martes, 26 de marzo de 2013

De Rusia a Argentina pasando por Brasil y Turquía - II

El problema de la crisis financiera rusa radica no sólo en la falta de previsión de cómo se dio la transición de una economía centralizada a una economía de mercado sino en la falta de regulación por parte de sus instituciones. 
Además, la exposición de los bancos europeos en más de 30 000 millones de dólares, de los bancos norteamericanos en 7 000 millones de dólares y la incapacidad de la economía rusa en hacer frente a sus pagos puso en entredicho la rapidez de actuación del Fondo Monetario Internacional. La devaluación del rublo, el 17 de agosto de 1998, marcó el fin de la estabilidad rusa y la necesidad de un nuevo programa de estabilización así como la necesidad de incrementar la recaudación fiscal por parte del Estado. El descenso de los precios del petróleo en los meses previos ayudó a debilitar a la moneda, aceleró la incertidumbre, el riesgo país e incrementó la fuga de capitales en cerca de 4 000 millones de dólares sólo unas semanas previas a la declaración de la moratoria por parte de Rusia (Sidorenko, 1998). Posteriormente la economía rusa tuvo tasas de crecimiento superiores a las del periodo que precedió a la crisis, tal como sucedió en los países del sudeste asiático. (FMI, octubre de 2000) Cuesta trabajo dar un orden a las crisis de Argentina, Brasil y Turquía, pues estos tres países durante los últimos cinco lustros han pasado por las mismas crisis que han tenido todos los países emergentes. Sin embargo, siguiendo el orden cronológico se analizará primero el caso de Brasil, enseguida el de Turquía y finalmente el de Argentina.

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