Resolución de la ONU apoya a Argentina ante ‘fondos buitre’

El Consejo de Derechos Humanos de la ONU adoptó ayer en Ginebra (Suiza) una resolución de condena contra los “fondos buitre” promovida por Argentina, que mantiene una batalla legal con los fondos especulativos poseedores de deuda pública en default (suspensión de pagos). “Los ‘fondos buitre’ no van a parar hasta que nosotros les pongamos un freno”, dijo el canciller argentino, Héctor Timerman, al defender la resolución, que fue adoptada por 33 votos a favor, cinco en contra (incluyendo el voto de Estados Unidos) y nueve abstenciones, según la agencia AFP “Los miles de millones que los fondos buitre se llevan del sur empobrecido [...] se traducen en el cierre de escuelas, hospitales vaciados de medicamentos, en regimientos de familias hurgando en la basura para comer”, añadió Timerman, que viajó a Suiza para la ocasión. El texto “condena las actividades de los fondos buitre por los efectos negativos directos que ejerce sobre la capacidad de los gobiernos de cumplir sus obligaciones en materia de derechos humanos, sobre todo los derechos económicos, sociales y culturales, y el derecho al desarrollo, el reembolso de la deuda a esos fondos, en condiciones predatorias”. Impulso. Además de Argentina, otros países que presentaron la resolución son principalmente Brasil, Chile, Cuba, Rusia, Venezuela, Perú, Uruguay, Paraguay, El Salvador y Bolivia, estos cuatro últimos no miembros del Consejo de Derechos Humanos. Estados Unidos justificó su voto negativo argumentando que las discusiones sobre los mecanismos de reestructuración de la deuda son técnicas y que “si no se manejan de manera adecuada, corren el riesgo de crear incertidumbres que podrían disparar el coste de los préstamos o incluso cortar la financiación para los países en desarrollo”. Según EFE, la secretaria de Estado adjunta de Estados Unidos para Latinoamérica, Roberta Jacobson, admitió ayer que la relación con Argentina pasa por un “periodo difícil”, pero destacó que el litigio entre el Gobierno argentino y los fondos de inversión no es un problema político bilateral, sino un asunto judicial. La resolución de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) anima a los países a “participar en las negociaciones encaminadas a establecer un marco jurídico multilateral para los procesos de reestructuración de la deuda soberana”, previsto en la Resolución 68/304 de la Asamblea General. Dicha resolución, impulsada por Argentina, el G77 y China, fue adoptada el 9 de septiembre en la Asamblea General en Nueva York, y preconiza “elaborar y adoptar a través de un proceso de negociaciones intergubernamentales” un marco legal multilateral que permita reestructuraciones ordenadas de deuda soberana. Buenos Aires mantiene una disputa legal con fondos especulativos, que califica de “buitres”, porque compraron bonos de deuda impaga desde 2001 y ahora exigen el 100% de su valor, pese a que el 93% de los tenedores de deuda argentina en default aceptaron importantes quitas. Dichos fondos han logrado en Estados Unidos que el juez federal Thomas Griesa bloqueara pagos al 93% de bonistas que aceptaron entrar en las reestructuraciones en 2005 y 2010 de la deuda argentina, lo que llevó al país sudamericano a un default parcial el 30 de julio. Ayer se informó que Griesa autorizó el pago de Citibank a tenedores de bonos de deuda emitidos en dólares bajo legislación argentina. ¿Qué son los ‘fondos buitre’? Argentina llama “buitres” a los fondos especulativos que compraron su deuda ya en default y recurrieron a la Justicia para obtener el pago del 100% de los adeudos. Además no se acogieron a la reestructuración de la deuda soberana de 2011.

viernes, 26 de septiembre de 2014

Argentina consigue una victoria diplomática contra fondos buitre en Consejo de DDHH de la ONU

Argentina obtuvo hoy una nueva victoria en su ofensiva diplomática contra los fondos especulativos, con la aprobación en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU de una resolución que condena a los denominados "fondos buitre" y ordena una investigación de sus actividades. El ministro argentino de Relaciones Exteriores, Héctor Timerman, quien presentó personalmente el proyecto de resolución al pleno del Consejo, destacó -tras la votación- que "es la primera vez que se decide que la ONU investigue las actividades estos especuladores internacionales y las consecuencias de sus acciones". Reconoció, sin embargo, que no basta con condenar e investigar si al final no hay consecuencias concretas. "Este no es el fin del camino, es una etapa más para Argentina, que luchará en todo los lugares donde tenga que dar la batalla", adelantó Timerman. "Nuestro interés es que se limite el accionar de estos fondos, que se termine con esta especulación que tanto daño hace a los pueblos", recalcó el canciller en una comparecencia ante la prensa. Adelantó que, cuando se disponga de todos los elementos de análisis, "entonces se tomarán las medidas adecuadas". Argentina está en una gran campaña internacional contra los "fondos buitre" que no aceptaron la reestructuración de la deuda argentina que poseen y que le reclaman su pago. La resolución fue aprobada por 33 votos a favor, frente a 5 en contra (Estados Unidos, Reino Unido, Alemania, Japón y República Checa) y 9 abstenciones. En ella se denuncia que esos fondos financieros acuden "a los tribunales y otros medios para obligar a los países a desviar recursos financieros ahorrados con la cancelación de la deuda", en el marco de planes internacionales de alivio de la deuda. En respuesta a los países que se opusieron a la resolución, el ministro argentino aclaró que este no solo es un problema financiero, sino también social y, en particular, de derechos humanos. "Cuando se desvían los fondos destinados a programas de salud es un problema de derechos humanos, que se embarguen fondos que debían usarse en programas de alimentación también es una cuestión de derechos humanos", enfatizó. En su lucha en los planos diplomático y jurídico contra los "fondos buitre", la iniciativa argentina invita al resto de países a considerar "la aplicación de marcos jurídicos para poner alto a las actividades predatorias" de esos agentes financieros. Asimismo, les alienta a que participen en las negociaciones para crear un marco legal multilateral para los procesos de reestructuración de la deuda soberana y garantizar su compatibilidad con los derechos humanos. "Esta resolución no era contra ningún país, sino contra un grupo de especuladores internacionales, verdaderos piratas del siglo XXI que asuelan a los pueblos y países donde pueden realizar sus actividades", declaró el canciller. La instancia que investigará las actividades de esos fondos será el Comité Asesor del Consejo de Derechos Humanos, conformado por 18 expertos independientes elegidos por su capacidad profesional y representantes de las distintas regiones del mundo.

jueves, 25 de septiembre de 2014

Cristina carga contra los fondos buitre

La presidenta argentina, Cristina Kirchner, denunció ayer en la Asamblea de la ONU el "acoso" de los fondos especulativos que le ganaron al país un juicio en EEUU llevándolo a default parcial y que ayer cargaron de nuevo con petición de desacato y multas de $us 50.000 diarios. Argentina es "un país que tiene voluntad de pago y tiene capacidad de pago. Y va a pagar su deuda a pesar del acoso de los fondos buitre", dijo Kirchner en la sede de Naciones Unidas en Nueva York, asegurando que los fondos a los que califica de "buitres" practican "terrorismo económico y financiero". "No solamente son terroristas los que andan poniendo bombas, también son terroristas los que desestabilizan un país", agregó

miércoles, 24 de septiembre de 2014

EL DÓLAR PARALELO ALCANZA OTRO RÉCORD

El dólar paralelo en Argentina volvió a tocar un nuevo récord ayer al ganar 27 centavos respecto a la cotización del lunes y se vende a $ 15,42. Sorpresivamente, el oficial bajó un centavo y cerró a $ 8,44, informa el diario Clarín, mientras que el dólar Bolsa superó el valor de la última jornada y alcanzó a $ 14,71, mientras el contado con liquidación bajaba a $ 14,49. En el mercado mayorista, el peso bajó de $ 8,4270 del lunes, a $ 8,4200 en el cierre de ayer. La tendencia es contraria a el resto de las divisas en la región, que se desvalorizaron respecto a la moneda estadounidense. Mientras continúa la demanda de empresas para realizar el pago de importaciones y supera la oferta de los exportadores para los cereales. Se conoce que el Banco Central tuvo que vender 20 millones de dólares para dar liquidez al mercado. La divisa subió en todas sus versiones impulsada por la fuerte demanda de las empresas, que buscan en la Bolsa los dólares que no obtienen en el mercado cambiario para poder realizar sus importaciones.