En esta etapa es posible distinguir un primer período entre 1968-1973 y 2007-2008 de
desaceleración relativamente lenta, de pérdida gradual de dinamismo y un segundo período (en el
que nos encontramos) de agotamiento del crecimiento apuntado hacia la contracción general del
sistema.
En síntesis: a partir del primer impulso colonial exitoso (en el siglo XVI, el anterior: las Cruzadas
había fracasado) es posible hacer girar la historia de la civilización burguesa en torno de cuatro
grandes crisis; la larga crisis del siglo XVII vista como etapa preparatoria del gran salto, la crisis de
mediana duración de nacimiento del capitalismo industrial (fines del siglo XVIII - comienzos del siglo
XIX), una segunda crisis de mediana duración (1914-1945) seguida por una prosperidad de
aproximadamente un cuarto de siglo y finalmente una nueva crisis de larga duración (que se inicia
hacia fines de los años 1960) de decadencia del sistema, suave primero y acelerada desde fines de
la primera década del siglo XXI.
Un segundo enfoque restringido a un poco más de 200 años arranca con la revolución industrial
inglesa, la Revolución Francesa, la independencia de Estados Unidos, las guerras napoleónicas y
otros acontecimientos que señalan el inicio del capitalismo industrial consolidándose en una larga
etapa juvenil del sistema abarcando la mayor parte del siglo XIX. Las turbulencias son cortas, las
crisis de sobreproducción siguiendo el modelo desarrollado por Marx son “crisis de crecimiento” del
sistema que van acumulando heridas, deformaciones, problemas que terminan por provocar el
gran desastre de 1914. Karl Polanyi se refiere a rol de la cúpula financiera europea en el
mantenimiento de equilibrios económicos y políticos, en esa élite está la base de la futura
hipertrofia financiera de finales del siglo XX (6).
Luego de la etapa juvenil se desarrolla un período de madurez signado por guerras, fuertes
depresiones y una prosperidad de mediana duración (1945-1970).
Con la crisis de los años 1970, el fin del patrón dólar-oro, la derrota norteamericana en Vietnam, la
estanflación y los dos shocks petroleros, etc., el capitalismo entra en su vejez que deriva en
senilidad. El concepto de “capitalismo senil” fue introducido por Roger Dangeville hacia finales de
los años 1970 señalando que desde ese momento el sistema devenía senil (8), se desagregaba,
perdía el rumbo. En realidad la senilidad del sistema se hace evidente tres décadas después, a
partir del estampido financiero-energético-alimentario de 2008 cuando se acelera el descenso del
crecimiento hasta acercarnos ahora a crecimientos iguales a cero o negativos en la zona central
del capitalismo y cuando el motor financiero se ha estancado apuntando a la caída.
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