Como se ha visto a lo largo de este trabajo, desde el inicio de la década
de los ochenta ha tenido lugar un crecimiento inusitado en los mercados
financieros en escala global. Particularmente, en lo que son los
mercados de valores, las burbujas especulativas han emergido como un
fenómeno persistente16. Los valores adquieren un precio que
difícilmente tiene que ver con su realidad. Los índices de cotizaciones
se elevan y luego se desploman. Los cambios estructurales más fuertes
han sido la innovación financiera y los cambios organizados del
mercado de valores segmentado a una red unitaria. Una gran cantidad de adquisiciones y fusiones para lograr mejores negocios y ganancias
en escala internacional se lleva a cabo constantemente.
El mercado financiero dejó de ser desde hace un par de décadas un
mercado segmentado y nacional, como se describe enseguida: “... de
Bangkok a Seúl, de Hong Kong a Frankfurt, París, Londres y New
York, de México a Río y Buenos Aires, los mercados financieros
globales han guiado su artillería a las capitales del este asiático. En el
camino, ellos han incidido en tasas de interés altas, sistemas bancarios
frágiles y economías débiles, ocasionando desestabilizar monedas que
en periodos previos habían sido estables. Todo ello a partir del segundo
semestre de 1997. Esta devastación sugiere que han emergido
mercados financieros mundiales como una forma de gobiernos
supranacionales para el siglo XXI... virtualmente, todas las naciones
conjuntan la economía global, sus finanzas están sujetas a los mercados
imperantes” (Girón y Correa, 1998). Por ello, no es una casualidad que
los mercados financieros nacionales se encuentren integrados a un
único mercado, pues no sólo poseen características semejantes, sino
que responden en su desempeño a las variaciones de tasas de interés y
tipos de cambio internacionales, así como a los lineamientos de política
Cuando analizamos las recientes crisis bancarias y financieras en el
marco de la globalización financiera resultado de la desregulación y
liberalización de los sistemas financieros nacionales y el incremento de
los intermediarios no bancarios, así como el elevado número de
operaciones fuera de balance a través de las operaciones con
instrumentos financieros derivados (opciones, futuros y swaps) y de los
asientos electrónicos, ocurre preguntar ¿qué pasa con los mercados
financieros nacionales?monetaria y financiera hegemónicos.
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