La menor importancia relativa de la banca comercial en la oferta de
créditos, es resultado de una mayor participación de los mercados de
valores y de los servicios de corretaje en el proceso de financiamiento.
Durante los últimos años de la década de los noventa se observan gran
número de fusiones entre los grandes bancos comerciales
principalmente en Estados Unidos. Ejemplo de ello es la fusión de la
compañía bancaria y de la firma financiera más grande de Estados
Unidos, Citicorp con Travelers Group por más de 72,500 millones de
dólares; la de BankAmerica y NationsBank, valorada en 60,000 millones de dólares y la de Banc One Corp. First Chicago NBD, por
cerca de 30,000 millones de dólares. Estas fusiones revelan una nueva
etapa de consolidación bancaria en Estados Unidos. En Alemania
también han ocurrido fusiones bancarias como la de Deutsche Bank y
Dresdner Bank, operación que se calcula en 1,245 billones de dólares;
en Japón destaca la fusión de los bancos Daiwa, Kinsi Osaka y Nara
que acumulan activos de aproximadamente 182.136 millones de dólares,
así como la de los bancos Dai-Ichi Kangyo, Fujoi y Banco Industrial de
Japón que en conjunto acumulan activos por 1,26 billones de dólares.
La nueva estructura del poder financiero se caracteriza por la
desintermediación en los mercados financieros, la desregulación
financiera en escala mundial y la competencia entre las instituciones
financieras. Por otra parte, la disminución de la deuda contratada con la
banca comercial internacional y el aumento de los créditos vía la
emisión de valores promueven la modificación de los métodos
tradicionales de financiamiento.
La afluencia de capital de corto plazo a los mercados emergentes creció
de manera extraordinaria desde fines de la década de los ochenta hasta
mediados de los noventa. Estos mercados se constituyeron en destinos
de inversión por sus atractivos rendimientos, gran liquidez,
oportunidades de arbitraje y la diversificación de los portafolios de
inversionistas institucionales9. Los flujos netos de capital privado a
esos mercados, en promedio anual, durante 1993-2000 fueron de 119.3
mil millones de dólares. Entre 1993 y 1996, en promedio, los países de
la región asiática10 recibieron 39.25 mil millones de dólares. A partir de
la crisis de 1997 y hasta el 2000 habían salido capitales en promedio
por año de 15.22 mil millones de dólares. En ese mismo periodo, los
flujos netos de capital privado hacia los mercados de América Latina fueron de 52.37 mil millones de dólares. Es decir, la participación de
Asia se reduce drásticamente, incrementándose la de América Latina
como consecuencia del impacto de la crisis asiática.
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