El dólar ha avanzado este último año en su encuentro con la mayoría de
las divisas latinoamericanas. De hecho, las monedas de Argentina, Brasil,
Chile y México han perdido este año parte de su cotización en su
encuentro con el billete verde. Colombia ha sido la única excepción en
esta caída generalizada.
Según consideran algunos expertos, el dólar ha ido recuperando terreno
en los cambios de divisas internacionales a causa del debilitamiento del
euro, principalmente causado por el estancamiento de las economías de
la periferia de la zona euro. Mientras que en los círculos financieros de
Latinoamérica, se cree que el público de a pie ha perdido mucha
confianza en los mercados bursátiles, de ahí la subida del billete verde.
En su intercambio con la moneda estadounidense, el peso argentino ha
pasado en un año de cotizar en 4,10 unidades por dólar a alcanzar los
4,49.
Muchas han sido las razones para esta caída, entre ellas destaca la
pesificación de dólar, que ha conseguido que la opinión pública se
enfrente a la presidenta, Cristina F. de Kirchner.
En los casos del real brasileño, el peso chileno y el peso mexicano, más
de lo mismo. Mientras que la divisa de Brasil ha pasado de cotizarse en
1,60 unidades por dólar a superar las dos, el peso chileno ya se cotiza en
486 dólares y el peso mexicano pasa de valer en 2011 11,9 unidades por
dólar hasta las 13,7 actuales.
Colombia, como ya se apunta al principio de este artículo, es la única
excepción a la quema generalizada entre las monedas latinoamericanas y
las razones que se esgrimen son varias, entre las que destacan las
relaciones históricas entre el país latinoamericano y EEUU. El peso
colombiano se cambia por 1,769 dólares a finales de junio tras haber
llegado en 2011 a 1,788 pesos por dólar.
El caso de Venezuela también es particular, puesto que no sólo debe
tenerse en cuenta el cambio oficial (que según fuentes gubernamentales
se encuentra en 4,29 dólares) y que el cambio paralelo coloca en 9.58
pesos por dólar.
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