miércoles, 13 de marzo de 2013

El entorno de la crisis, el rescate y la extranjerización - II

1 Primera etapa (1989-1994) En el entorno de la transformación financiera, la problemática de la banca se ha expresado en problemas de capitalización y de carteras vencidas, así como en altos niveles de endeudamiento de las empresas, de los particulares y de los propios bancos comerciales y de desarrollo. Por su complejidad, la crisis bancaria en México es, sin duda, reflejo de la creciente integración y de las innovaciones de productos financieros en las operaciones de crédito y préstamos en los mercados financieros, de la conversión de activos bancarios en valores, llamada también “titularización'' (securitization), cuya regulación y supervisión deben ser más específicas. 
La industrialización ha sufrido rupturas ante el proceso de apertura hacia el exterior que resultó tan negativo para la pequeña y mediana industria, provocando, antes y después de la crisis de 1994, el problema de las carteras vencidas. La crisis mexicana, caracterizada por la “crisis de los tesobonos''19 o ``crisis de la deuda interna'', acompañada de la insolvencia de las empresas, la banca comercial y la banca de desarrollo, se suma a las crisis de los ochenta: deuda externa, crisis bancaria, crisis bursátil, inestabilidad y devaluación cambiaria, las cuales son un reflejo en gran parte de la reestructuración del sistema financiero nacional en el marco de los cambios en los mercados internacionales de capital (Culpeper 1997). Sin embargo, la crisis bancaria, cuya solución ha incluido programas de rescate, ha tenido un costo social muy elevado, se profundiza y parece difícil salir de ella.
La volatilidad financiera, el entorno recesivo, la política monetaria restrictiva (cuyo principal instrumento es la reducción del crédito interno), el repunte inflacionario, la falta de liquidez, el incremento de los márgenes de intermediación, el sobreendeudamiento de empresas y particulares con la banca comercial y la deuda externa de ésta, son los factores que explican la grave crisis bancaria que se precipitó después de la devaluación de diciembre de 1994. Todo lo anterior aceleró el deterioro de los balances y de los activos bancarios de la cartera crediticia (créditos al consumo, corporativos e hipotecarios) y los niveles de capitalización (Girón, 1994). El Banco de México, destaca la posición neta acreedora o deudora de los agentes económicos respecto del sistema financiero interno.20 Así, según esa institución la posición neta acreedora de las familias es negativa de 1993 a 1995; la posición negativa de las empresas empieza en 1992, llegando a un nivel máximo en marzo de 1995: a menos 10.7 como porcentaje del PIB. A partir de 1996 se observa un cambio positivo y se mantiene en crecimiento constante hasta 1999. En el caso de las empresas, el incremento que se observó a fines de 1994 en su saldo neto deudor se vio muy influido por el efecto de la devaluación en sus pasivos en moneda extranjera. La disminución que en 1995 registró dicho saldo neto obedeció en parte a que la banca dio de baja la cartera incobrable (Banco de México, 1995); a partir de 1996 existe una posición neta acreedora positiva

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