La Undécima Reunión Regional del Fondo Monetario Internacional sobre Centroamérica, Panamá y
República Dominicana celebrada en Bávaro, Punta Cana, concluyó hoy con el reconocimiento de las
fortalezas de la región para enfrentar la crisis de la zona euro, pero también con la advertencia de la
necesidad de los países de la región de asumir políticas macroeconómicas internas que ayuden a
evitar los efectos de cola, fundamentados en una reducción de la demanda y de altos precios de
commodities como el petróleo.
Miguel Savastano, sudirector gerente del Hemisferio Occidental del Fondo Monetario afirma que
República Dominicana y Chile han sido las economías que más han crecido en los últimos 30 años,
no obstante precisó que en general es necesario adoptar políticas macroeconómicas internas.
Savastano dijo que la región en general tiene problemas comunes, especialmente su alta
dependencia de importaciones de petróleo, sobre el cual, dijo, que ya no será posible observar
precios bajos de US$40 a US%50 por barril, y más bien proyectó que el valor del crudo se mantendrá
entre los US$80 y US$90 por barril.
El encuentro que tuvo como finalidad discutir y analizar la perspectiva de la economía mundial y
latinoamericana reunió a gobernadores de bancos centrales, ministros de Hacienda y altos ejecutivos
del FMI.
Al hablar en rueda de prensa, en la cual participaron el gobernador del Banco Central, Héctor Valdez
Albizu, Rodrigo Bolaños Zamora, presidente del Consejo Monetario Centroamericano, Francisco Lay
Solano, presidente del Consejo Centroamericano de Superintendenes del Sector Financiero,
Savastano recalcó que el crecimiento mundial va a ser más lento, por lo que "se espera que el
crecimiento económico no vaya a ser halado por la demanda externa, sino que sea por la demanda
de la economía interna y la productividad".
Dijo que los países de la región tienen los mismos factores comunes, los precios de los commodities,
inestabilidad de la zona euro y la lenta recuperación de la economía estadounidense.
La fortaleza mostrada por las economías de la región tras la crisis mundial es un testimonio de los
logros de políticas en los años previos a la crisis. Los esfuerzos de esos años para reducir el déficit
fiscal y el endeudamiento público, modernizar el marco de política monetaria y cambiaria y fortalecer
el sistema financiero trajeron como beneficios, no sólo amortiguar el impacto del fuerte schock
externo, sino también contribuir a que hoy día la región crezca a un ritmo cercano a su potencial,
afirmaron los participantes.
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