El Banco Central de
Brasil redujo este
miércoles en medio
punto porcentual la
tasa de interés de
referencia, del 8,5% a
un nuevo mínimo
histórico del 8%
anual, en el octavo
recorte consecutivo
que aplica desde
agosto de 2011 en un
contexto de
desaceleración
económica mundial.
Por: AFP
La tasa básica Selic
fue ajustada por el
Comité de Política
Monetaria (Copom) del
Banco Central,
aduciendo la “fragilidad
de la economía global”
y los “limitados riesgos” inflacionarios, según un comunicado de la entidad.
“El Banco Central está más preocupado hoy por el debilitamiento de la actividad que por la inflación, y
eso explica esta secuencia de recortes que buscan estimular la economía”, dijo Constantin Jancso,
jefe económico del Banco HSBC en Brasil, a la AFP.
La idea del Banco Central es que estos ajustes incentiven las inversiones de las empresas y se
reflejen en una reducción de los costos del crédito para el consumidor final, explicó.
El nuevo recorte era esperado por el mercado, que estima que al final del año la tasa de interés
podría ubicarse en un 7,5% anual o incluso un poco menos, recordó Jancso.
La entidad monetaria ha elevado las tasas de interés conforme ha aumentado las expectativas
inflacionarias y viceversa.
En agosto de 2011 interrumpió un ciclo de aumento de las tasas con un primer recorte de medio
punto porcentual, del 12,5% al 12% anual, para la época todavía una de las más altas del mundo.
Brasil entró en una fase de desaceleración atribuida en gran parte por el gobierno a la crisis de deuda
en Europa y el débil desempeño de Estados Unidos.
En 2011, el PIB brasileño creció un modesto 2,7% y en el primer trimestre de este año avanzó apenas
0,2% con relación al trimestre anterior y 0,8% frente a igual período del año pasado.
El Banco Central redujo de 3,5% a 2,5% la previsión de crecimiento del PIB para 2012, y analistas de
mercado no esperan un desempeño superior al 2%.
Con un largo historial inflacionario, la sexta economía del mundo cerró 2011 con una inflación del
6,5%, en el máximo de tolerancia, y para este año prevé una tasa del 4,5%.
En estos primeros seis meses el índice de precios alcanza el 2,32%.
El gobierno de Dilma Rousseff ha lanzado en los últimos meses una serie de paquetes de estímulo a
la industria y el consumo, y confía en que la recuperación despegue en el segundo semestre.
Además de los problemas en Europa, la economía brasileña enfrenta una desaceleración de China,
su principal socio comercial, que se traduce en un descenso de sus ventas de materias primas.
Las importaciones chinas sólo aumentaron un 6,3% en junio, muy por debajo de las previsiones de los
analistas interrogados por la agencia Dow Jones, que vaticinaban por término medio un 10,4% de
aumento.
Para este viernes se esperan los datos del crecimiento del segundo trimestre que deberían confirmar
la desaceleración de la segunda economía mundial, según los analistas.
El nuevo recorte de intereses también podría desestimular el ingreso de dólares e incentivar aún más
la depreciación del real, lo que favorece principalmente a la industria, uno de los sectores más
castigados en esta coyuntura, según el jefe económico del HSBC en Brasil.
La Federación de Bienes, Servicios y Turismo del estado de Sao Paulo saludó la decisión.
Esto posibilita “que el gobierno continúe presionando a las instituciones financieras para la reducción
de intereses al consumidor final, lo que debe fortalecer el comercio” y activar la economía, indicó en
nota.
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