martes, 5 de marzo de 2013

Crisis financieras: causas y efectos - III

La expansión de la actividad bancaria a áreas no tradicionales, ocurre al tiempo de un desarrollo extraordinario de otras empresas financieras y no financieras, las cuales han venido proveyendo servicios de tipo bancario y formando “bancos que no son bancos”. La institucionalización de los mercados financieros ha avanzado también con rapidez, incrementando el refinanciamiento y el profesionalismo de todos los participantes. Inversionistas y prestatarios actúan cada vez más en el mercado como instituciones, con todas las ventajas que ello involucra. Esta tendencia tiene implicaciones importantes para los mercados financieros (Itzhak y Topf, 1993, p. 383).
La solidez de un sistema bancario es resultado de políticas macroeconómicas y estructurales que permiten una estrecha correlación con el sistema financiero. En América Latina los procesos de desregulación financiera no han sido muy exitosos, precisamente porque no se ha tenido la visión para establecer una política económica que posibilite la liberalización del sector financiero sin desestructurar el sistema bancario. Ejemplo de ello ha sido Chile (Díaz, 1995) a principios de los ochenta y Venezuela, México y Argentina en los años 90.
Por ello, en América Latina, se admite que independientemente de si los sistemas bancarios están o no adecuadamente reglamentados y supervisados, siempre serán vulnerables a los shocks macroeconómicos. Éstos afectarán adversamente la demanda de moneda nacional o la afluencia de capital internacional, pudiendo socavar la capacidad de los bancos nacionales para financiar sus compromisos de préstamos, conduciendo a una crisis a través de otras vías. Un incremento inesperado de depósitos bancarios o una afluencia de capital extranjero puede desencadenar una bonanza de las actividades crediticias de los bancos, al final de la cual éstos pueden encontrarse con la falta de pago de muchos préstamos, lo que hace al sistema muy vulnerable a un shock pequeño (Gavin y Hausmann, 1997, pp. 32-33).

No hay comentarios:

Publicar un comentario