AVINA tuvo una participación activa en Río + 20 facilitando, en
alianza con otras organizaciones, la realización de varios eventos
en este marco; como es el caso del “Foro Amazonia
Sustentable”. De éste Foro destacamos el espacio denominado:
“América Latina, el Continente Verde, sus Ventajas Comparativas
en un Contexto de Escases”, donde la Comisión Económica de
las Naciones Unidas para América Latina y el Caribe (CEPAL)
que monitorea las estadísticas económicas y, la “Global Footprint
Network”, que monitorea la “huella ecológica” de todos los países;
presentaron el panorama actual de las tendencias económicas
de los países de Latinoamericanos en el contexto de la economía
mundial y el cambio climático.
Según Alicia Bárcena,
Secretaria Ejecutiva de CEPAL, la economía Latinoamericana históricamente
ha sido de proveedor de recursos naturales, pasando por una tendencia a sustituir las exportaciones y
una recesión durante los años ’80 “lost decade”, hasta llegar con la Globalización a la privatización. En
la actualidad Latinoamérica sigue poseyendo una abundancia de recursos naturales (12% de las
fuentes de agua dulce,13% de la producción de petróleo, 25% de la producción de biocombustibles,
65% de las reservas de litio, 49% de plata, 21% de bosques naturales, entre otros).
Según los datos de Índice de Desarrollo Humano (IDH) y crecimiento del PIB, entre otros, se verifica
una tendencia de crecimiento económico, debido al incremento de exportaciones de materias primas
y del crecimiento del sector de servicios, influido por la subida de precios de los “Commodity”
(energía, alimentos y minerales) notándose una disminución en las inversiones en ciencia, creación y
aplicación de tecnologías, educación e infraestructura; lo cual muestra una tendencia a volver a una
“reprimarización” de las exportaciones, es decir la exportación de recursos naturales sin
transformación, como materias primas. En el periodo 1981-82 la exportación de materias primas de
Latinoamérica era de 51,5%, entre 1998-99 fue de 26,7% y el 2010 de 39,1%.
Por otro lado, pese al crecimiento económico, que por ejemplo en el Brasil permitió que 40 millones
de personas salgan de la pobreza extrema, Latinoamérica aún se caracteriza, a nivel mundial, por su
alta inequidad en la distribución de la riqueza. Las inversiones de los países latinoamericanos en
energía, telecomunicaciones y transporte terrestre se incrementan año tras año.
Sin embargo, se visualizan potencialidades para el desarrollo sostenible que involucran la
implementación efectiva de una gobernanza de los recursos naturales, vinculado a mecanismos de
apropiación y distribución equitativa, políticas e institucionalidad para la planificación estratégica,
resolución de conflictos, maximización de los beneficios sociales, educación, desarrollo tecnológico,
entre otros aspectos.
Al mismo tiempo, Mathis Wackernagel de la Global Footprint Network, en su presentación “Principios
para una Nueva Economía”, desde el concepto de la “huella ecológica”, dividió a los países de mundo
en “prestamistas” y “deudores”. Los “prestamistas” son aquellos países en su mayoría pobres o “en
vías de desarrollo” que cuentan con abundancia de recursos naturales o materias primas, cuyo uso
interno en algunos casos está muy por debajo de su disponibilidad de recursos naturales; mientras los
“deudores” son aquellos países desarrollados, cuya demanda de uso de recursos naturales, ha
sobrepasado hace tiempo su disponibilidad nacional de recursos naturales y que sustentan su
crecimiento económico (producción de bienes y riqueza), tomando recursos naturales de los países
menos desarrollados o “prestamistas”.
Los países mas desarrollados o “deudores”, han logrado un nivel muy alto de desarrollo económico,
basado en la explotación indiscriminada y degradatoria de los ecosistemas naturales que
actualmente se manifiesta evidente en el problema del calentamiento global. La tendencia actual del
desarrollo económico mundial se puede resumir como un desarrollo sustentado en el déficit de la
biocapacidad del planeta; es decir la búsqueda de un desarrollo económico desmedido en un planeta
con recursos limitados y actualmente escasos.
Según los expositores, actualmente el desarrollo económico mundial, se ubica en un contexto de
“escases de recursos naturales” agudizado por los efectos del cambio climático; que configura un
escenario de competencia entre las economías mas desarrolladas del planeta, por mantener y
acrecentar sus cuotas de apropiación, una necesidad vital para que puedan mantener sus altos
niveles de consumo y de calidad de vida. Esta situación de competencia por los recursos naturales
cada vez mas escasos se vincula directamente con la crisis económica de Europa, que es más crítica
en Francia, España y Portugal.
Los países Latinoamericanos, aún disponen de cantidades considerables de recursos naturales
renovables y no-renovables, pero de acuerdo a los datos, como es el caso de Bolivia, van
disminuyendo rápidamente desde los años ´80.
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