Cuando el Parlamento Europeo rechazó a Yves Mersch para el
consejo ejecutivo del Banco Central Europeo, no fue porque careciera de preparación o
experiencia; lo rechazaron por ser hombre.
Mersch, luxemburgués al que sus compañeros tienen en muy
alta estima, era el favorito para conseguir el puesto en un club
formado exclusivamente por hombres.
La votación
parlamentaria del mes pasado no era vinculante para los
gobiernos de la UE, que tienen la última voz, aunque España planteó el lunes sus objeciones.
La vacante subrayó un hecho incómodo: ninguno de los 23 responsables de la vital toma de
decisiones monetarias en la eurozona es mujer. Otros bancos centrales también están dominados
por hombres.
Quienes simpatizan con el BCE dicen que la cuota de mujeres preparadas para este puesto es
pequeña y advierten contra las designaciones "simbólicas" de mujeres mientras Europa está en
crisis.
Sin embargo, los críticos dicen que el BCE y otros bancos centrales dominados por hombres
tienen que buscar a conciencia candidatas femeninas, y dejar de depender de comités políticos de
"clones" de traje oscuro.
La Reserva Federal, por contra, tiene una importante representación
femenina.
En el Parlamento Europeo, los diputados se quejaron de que no se habían hecho suficientes
esfuerzos para encontrar a candidatas adecuadas para el puesto del consejo ejecutivo de seis
miembros del BCE. Otro legislador dijo que el BCE, que habitualmente alecciona a los gobiernos
sobre la necesidad de cambios, debería él mismo tener esto en cuenta.
"El BCE está pidiendo a todas nuestras sociedades que se modernicen. Bien. Están pidiendo
reformas estructurales. Bien. Están pidiendo que más mujeres trabajen. Bien. Y en lo que respecta
a ellos mismos, no se modernizan, no incluyen a mujeres", dijo Sylvie Goulard, liberal francesa.
El BCE ha tenido miembros mujeres hasta el año pasado, cuando la austriaca Gertrude Tumpel-
Gugerell cumplió su mandato en el consejo. Pero actualmente todos los miembros son varones, al
igual que los responsables de los 17 jefes de bancos centrales de los 17 estados de la eurozona,
que se suman a ellos en el consejo de gobierno para la toma de decisiones. La próxima vacante no
será hasta 2018.
El BCE no está solo. Por lo general, hay pocas mujeres en los consejos de los principales bancos
centrales y a menudo sus responsabilidades son relativamente menores. Su representación es aún
inferior a la del sector privado.
De los jefes mundiales de bancos centrales, sólo 12, aproximadamente el 6 por ciento, son
mujeres, según el Directorio de Bancos Centrales de este año. La mayoría están en mercados
emergentes, como la sudafricana Gill Marcus y la argentina Mercedes Marco del Pont.
Una forma de afrontar el desequilibrio sería un sistema de cuotas, similar a los planes por el
momento estancados para el sector privado propuestos por la comisaria de Justicia de la UE
Viviane Reding, que quiere que el 40 por ciento de los consejos de administración estén integrados
por mujeres para 2020.
En los bancos centrales, las designaciones a menudo las hacen los gobiernos. Una designación no
basada necesariamente en la preparación podría ser arriesgada considerando la responsabilidad
que traen aparejados esos puestos: toma de cesiones que afectan no sólo a una firma, sino a un
país, o a una unión monetaria al completo.
Pocos dudan de la preparación de Mersch. Ha tenido un puesto en el consejo de gobierno desde
1998 como gobernador del Banco de Luxemburgo. Defensor acérrimo de recortar la inflación, tiene
títulos de posgrado en derecho internacional público y ciencias políticas, y pasó los primeros años
de su carrera en instituciones financieras del sector público.
NO AL SIMBOLISMO
Rebecca Harding era la única mujer en un grupo de economistas, ex banqueros centrales y
periodistas que firmó una carta enviada al Financial Times instando al Parlamento Europeo a que
retirara sus objeciones a Mersch.
Harding, que es consejera delegada de Delta Economics, se opone a un nombramiento simbólico,
que dijo minaría la consecución de un puesto por méritos propios.
"La proporción de mujeres con la edad, experiencia e historial adecuado en este momento es
relativamente pequeña y es demasiado importante en este momento designar en términos de
integración frente al mérito", dijo.
DeAnne Julius, ex miembro del Comité de Política Monetaria del Banco de Inglaterra, difiere de
esos comentarios. Cree que siempre que haya voluntad, hay una vía.
"Hay muchas mujeres preparadas que tienen la capacidad y las ganas de asumir esos puestos,
pero tienes que buscar más", añadió Julius.
Sugirió que implicar a empresas externas de reclutamiento y ampliar la búsqueda para incluir la
banca comercial, las corporaciones y los servicios civiles podría requerir cambios estructurales en
algunos bancos centrales.
"La prueba es que, si va a haber decisiones conjuntas, habrá mejores decisiones si las toma un
comité con un amplio rango de perspectivas y no un comité de clones", dijo Julius.
"LEHMAN SISTERS"
La directora gerente del Fondo Monetario Internacional, Christine Lagarde, ha hecho afirmaciones
similares sobre el sistema bancario en general. Ha dicho que la crisis financiera, que comenzó en
2008 con el colapso de un banco de inversión estadounidense, podría haber terminado de forma
diferente si "Lehman Brothers hubiera sido un poco más Lehman Sisters".
Sin embargo, alcanzar el equilibrio entre el conocimiento externo y el funcionamiento interno de un
banco central es vital.
"Debe estar bastante al tanto del funcionamiento práctico de un banco central, de otro modo es
muy difícil si vienes de fuera", dijo una ex miembro del banco central, que pidió no ser nombrada.
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