domingo, 25 de octubre de 2015

El dinamismo de la demanda interna

Es un dato interesante, contra todo pronóstico y en tiempos de crisis internacional, el 5,2% de crecimiento de la economía observado al segundo trimestre de 2015, una tasa del PIB a 12 meses o anualizada que ,si bien es inferior a la registrada en los mismos periodos en 2013 y 2014 - que fue de 6,1% respectivamente-, es superior a las tasas del PIB anualizadas de los segundos trimestres de 2011 y 2012.
A nivel del crecimiento del PIB respecto al trimestre anterior, la tasa fue 4,8%, también inferior a la de los dos años anteriores, pero superior a la registrada en el segundo trimestre del 2012.
Para tratar de explicar este incremento se analiza la contribución o incidencia de los componentes por el lado del gasto en el PIB. Se diferencia entre los relacionados con la demanda interna (como el consumo del Gobierno, de los hogares y la inversión) del componente asociado a la demanda externa (como las exportaciones).
Uno ve claramente en el gráfico la caída en la contribución de las exportaciones como consecuencia de los efectos negativos de la crisis internacional, de -3,3% en el primer trimestre y de -1,9% en el segundo trimestre, debido a un menor volumen exportado ante una contracción de la demanda externa.
¿Entonces, a qué se debe el crecimiento del PIB? El crecimiento se debió a la demanda interna como resultado de la incidencia positiva en el PIB de los gastos del consumo privado en un 3,5%, del consumo público así como de la inversión en un 0,7% cada uno.
Este comportamiento va en general en contra de las recetas que dicen que ante la crisis hay que ajustarse los cinturones aplicando medidas de austeridad, como lo haría cualquier jefe de familia cuando se le contrae su ingreso.
Sin embargo, a nivel macroeconómico, el comportamiento de rebaño o manada es perjudicial puesto que si el Gobierno, las empresas y las familias contraen sus gastos resulta que están contrayendo su propia demanda, generando por tanto un circulo vicioso, puesto que ante una menor demanda por sus bienes y servicios, se tenderá a disminuir o contraer la oferta de esos productos.
Keynes, hace casi un siglo, y economistas como Paul Krugman en el siglo actual son los propulsores de que, en situaciones de crisis y en un marco macroeconómico estable, es necesario expandir en lugar que contraer la demanda agregada con políticas fiscales para reactivar la economía.
En el caso boliviano, es interesante observar a nivel de los datos de los primer y segundo trimestres de 2015, que la participación del consumo privado como público en el total, así como de la inversión, denominado coeficiente de inversión fueron, en promedio, mayores a los observados en los periodos anteriores en los mismos trimestres, lo que muestra una señal positiva tanto por el lado del gasto público como del gasto privado.
En el caso de la inversión se observa más claramente esta relación y en especial en la inversión pública. Lo que dicen los manuales es que el Gobierno debe ajustar su gasto fiscal, en especial las inversiones públicas, para dejar su expansión al sector privado.
Un reciente trabajo de Nicolás Maqud para el FMI, imagínese, titulado La melancolía de las materias primas: La inversión empresarial en América Latina, resalta la desaceleración de la inversión privada en la región desde 2011, mostrando una alta correlación entre el comportamiento de la inversión privada y los precios de exportación de materias primas.
Señala: "La caída de los precios de exportación de las materias primas explica casi la totalidad de la disminución de los ratios promedio de inversión/capital”. Esto significa que la inversión privada es procíclica, aumenta en tiempos de expansión económica y se contrae en tiempos de contracción económica.
Recientemente, la CEPAL señaló que las entradas de inversión extranjera directa (IED) hacia 16 países de América Latina disminuyeron 21% durante la primera mitad del año respecto al mismo período del año anterior y que "entre los factores de la disminución de la IED hacia la región figura la caída de las inversiones en la minería y en hidrocarburos por la reducción de los precios internacionales, la desaceleración de China y el crecimiento económico negativo de la región”.
Entonces, ¿le correspondería a la inversión pública, como en el caso boliviano, ser el motor de la reactivación?

sábado, 24 de octubre de 2015

India, nuevo motor económico del mundo?



Eterna promesa emergente, la India vuelve a estar en el radar de los mercados y los inversores la postulan como motor económico global alternativo a una enfriada China, pero la India no es China ni por tamaño ni por influencia.

Inmune al efecto dominó chino que arrastra a Rusia, Brasil y Sudáfrica, la India vuelve a brillar, pero la poca integración que la protege de los vaivenes de la economía global, su escaso peso en el comercio y las dificultades para hacer negocios suponen un obstáculo para que se convierta en una nueva China. No obstante, aún así existen motivos para el optimismo indio. Su gran economía es la que más crece en 2015.

Por primera vez en décadas su Producto Interior Bruto (PIB) superó en crecimiento al chino, con 7,5% frente al 7% en el primer trimestre de 2015, tendencia que la ONU prevé continuará este año.

Así, la India brilla de nuevo, tal y como ocurrió en la primera década del siglo XXI, cuando un boom de inversión extranjera llovió sobre el país emergente provocando una euforia que ahora parece querer repetirse.

DATOS. “En un ambiente de ralentización una economía que puede crecer al 8 o 9% como la India puede definitivamente proveer el apoyo a la economía mundial”, dijo el ministro de Finanzas indio, Arun Jaitley.

El viceministro de la misma cartera, Jayant Sinha, fue aún más tajante al afirmar que con el enfriamiento chino y sus consecuencias internacionales la India está lista para “tomar el bastón del crecimiento global”.

Sin embargo, las diferencias en el tamaño del PIB y las rentas per cápita de India y China, así como sus modelos de crecimiento, ponen en tela de juicio que el primero tenga el músculo para tirar de la economía global.

Las declaraciones de los políticos indios “son alardes divorciados de la realidad. El crecimiento es muy bajo y el país muy pequeño”, sostuvo el analista Mihir Sharma. “China conquistó los mercados de exportaciones porque creó cadenas de suministros, fábricas gigantes con un gran número de trabajadores formados y redujo la burocracia”.

El primer ministro indio, Narendra Modi, ha puesto en marcha medidas para reducir la burocracia y facilitar los negocios para atraer manufacturas, pero ha fracasado por el momento en reformas clave como la normativa para compra de terrenos industriales o la unificación del IVA.

Para el gobernador del banco central indio, Raghuram Rajan, a su país le queda un largo camino para convertirse en un motor de la economía mundial. “Incluso si superamos a China en la tasa de crecimiento, su efecto será muy pequeño durante mucho tiempo”.

Una prueba global del poder estadounidense

¿Cuánto tiempo puede un país que representa menos del 5 por ciento de la población mundial y el 22 por ciento de la economía mundial mantener el dominio político y militar en el mundo? La pregunta se plantea con una urgencia cada vez mayor en el Medio Oriente, Europa del Este y el océano Pacífico.

Desde que terminó la guerra fría, el abrumador poder militar de Estados Unidos ha sido central en la política mundial. Ahora, en tres regiones cruciales, ese poder se pone a prueba, conforme sus rivales ponen a prueba su determinación y Estados Unidos considera cuándo y si debe responder.

Consideremos tres notas que aparecieron en el Financial Times la semana pasada. Historia uno: "Estados Unidos advierte a Moscú no escalar operación militar en Siria". Historia dos: "Buques de guerra estadounidenses impugnan las reclamaciones chinas en Mar de China Meridional". La tercera historia era que Gran Bretaña había accedido a unirse a Estados Unidos y Alemania en el despliegue de las tropas en los estados bálticos.

Estos eventos tienen lugar en diferentes partes del mundo, pero están conectados. El poderío militar norteamericano es el que garantiza las fronteras en todo el mundo. En Medio Oriente, tiene enormes bases navales y aéreas para tranquilizar a los aliados y para intimidar a los rivales. En el este de Asia, la marina estadounidense está acostumbrada a tratar el Pacífico como "lago americano", garantizando la libertad de navegación y ofreciendo tranquilidad a sus aliados. En Europa, la OTAN garantiza la integridad territorial de sus Estados miembros (y Estados Unidos representa 75 por ciento del gasto militar de la OTAN).

Pero las cosas están cambiando. La intervención rusa en la guerra civil siria ha subrayado el grado en que Estados Unidos ha perdido el control del Medio Oriente, a raíz de las protestas de la primavera árabe y la retirada de tropas estadounidenses de Irak. Con Estados Unidos reacio a desplegar tropas de tierra en el Medio Oriente de nuevo, Moscú encontró un vacío de poder y se ha buscado llenarlo.

En Europa, la incautación rusa de Crimea de Ucrania el año pasado representó la primera anexión forzosa de territorio en el continente desde el fin de la segunda guerra mundial. Como era de esperarse, los países bálticos, que alguna vez fueron parte de la Unión Soviética, están muy preocupados por el precedente. Por ello, la OTAN ha reforzado su presencia militar en la región.

En Asia, el programa de construcción de islas chinas en el Mar Meridional de China tomó forma en el pasado año, transformando el reclamo teórico de Beijing a aguas territoriales a miles de millas de su costa en algo que es (literalmente) más concreto. Estados Unidos dice que no se pronunciará sobre las disputas territoriales de China con sus vecinos, pero que está decidido a proteger la libertad de navegación en el Pacífico. De ahí la decisión aparente de la marina de Estados Unidos para desafiar la idea de que China ha establecido las aguas territoriales en torno a sus nuevas islas artificiales.

Las tres disputas son un recordatorio de que, a pesar de que retóricamente se habla de un "mundo sin fronteras", el control del territorio sigue siendo fundamental para la política mundial. Según Sir Robert Cooper, un exdiplomático británico: "El orden mundial depende del orden territorial. Si no se sabe quién es el dueño del territorio, no se sabe nada sobre el orden internacional". Thomas Wright, de la Brookings Institution, hace un punto similar cuando argumenta que la estabilidad política internacional depende de "órdenes regionales saludables, especialmente en Europa y el este de Asia. Si estas regiones se desmoronan, nada va a guardar el orden global".

Europa y el este de Asia no se están “desmoronando”, pero sus bordes se están debilitando. Mientras tanto, la visión de un Medio Oriente que realmente está cayéndose a pedazos es aún más inquietante, tanto en Europa como en Asia, ya que plantean interrogantes sobre el poder estadounidense y la durabilidad de las fronteras internacionales. Incluso algunos estrategas norteamericanos que durante mucho tiempo han argumentado que Estados Unidos debería "reequilibrar" su política exterior hacia Asia e entrometerse menos en el Medio Oriente se están retractando, ya que la percepción de una retirada en el Medio Oriente está socavando el prestigio de Estados Unidos en Asia.

La administración de Barack Obama está bajo presión, doméstica y extranjera, para restaurar la imagen de fortaleza estadounidense al responder con más vigor a estos desafíos territoriales. La decisión de enviar barcos a través de las aguas reclamadas por China, y de desplegar tropas a los países bálticos, es una respuesta a estas presiones. Pero Obama sigue siendo muy consciente de la naturaleza contraproducente de las recientes intervenciones militares estadounidenses en Irak y Libia; y también es adecuadamente cauto sobre los riesgos de una confrontación militar con Rusia o China.

El panorama se complica aún más por una disputa sobre quién es el poder "revisionista" en la política mundial. Estados Unidos percibe las reivindicaciones territoriales de Rusia y China como desafíos al orden mundial. Pero los rusos afirman que es Estados Unidos quien está verdaderamente socavando el orden global respaldando "cambios de régimen" en países como Ucrania y Siria.

Hay un elemento de propaganda en las proclamaciones rusas. Pero tanto Beijing como Moscú parecen genuinamente temer que, a menos que hagan frente al poder de Estados Unidos, en última instancia, podrían también ser víctimas de un cambio de régimen respaldado por Washington. Los estadounidenses, por su parte, temen que si permiten que el revisionismo territorial prolifere, el mundo será un lugar más anárquico y peligroso mientras que su poder global se erosiona.

La combinación de estos temores resulta en una receta para el tipo de peligrosos conflictos regionales que están surgiendo en todo el mundo.

Brasil afronta su peor crisis en 25 años y aflige al vecindario



La situación brasileña preocupa a la región, sobre todo a Argentina que, teniendo a ese país como principal socio comercial, le envía el 18.5 por ciento de sus exportaciones. Los demás mercados sudamericanos no están menos inquietos. En el caso boliviano la relación se encuentra determinada, principalmente, por la renegociación del contrato de venta de gas natural.

Los analistas más serios explican la crisis no tanto en la retracción de la economía mundial, sino, especialmente, en la aplicación de las políticas de austeridad por parte del gobierno de Dilma Rousseff. Se advierte que la recesión continuará el próximo año y esto ha comenzado a inquietar a los países que, en buena medida, dependen de la salud de Brasil.
En general, hay coincidencia en señalar que el ajuste fiscal profundizó la recesión. Con esa medida económica, Brasil buscaba una calificación positiva a nivel internacional en cuanto al grado de inversión, pero, como han subido las tasas de interés, solo consiguió alentar a una casi segura nota negativa.

Grandes problemas
El elevado nivel de su deuda y la estrepitosa caída de la confianza internacional son dos de los principales problemas que debe encarar el debilitado gobierno de Rousseff.

Mientras los expertos calculan que Brasil achicará sus compras externas en 40% el próximo año, la conclusión más lapidaria apunta a una contracción del Producto Interno Bruto entre 1.5 y 2 por ciento hasta fines de 2015.

Entre las razones del retroceso de la mayor economía del continente también se menciona un posible complot interno contra la Presidenta, que está inmersa en una severa crisis política de la que no puede salir desde el complejo año pasado.

El vecindario
La situación brasileña aflige a la región, sobre todo a Argentina, que envía el 18.5% de sus exportaciones a ese mercado. Emiliano Colombo y Alejandro Robba, docentes de la Universidad Nacional de Moreno, escriben para Página 12 que “deberemos discutir cuáles serán los nuevos mercados externos si es que nuestro principal socio comercial se emperra con no ser el promotor del crecimiento regional. En un mundo multipolar con final abierto, cómo insertarnos en el mundo no depende solo de decisiones de política interna sino también de las estrategias nacionales de nuestros socios”.

A días de las elecciones, los equipos económicos de los candidatos a suceder a Cristina Fernández centran su atención en la crisis del ‘Gigante sudamericano’, afectado gravemente por una corrupción que los brasileños no parecen dispuestos a perdonar.

El ajuste
“La economía brasileña pasa por un ajuste importante y necesario, que hará de 2015 un año de transición y, sobre todo, de construcción de bases más sólidas para retomar el crecimiento”, había advertido ya el presidente del Banco Central brasileño, Alexandre Tombini.

A fines del mes pasado, esa misma autoridad no descartó echar mano de las reservas de divisas de su país con tal de calmar el nervioso mercado cambiario. La recesión económica arrastró al real brasileño a su nivel más débil desde la creación de esa moneda en 1994.

Tras diez años de crecimiento sostenido, el hermano mayor de Sudamérica comenzó su retroceso en 2009. Aquel año, la crisis internacional ayudó a contraer su PIB un 0.2%

Para contener la tendencia negativa puso al liberal Joaquim Levy en el Ministerio de Economía, lo que hasta el día de hoy le trae problemas al interior de su partido, el PT.

En diálogo con Infobae, Fernando Cardim de Carvalho, economista del Instituto Brasileño de Análisis Sociales y Económicos y profesor de la Universidad Federal de Rio de Janeiro, dice: “Cuando la economía china perdió aliento, Brasil se quedó sin sustento, con bajo nivel de inversión, expansión del consumo a costa del endeudamiento de las familias y la cuenta corriente en deterioro permanente. En los últimos años, la erosión de la situación política, con un Poder Ejecutivo cada vez menos efectivo, el cuadro se agravó y llegamos a la situación actual”.

CLAVES

Recesión mayor de la prevista
Afectada por una alta tasa de inflación, el aumento de las tasas de interés y una serie de incrementos de impuestos y recortes de gastos por parte de la presidenta Rousseff, la economía brasileña sufre una recesión mayor de la prevista.

Economía en desplome
La actividad económica cayó por tercer mes consecutivo en agosto, según datos oficiales del Banco Central de Brasil. Se desplomó un 4.47% interanual, profundizando su caída desde un declive interanual de 4.28% en julio.

El ajuste de doble filo
Ante la reversión del ciclo alcista de los commodities (las materias primas), Brasil tomó el camino de ajustar y achicar el Estado, para intentar agrandar la renta empresarial como impulso de una futura recuperación.

Plan austeridad
El gobierno de Dilma Rousseff implementó una combinación de recortes de gastos (eliminación de ministerios, menor gasto en infraestructura) con el aumento de algunos impuestos (combustibles, transacciones financieras).

Aumento de tasa de interés local
Otra medida económica aplicada en Brasil es el incremento de la tasa de interés local, que se duplicó respecto al año 2013 para llegar a más de 14% anual. Esto con el propósito de contener la salida de capitales fuera del país.

"La economía brasileña pasa por un ajuste importante y necesario, que hará de 2015 un año de transición"
Alexandre Tombini
Presid. Banco Central de Brasil

Análisis: Precio del petróleo y renegociación del contrato de venta de gas a Brasil

CAPITALES consultó a Mirko Orgáz García, experto en temas de hidrocarburos, cuál será el impacto en Bolivia del precio del petróleo en la renegociación del contrato de venta de gas a Brasil. Aquí su respuesta:
“Inicialmente, este es el tema económico más importante que Bolivia deberá encarar los próximos dos años y que será la base de sus ingresos económicos los siguientes 40 años.

Bolivia encara este tema sin contar con las reservas suficientes de gas y en el contexto de la disminución de los precios del barril de petróleo, lo que afectaría el precio del gas y el desarrollo de las negociaciones a favor del Brasil.

Bolivia en este momento no tiene las reservas suficientes para encarar un nuevo contrato (la última certificación la establece en 10,45 TCF). Al ritmo actual de consumo, 0,86 TCG al año, estas reservas alcanzarían hasta el 2026, sin renovar el actual contrato que finaliza en 2019. Si lo renovamos, en 2025 Bolivia no podría satisfacer la demanda de Brasil, ni sus propios requerimientos.

La estrategia basileña es más gas a menor precio. Brasil quiere, así lo han hecho saber algunos analistas del tema, 60 Mmm3/d, el doble de lo que consume de Bolivia a la mitad de precio. Es decir, se llevaría el doble por la misma cantidad que paga hoy. Esta estrategia ya tiene sus corifeos en el país.

La estrategia boliviana debiera ser proveer gas al Brasil en cantidades que no pongan en peligro nuestro consumo, los necesarios procesos de industrialización del litio, minerales y economía nacional en los siguientes años y nuestra seguridad energética, pero además a cambio de mercados en el Brasil para nuestros productos y no solo de ingresos justos.

Respecto al precio. En tiempo de cambio climático, el gas es el combustible fósil menos contaminante. En términos de poder calorífico, un millar de pié cúbico de gas debiera valer 1/5 del barril de petróleo (1 barril de petróleo genera 5,42 de BTUs, unidades térmicas). Es decir, cuando el barril de petróleo estaba en 100, Bolivia debía haber recibido 20 dólares. Lo máximo que recibió fue 10.

Brasil paga un precio indexado a una canasta de fuell Cells que lo establecen un 50% por debajo de su valor calorífico.
Bolivia debe buscar una negociación que le permita obtener el doble del precio del gas de exportación por su valor calorífico y medioambiental, y nuevos mercados para sus productos industriales”.

viernes, 23 de octubre de 2015

Economía regional a debate en reunión de Bancos Centrales de América del Sur

Paraguay es desde hoy el anfitrión de la 30 Reunión de Presidentes de Bancos Centrales de América del Sur, un evento en el que titulares de ocho países de esa parte del continente debatirán e intercambiarán ideas sobre diversos factores macroeconómicos de la región.

La reunión, que se celebra en un hotel de Asunción y es a puerta cerrada, reúne a los presidentes de los bancos centrales de Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Ecuador, Paraguay, Perú y Uruguay, informó en un comunicado el Banco Central del Paraguay (BCP).

El presidente del BCP, Carlos Fernández Valdovinos, será el encargado de abrir la reunión, para luego dar paso al turno de delegaciones, que tendrán la oportunidad de plantear la situación y las perspectivas macroeconómicas de sus países.

Está previsto que el equipo técnico del BCP presente el estudio "Efectos e implicancias de los descalces cambiarios en la región", mientras que por parte de Uruguay se expondrá el trabajo titulado "Estimación y determinantes de la brecha del producto".

De la reunión, que se celebra cada dos años, saldrán una serie de conclusiones y se decidirá también el país que acogerá la próxima cumbre.

miércoles, 21 de octubre de 2015

¿Fin de la cautela fiscal del FMI?

En tiempos de turbulencia y crisis se espera que los informes sobre las perspectivas de la economía mundial, como en el caso del Fondo Monetario Internacional (FMI), nos den algunas luces sobre sus causas y las medidas de política que permitan enfrentarlas. En cambio, el FMI empieza diciendo que después de seis años de la crisis financiera y la recesión profunda del 2009, "la vuelta a una expansión robusta y sincronizada sigue siendo incierta”.
Los pronósticos son menores a los estimados a abril de este año, como se observa en el gráfico, con un crecimiento moderado del producto mundial del 3,1% en 2015 y 3,6% en 2016, una leve recuperación de las economías avanzadas en torno al 2% y la continuación en la desaceleración de las economías emergentes y en desarrollo en 2015 a un 4% y a 4,5% en 2016.
Entre las causas de esta moderación del crecimiento, según el FMI, está un listado que mezcla un popurrí de factores de oferta y demanda, como en el caso de la persistencia de un bajo crecimiento de la productividad, la inversión persistentemente baja, "la baja demanda agregada…. que desalienta la inversión, generando un círculo vicioso”, el envejecimiento de la población en algunos países y, en otros, las deficiencias institucionales o la inestabilidad política.
Recién parece preocuparse el FMI por la contracción de la demanda agregada y especialmente por la baja inversión.
Sin embargo, sus recomendaciones siguen siendo tan innovadoras como siempre: las economías de mercados emergentes y en desarrollo deben estar preparadas para la normalización de la política monetaria en Estados Unidos; las economías avanzadas deben seguir haciendo frente a las secuelas de la crisis; se debería seguir aplicando una política monetaria acomodaticia, respaldada por medidas fiscales, pero sólo -ojo- "cuando el espacio fiscal lo permita”.
Lo novedoso es que finalmente y enhorabuena, el FMI termina aceptando a regañadientes que "se justifica la inversión en infraestructura en un momento en que las tasas de interés reales a largo plazo se mantienen muy bajas”, concluyendo con una lección aprendida en Introducción a la Economía: la inversión es una forma de estimular el crecimiento potencial del producto.
El problema de fondo es que no se ha podido superar las causas y efectos de la crisis financiera de 2007-2009, cuyo ciclo financiero en su fase descendente aún no terminó y que se expresa en la alta volatilidad financiera y en la elevada aversión al riesgo. Recordemos lo que dice el Banco de Pagos Internacionales, que "los ciclos financieros difieren de los ciclos económicos.
Los primeros abarcan las interacciones de refuerzo mutuo entre percepciones de valor y riesgo, asunción de riesgos y restricciones de financiación que se traducen en fases de expansión y contracción financieras. Suelen ser más amplios que los ciclos económicos y pueden dar paso a depresiones cuando ambos coinciden y se refuerzan”.
Así, la aparente recuperación sólo se dio en la inversión financiera, en la compra de acciones y bonos, pero no en la inversión productiva, debido a tasas de interés cercanas a cero, a la que se acomodaron las empresas y bancos, con un elevado endeudamiento del sector privado que puede socavar la sostenibilidad del crecimiento económico.
La cuestión de fondo, que el FMI no entiende, ya que insiste en su cautela fiscal, es casi similar al que se enfrentó con la crisis de 1830: cómo reactivar la inversión y el consumo, que son los dos componentes de la demanda agregada.
En la medida que el sector privado siga con su aversión al riesgo es necesaria la intervención del Estado con aumento del gasto fiscal, tanto para aumentar la inversión como para expandir el consumo. Como dijo Krugman en su blog, en tiempos no normales como los que vivimos "la prudencia fiscal convencional es una tontería peligrosa”.
El razonamiento de Krugman es que los bancos centrales hasta ahora imprimieron cantidades de dinero, la relajación cuantitativa, para comprar activos dudosos. Pero como no existe "un verdadero castigo por sentarse sobre el efectivo, al estar las tasas de interés cercanas a cero”, termina inactivo en las reservas de los bancos.
Lo que se debe hacer es financiar los déficit fiscales con dinero impreso por los bancos centrales, y con ese dinero financiar el gasto de inversión y en consumo, para reactivar el crecimiento. Viva Keynes.
* El autor, economista, fue presidente del
Banco Central de Bolivia.

La burbuja crediticia corporativa en los mercados emergentes

Cuando los funcionarios del Fondo Monetario Internacional (FMI) y del Banco Mundial originalmente decidieron celebrar la reunión anual de este año en Perú, algunos esperaban que la ubicación brindara un tono celebratorio.
Esto se debió a que después de la crisis financiera occidental de 2008, en un principio pareció que los mercados emergentes, incluyendo los de Latinoamérica, estaban llevando la batuta en el crecimiento global. Después de todo, ellos no estaban involucrados en la insensatez de la burbuja crediticia que condujo a la crisis, con todos sus abusos relacionados con las hipotecas de alto riesgo.
Pero éste ya no es el caso. La próxima semana (la semana que pasó), cuando se lleve a cabo la reunión del FMI y el Banco Mundial en Lima, los funcionarios ciertamente se lamentarán del débil ritmo de crecimiento del mundo desarrollado. Lo que realmente desconcierta a los reguladores, sin embargo, no es la condición del occidente, sino el estado de los mercados emergentes.
Desaceleración en todas partes
El crecimiento se está desacelerando en todas partes, desde China hasta Perú. Además, se vuelve aparente que los mercados emergentes se encuentran atrapados en una nueva burbuja crediticia. Y las consecuencias, como las de la burbuja crediticia occidental de la década anterior, pueden ser profundamente desestabilizadoras para la economía global y extremadamente desagradables para los inversionistas.
Esto se debe en gran parte a que la forma en que los flujos financieros operan actualmente en, por ejemplo, Shanghái, es casi tan misteriosa para los inversionistas como lo eran las hipotecas de alto riesgo en California hace una década, y tan peligrosamente contagiosa.
Una manera de hacerse una idea de cómo están cambiando los riesgos es analizando lo que ocurrió con la deuda corporativa de los mercados emergentes. Hace una década, parecían estar operando a niveles relativamente modestos, al menos en comparación con partes del mundo occidental. Pero, como señala el FMI en su más reciente informe de estabilidad financiera, entre 2004 y 2014 la deuda corporativa de los mercados emergentes aumentó de cuatro billones a 18 billones de dólares, con gran parte del crecimiento observado después de 2008.
Este número bruto oculta variaciones significativas. Aunque el endeudamiento corporativo aumentó recientemente en China, Turquía, Chile, Brasil, India y México, disminuyó en Sudáfrica, Hungría y Bulgaria. Pero en términos generales, el FMI calcula que los pasivos de los mercados emergentes representan ahora el doble de su patrimonio; hace apenas cuatro años estaban a la par.
Éste es un giro sorprendente que plantea interrogantes acerca de si las empresas de mercados emergentes podrán cumplir con sus obligaciones con relación a esta deuda si (o cuando) los bancos centrales en el mundo desarrollado, en particular la Reserva Federal de EEUU, comiencen a subir las tasas de interés.
La deuda en el contexto global
Existe una segunda forma de plantear el problema, la cual requiere considerar la deuda de los mercados emergentes no aisladamente, sino dentro del contexto global del "dinero”. Después de todo, como señaló el analista de Citi Matt King, es importante recordar que hay dos formas mediante las cuales el dinero, en el sentido más amplio, se puede crear.
La primera es a través de la acción del banco central; la flexibilización cuantitativa ha inyectado billones de dólares en el sistema global. La segunda ocurre cuando los bancos y los mercados del sector privado "reciclan” esos fondos del banco central, y, lo más importante, los amplifican, a veces en una escala masiva.
Durante los últimos dos años fue la flexibilización cuantitativa -la primera parte de la ecuación- la que capturó la atención de los inversionistas; la segunda parte a menudo se ignora ya que los datos son insuficientes. Sin embargo, Matt King intentó calcular la creación global de dinero del sector privado y llegó a una conclusión sorprendente: tres cuartas partes de toda la creación de dinero del sector privado a nivel global durante los últimos cinco años ocurrió en los mercados emergentes.
Más específicamente, desde 2000, ocho billones de dólares de los flujos monetarios entraron a los mercados emergentes, y esto generó cinco billones de crédito privado en los mercados emergentes cada año.

Esto plantea una pregunta crucial: ¿qué ocurre cuando este proceso de creación de dinero privado de los mercados emergentes se desacelera o da marcha atrás? Algunos reguladores esperan que cualquier conflicto pueda ser contenido con más creación de dinero de los bancos centrales occidentales; un poco más de flexibilización cuantitativa pudiera calmar a los mercados, o por lo menos eso es lo que plantea el argumento.
Gran burbuja crediticia
King, de Citi, duda de que esto vaya a funcionar: la burbuja de los mercados emergentes es tan grande que no está nada claro si los bancos centrales podrían cubrirla si esta creación de dinero se ralentiza; el mundo está llegando a un punto de "agotamiento crediticio”. Si este análisis es, aunque sea, parcialmente correcto (y yo creo que lo es), las implicaciones son alarmantes.
Eso ayuda a explicar por qué los mercados tuvieron una atmósfera tan inquieta recientemente, y por qué algunos de los más inteligentes gestores de fondos de cobertura, como John Burbank de Passport Capital, una firma con sede en San Francisco, son ahora bajistas del mercado emergente. También pone en perspectiva por qué el FMI está tan preocupado por lo que pueda ocurrir cuando las tasas estadounidenses aumenten.
Pero hasta ese entonces, quizás el verdadero mensaje es que ya no es suficiente que los inversionistas simplemente observen lo que sucede con la Reserva Federal. Toda la atención ahora también debe concentrarse en los mercados emergentes; empezando en lo que suceda la próxima semana (la semana que pasó) en Perú.
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El dólar calienta final de campaña electoral argentina

Los candidatos a la Presidencia de Argentina giran al centro en un último intento por buscar el voto de los indecisos mientras la incertidumbre sobre la posibilidad de una segunda vuelta ha calentado el mercado negro y ha llevado ayer al dólar a un nuevo récord de cotización en la recta final de la campaña electoral.

A apenas cinco días de los comicios presidenciales, el dólar cotizó en el mercado negro a 16 pesos, un 70 por ciento por encima de su cotización oficial -9.5 pesos por dólar- arrastrado por un panorama incierto sobre el resultado electoral.

Pese a que el oficialista Daniel Scioli encabeza las encuestas, las proyecciones de voto no garantizan su triunfo en primera vuelta -con un 45 por ciento o un 40 por ciento y diez puntos de ventaja sobre su rival- y abren la puerta a un balotaje, el 22 de noviembre.

La escasa precisión de los principales candidatos, Scioli, el conservador Mauricio Macri (Cambiemos) y el peronista disidente Sergio Massa (Una), sobre sus planes económicos alimentan las especulaciones.

El temor a una devaluación ante el cambio de Gobierno ha alimentado el mercado negro, que floreció tras el llamado "cepo cambiario" impuesto por el Gobierno de la presidenta Cristina Fernández, a finales de 2011.

"Toda la plaza está convulsionada, entrando en un stress cambiario antes de lo esperado" resumía ayer el diario El Cronista.

Mientras, los tres principales candidatos aprovechan el final de la campaña, que concluye mañana, para atraer el voto indeciso, que los analistas cifran en alrededor del 10 por ciento . Para lograrlo, tanto Scioli como Macri y Massa han dado un giro al centro en sus estrategias electorales. "Todos van por los indecisos, por el voto útil, por el centro", opinó Mariel Fornoni, de "Management and Fit".

lunes, 19 de octubre de 2015

FMI y BM: Riesgos de economía global viran hacia mercados emergentes

La brusca desaceleración de los emergentes, con América Latina (AL) a la cabeza, centró los debates de la Asamblea Anual del FMI y el Banco Mundial (BM) que cerró este fin de semana en Lima. Quedó algo claro: los riesgos de la economía global viran hacia los mercados emergentes tras la crisis financiera que azotó a las avanzadas en 2008-2009.

Después de cinco años de rebaja de sus previsiones, AL cerrará este año con una recesión del 0.3%, arrastrada por la aguda contracción de Brasil, la primera economía regional, que lo hará un 3%. “Desde luego, un año duro para América Latina”, explicó a EFE William Cline, investigador del Peterson Institute for International Economis de Washington y funcionario del Tesoro de EEUU.

Aunque Cline matizó que “desde una perspectiva a mediano plazo la diferencia será entre los países que han seguido políticas más sostenibles (Chile, Perú, Colombia y México) y aquellos que en su lugar han regresado a las distorsiones de décadas anteriores (Argentina y Venezuela), con Brasil en algún lugar intermedio”.

La gran locomotora global que tiró de la economía en los años más duro de la crisis, China, se encuentra inmersa en un proceso de transición hacia un modelo menos volcado en las exportaciones y más en la demanda doméstica.

El FMI prevé que crezca este año un 6.8% y un 6.3% el próximo año, mientras que la India la supera y crecerá un 7.3% en 2015 y un 7.5% en 2016. “Creemos que la ralentización de China es un buen paso”, señaló Christine Lagarde, directora del FMI. Pero, reconoció, “se trata de un cambio enorme, y habrá baches en el camino, no se puede hacer una transición sin volatilidad”.

Por su parte, “el número dos” del organismo, David Lipton, recordó a EFE que la evolución económica de China abre también numerosas posibilidades.

viernes, 16 de octubre de 2015

Según la Cepal, Brasil es el más afectado con 36 % Cayó inversión extranjera en 12 países

La Inversión Extranjera Directa (IED) cayó 3 por ciento en Bolivia durante el primer semestre del año, colocándose en $us 703 millones. Un documento de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) señaló que en la región el descenso del flujo de capitales privados fue 21 por ciento en promedio en relación a similar período de 2014.

CONDICIONANTES

La caída de las inversiones en la minería y en hidrocarburos por la reducción de los precios internacionales, la desaceleración de China y el crecimiento económico negativo de la región condicionan los flujos de IED.

Las entradas de inversión extranjera directa (IED) hacia 16 países de América Latina y el Caribe disminuyó 21% durante, la primera mitad del año respecto al mismo período del año anterior, alcanzando un total de 88.717 millones de dólares, informó la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).

BOLIVIA

Por ejemplo, Bolivia al primer semestre del 2015 recibió $us 727 millones, en similar periodo de la presente gestión la cifra bajó a $us 703 millones, es decir, 24 millones menos.

Los datos divulgados corresponden a la actualización que cada año realiza la Cepal de las principales cifras del informe La inversión extranjera directa en América Latina y el Caribe, cuya última edición fue lanzada en mayo.

SECTOR TRADICIONAL

Entre los factores de la disminución de la IED hacia la región figura la caída de las inversiones en la minería y en hidrocarburos por la reducción de los precios internacionales, la desaceleración de China y el crecimiento económico negativo de la región (que la Cepal estima en -0,3% para 2015), en particular el de Brasil.

BRASIL

Si bien casi todos los países considerados presentan una reducción de los flujos de IED, la caída para el total de la región se concentra en Brasil (-36% de enero a agosto), donde una parte importante de la inversión extranjera se ha orientado tradicionalmente al desarrollo de actividades para el mercado interno. Precisamente, la caída de la demanda doméstica y las perspectivas negativas de crecimiento determinaron los resultados del país en el primer semestre.

La situación de Brasil debería preocupar a Bolivia debido a que es el principal socio comercial en materia de gas. Sumado a la baja de precios del petróleo y la disminución de la demanda del energético, Bolivia recibió menos recursos.

MÉXICO

Asimismo, México es el segundo receptor de IED, aunque en los primeros seis meses del año recibió 8% menos de inversión extranjera en comparación con el primer semestre de 2014.