En Nueva York sin luz eléctrica el trabajo de los más importantes institutos y casas de bolsa quedó
paralizado por varios días, además de que el cataclismo casi coincide con las elecciones
presidenciales. En el mundo surgieron temores lo suficientemente fundamentados: no agravará
todo eso la crisis económica global. Entretanto los expertos reconocen que dicha crisis es tan
profunda y desoladora que es hora de hablar del final de todo el sistema del órden mundial.
La economía global está atada de manera tan sólida a Estados Unidos, que tiembla de cada
estornudo en Norteamérica. La crisis europea es sólo una derivada, una de las consecuencias de la
falla fatal en el funcionamiento de la economía estadounidense. Hay que buscar sus causas en las
decisiones de la administración de Estados Unidos de hace 30-40 años. Fue aún durante la
presidencia de Reagan cuando el sistema de Reserva Federal inyectó dinero en la economía para
(mantener) la estabilidad de los precios en los mercados de bienes . Las autoridades incentivaron
la demanda final, pero la masa monetaria y la deuda pública aumentaron vertiginosamente.
El
proceso de acumulación del dinero trajo por consecuencia una veintena de años bien alimentada y
próspera, pero no es posible crecer a crédito indefinidamente. Por eso cuando los problemas del
aumento del peso de la deuda tanto para el estado, como para los hogares se acumuló, todo el
mundo obtuvo la fuerza mayor económica, y la crisis hipotecaria norteamericana derivó
suavemente en los problemas de la deuda en Europa.
Sin embargo, Washington, apoyado por el Banco Mundial y el FMI hasta la fecha ha logrado obligar
a todo el mundo a pagar las deudas estadounidenses. El continuo crecimiento de la deuda pública
de los Estados Unidos deprecia las reservas monetarias de otros países.
En opinión del economista ruso Serguei Jestánov, todos entienden que el fundamento económico
de Estados Unidos tiene una naturaleza bastante inestable de deudas, lo cual amenaza como
mínimo con la repetición del problemático período de los años 1970. Las soluciones del poder
ejecutivo estadounidense están orientadas simplemente a retrasar el momento cuando el mundo
sienta todos los “ángulos agudos” del actual órden de las cosas, está convencido Serguei
Jestánov:
–Lamentablemente hoy en día no hay ideas constructivas y realistas de cómo solucionar aquellas
contradicciones acumuladas en la economía norteamericana y mundial. Por eso lo más probable es
que en los próximos tiempos ese curso económico que llevan las autoridades monetarias de
Estados Unidos continuará de manera banal. Es decir que de una u otra manera será superado el
veto del Congreso para aumentar la deuda pública, de una o de otra manera serán determinadas
todas las medidas para incentivar la economía y durante los próximos años la tendencia principal
en el desarrollo de la economía norteamericana y mundial será puramente inerte. Ese problema
está relacionado con el hecho de que el ciclo político es mucho más corto que el económico y la
mayoría de los políticos saben perfectamente que para el momento en que sobrevengan las
consecuencias de sus decisiones, ellos, lo más probable, ya no estarán en el poder. Eso incita a la
mayoría de los políticos prácticos en los países democráticos a tomar decisiones no en los
intereses dеl desarrollo estratégico del país, sino en los del momento actual.
No hay comentarios:
Publicar un comentario