El selectivo cierra con una subida del 0,58% y consolida los 6.700 puntos
El bono español se alejó del temido 7% y llegó a caer del 6,8%, mientras la prima de riesgo retrocede
hasta perder los 550 puntos
Las decisiones de los ministros de Finanzas de la zona euro, el Eurogrupo, respecto al rescate de la
banca española, que incluyen la recepción de un primer tramo del crédito de 30.000 millones de euros
a finales de este mismo mes, aunque a cambio de medidas muy duras tanto para la economía
española como para todas las entidades, tanto para las que reciban las ayudas como para las que no
lo hagan, ha resultado ser un catalizador importante para los mercados de renta variable.
Aunque los analistas destacan que todavía hay muchos detalles que despejar, lo cierto es que tanto la
confirmación de que la inyección se realizará directamente en los bancos (aunque sólo después de
que el Banco Central Europeo se convierta en el regulador del sistema financiero europeo, por lo que
la primera inyección se realizará al FROB, aumentando de manera momentánea y transitoria la
deuda) como la decisión de retrasar el cumplimento del objetivo de déficit un año ha funcionado para
devolver la confianza de los inversores. Aunque puede ser algo momentáneo.
Está claro que es un nuevo paso adelante. Algunos expertos dicen que sólo pone un suelo al Ibex. Al
indicador, incluso después de estas decisiones, le quedaría un recorrido reducido. Para volver con
más convicción a la Bolsa, habría que esperar algo más. Pero el peor de los escenarios posibles ha
podido quedar atrás. El efecto más llamativo tuvo lugar en la deuda. La prima de riesgo de España
bajó de los 575 puntos básicos hasta los 549. Llegó a estar más abajo, en los 545 puntos básicos,
pero un rumor sobre la posibilidad de que Alemania retrase la aprobación del mecanismo
permanente de rescate, el ESM, que es el fondo que podría comprar bonos porque tenga que
aprobarlo la Corte Suprema, tiró un poco al alza de las rentabilidades. De todas maneras, al cierre, el
interés del bono a diez años bajó hasta el 6,81%, cuando el día anterior había terminado por encima
del 7%. También se redujo la prima de riesgo de Italia: desde los cerca de 480 puntos básicos hasta
los 463, aunque había marcado los mínimos del día en el 4,50%.
Quizás los inversores, después de la decepcionante reunión del Banco Central Europeo, se habían
puesto en un peor escenario. Finalmente, el Eurogrupo caminó algo más allá de lo esperado,
permitiendo avances en los activos europeos gracias, al menos, al cierre de posiciones cortas. Con
todo, la rentabilidad de los bonos alemanes a diez años se mantuvo en el 1,31%, lo que significa que
tampoco hay demasiada convicción en la toma de decisiones de inversión más agresivas, porque las
posiciones en activos conservadores siguen siendo máximas.
En el mercado de divisas, el euro cayó con fuerza con respecto al dólar. Aunque la moneda
comunitaria llegó a recuperar la barrera de 1,23 unidades, hasta situarse en 1,234 dólares, al cierre
retrocedía hasta 1,2254 unidades, que es el nivel más bajo de los dos últimos años. En Bolsa, uno de
los mejores índices fue el PSI-20 de Lisboa, que sumó una revalorización del 0,89%. A continuación,
el Dax alemán, que subió un 0,79%. El Ftse 100 británico se apuntó un 0,65%. El Cac 40 francés
ganó un 0,59% y el Ibex-35, un 0,58%. El selectivo español dio un último cambio en los 6.726,90
puntos. El Ftse Mib de Milán, por su parte, avanzó un 0,40%.
Ligero enfriamiento final
Pese a ese resultados positivo, el Ibex-35 tuvo mejores momentos durante la sesión. El indicador
estuvo coqueteando con los 6.800 puntos durante la mayor parte de la jornada. El enfriamiento final
tuvo que ver con los problemas que puede tener Alemania para aprobar el fondo de estabilidad
permanente. Y es que, además, los índices de Wall Street no comenzaban la sesión con mucho vigor.
Aunque Alcoa batió expectativas con sus resultados, abría a la baja, perjudicada por las noticias que
llegaban de China y la caída de los precios de las materias primas. Además, el sector tecnológico
metía miedo con las cuentas de AMD, por debajo de lo previsto por los expertos.
En el selectivo español, muy pocos valores terminaron a la baja. Indra fue el peor, con un recorte del
0,74%. A continuación, el Santander, que se dejó un 0,48%. BME y el Popular perdieron algo más de
un 0,3%. Gas Natural, Endesa y Acciona completaron la lista de valores en negativo, pero con
pérdidas de menos de un 0,10%.
En el otro lado de la tabla, Gamesa fue el valor más rentable, con una revalorización del 5,57%, hasta
1,40 euros, en principio, sin motivo alguno. Le siguió Abengoa, con ganancias de un 2,85%. Entre los
mejores valores también se colocó Red Eléctrica, que ganó un 2,81%. Técnicas Reunidas y Mediaset
subieron un 2,66% y un 2,55%, respectivamente. Bankinter, Mapfre, ACS, Grifols, Dia, ArcelorMittal y
Repsol YPF también avanzaron más de un 2%. Por lo tanto, entre los mejores se situaron valores muy
cíclicos, financieros y, como excepción, algunos de los más defensivos. Hay analistas que dicen que,
en caso de que el Ibex lo haga bien en lo sucesivo, los valores que mejor lo harán serán los valores
que mayores rentabilidades acumulan hasta ahora.
Además de Repsol, el resto de los grandes valores también terminaron en positivo. BBVA y
Telefónica ganaron un 0,80% y un 0,74%. Iberdrola, por su parte, avanzó un 0,40%.
En el Mercado Continuo, sólo Urbas subió más que Gamesa. La inmobiliaria se apuntó un 7,69%.
Entre los más rentables se colocaron otras inmobiliarias, como San José, que subió un 4,69%, o
Renta Corporación, que ganó un 3,33%. El peor valor fue Pescanova, que se hundió un 18,36%
después de anunciar una ampliación de capital por valor de casi 125 millones de euros para reforzar
recursos propios y reducir su nivel de endeudamiento. Tras Pescanova, Azkoyen, que perdió algo
más de un 5%. Codere e Inmobiliaria del Sur cedieron más de un 4%.
China, la nota negativa
En la agenda macroeconómica de la sesión, la nota más preocupante vino de la balanza comercial de
China. Su balanza comercial fue más superaitaria de lo esperado en junio. Las exportaciones
crecieron un 11,3%, por encima del 10,6% esperado por los analistas, pero se desaceleraron con
respecto al crecimiento del 15,3% del mes anterior. Peor le fueron a las importaciones, que
aumentaron un 6,3%, la mitad que un mes antes y mucho menos de lo previsto por el consenso de
Bloomberg (11%).
En Europa, contamos con la publicación de datos industriales de Francia, peores de lo previsto,
mientras que en el Reino Unido batieron expectativas. En Alemania, los datos de inflación cumplieron
expectativas, al situarse en el 2,2% en tasa interanual.
En el mercado de materias primas, fue donde peor cotizó la reducción de la demanda de China. El
barril de Brent, de referencia en Europa, bajó un 1,28%, para perder otra vez el nivel de los 100
dólares. El barril de West Texas, de referencia en Estados Unidos, caía más de un 1%, hasta los 85
dólares. También cayó el cobre, pero no el oro, que cotizó ligeramente al alza
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