Es posible señalar fenómenos que marcan a la declinación sistémica. Uno de ellos es el de la
hipertrofia financiera que como sabemos se fue expandiendo mientras descendían las tasas de
crecimiento del Producto Bruto Mundial desde los años 1970. Cuando estalló la crisis de 2008 la
masa financiera global equivalía aproximadamente a unas 20 veces el PBM. Su columna vertebral
visible, los productos financieros derivados registrados por el Banco de Basilea representaban en
Junio de 2008 11,7 veces el PBM (contra 2,5 veces en Junio de 1998, 3,9 veces en Junio de 2002,
5,5 veces en Junio de 2004, 7,8 veces en Junio de 2006). Pero desde mediados de 2008 esa masa
dejó de crecer tanto en su relación con el PBM como en términos absolutos, había llegado en ese
momento a unos 683 billones (millones de millones) de dólares nominales, alcanzó los 703 billones
en Junio de 2011 bajando a 647 billones en diciembre de 2011 (4).
Nos encontramos ahora ante un fenómeno de agotamiento financiero, en el pasado (posterior de
los años 1970) la expansión de las deudas de los estados, las empresas y los consumidores
permitió crecer a las economías de los países ricos pero el endeudamiento fue llegando al límite
mientras allí se saturaban importantes mercados (como los del automóvil y otros bienes durables).
Deudas, consumos tradicionales y parasitarios, redes comerciales, etc. en torno de los cuales se
inflaban las actividades especulativas alcanzaron su frontera hacia 2007-2008, la droga había
terminado por agotar la dinámica capitalista y al decaer los clientes se estancaron los negocios de
los dealers es decir del espacio hegemónico del sistema.
El capitalismo financiarizado, resultado de una prolongada crisis de sobreproducción potencial
controlada pero no resuelta, parásito cada día más voraz, finalmente agotó a su víctima y al
hacerlo bloqueó su propia expansión.
Visto de otra manera, la reproducción ampliada del capitalismo atravesando exitosamente una
larga sucesión de crisis de sobreproducción dio finalmente alas al hijo de uno de sus padres
fundadores: las finanzas, lo hizo para sobrevivir, porque sin esa droga no habría podido salir del
atolladero de los años 1970-1980, iniciado el camino quedó atrapado para siempre, más difícil era
el crecimiento más droga necesitaba el adicto y después de cada breve ola de prosperidad
económica global (su euforia efímera) llegaba el estado depresivo que reclamaba más droga, las
tasas de crecimiento zigzageaban en torno de una línea de tendencia descendente y la masa
financiera mundial se expandía en progresión geométrica. La fiesta terminó en 2008.
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