El bloque sudamericano liderado por Mercosur (Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay) se distancia
cada vez más de la depauperada Europa, con la que lleva diez años intentando un tratado de
comercio, y se acerca paulatinamente a China. Ayer, los cancilleres del Mercosur (excepto el de
Paraguay) abordaron en Mendoza (Argentina) la creación de una zona de libre comercio con el
gigante asiático, propuesta que el lunes lanzó el primer ministro chino, Wen Jiabao, de visita en la
región.
Aunque analistas de Brasil y Argentina muestran dudas de que ese plan se alcance a corto plazo y de
que beneficie a la región, las posturas parecen estar cambiando.
Wen calificó de fructífera su gira por
Argentina, Brasil, Uruguay y Chile. Dijo estar interesado en ampliar las ayudas por miles de millones
de dólares, y esgrimió que un pacto sur-sur puede hacer frente a la «embestida de la crisis financiera
internacional». «Seremos amigos íntimos», les susurró.
Dilma Rousseff farfulló que es importante estrechar relaciones para evitar que la crisis «contagie a
nuestros mercados»; Cristina Fernández defendió esa alianza, porque economías en crisis como
EE.UU. y la UE «no han dado respuestas satisfactorias»; y José Mújica refunfuñó que la relación ha
de ser «equitativa y compensatoria», porque China «es el gran comprador y el gran vendedor de
nuestra época».
El otro socio, Paraguay, casualmente o no, está suspendido del foro para alegría de Pekín. Y es que
Paraguay reconoce a Taiwán, a la que Pekín considera una provincia rebelde, y si fuera expulsado del
bloque, el camino para un acuerdo Mercosur-China quedaría allanado.
Estas posturas del Mercosur son incoherentes con las que mantenía de aplicar aranceles de hasta un
35 % a los productos chinos para favorecer la industrialización interna.
La explicación de borrar el proteccionismo, aparte de las promesas de grandes inversiones (30.000
millones de dólares) que necesita Latinoamérica, podría ser que en el 2016 China tendrá estatus de
economía de mercado, con lo que los recursos antidumping (precio más bajo en el país importador
que en el exportador) serán difíciles. El gigante asiático es segundo destino de las exportaciones del
Mercosur (petróleo, gas, cobre, soja, aceite...).
Detractores del pacto alegan que Mercosur ya vende a China sin restricciones por la necesidad que
tiene de manufacturas. De momento, la balanza favorece a Latinoamérica: China exportó al Mercosur
por 48.451 millones de dólares en el 2011 (34 % más que en el 2010) e importó por 51.033 millones
de dólares (37,9 % más que en el 2010). Ahora bien, por países, el único con balanza positiva es
Brasil. Sin embargo, su estatus comercial con Argentina se tambalea por la incursión china. Este año,
la venta de textil brasileño a Argentina bajó un 22,6 % mientras la de China aumentó un 34 %.
China ya tiene acuerdo de libre comercio con Chile, Costa Rica y Perú, y está muy cerca de
alcanzarlo con Colombia
No hay comentarios:
Publicar un comentario