No obstante, en su informe bianual Perspectivas Económicas Mundiales, publicado ayer, el BM subrayó que se perciben divergencias en la región entre la "brusca” desaceleración de Sudamérica, especialmente en Argentina, Venezuela y Brasil, y el "sólido” crecimiento de México y América Central.
En 2013, la economía de América Latina y el Caribe creció un 2,5%. En su capítulo latinoamericano, el organismo advierte especialmente sobre Argentina y Venezuela, países para los que prevé dos años consecutivos de contracción: -1,5% en 2014 y -0,3% en 2015; y -3% en 2014 y -2% en 2015, respectivamente.
Brasil registró el pasado año prácticamente un crecimiento nulo –del 0,1%– y se prevé que sólo crezca un 1% este año.
Por ello, el BM advirtió que dada "la naturaleza sistémica de estas economías en la región, un crecimiento menor de lo esperado en una o más de una de estas tres economías podría tener un efecto de contagio en la región”.
En el resto de Sudamérica la situación es más positiva y estable, y si bien se ha registrado descensos en el crecimiento, se espera que continúe una expansión saludable en 2015.
Este es el caso de Bolivia, cuyas estimaciones para 2015 son de una expansión de 4,5%; en Ecuador del 3,8%; en Colombia del 4,4%; Perú del 4,8%, Uruguay del 3,3% o Paraguay del 4,3%.
Por otro lado, se sitúa a México con un crecimiento del 2,1% en 2014 y que se espera gane tracción en 2015 hasta el 3,3%, como resultado de la agenda de reformas estructurales aplicadas y el buen funcionamiento de la economía estadounidense.
América Central y el Caribe verán expandirse a un ritmo más elevado que la media regional, al pasar del 2,4% de 2014 al 3,4% de 2015, con Panamá crecerá este año un 6,1%, la República Dominicana 4,9% y Guatemala 3,6%.
Bolivia y la región
Crecimiento Según el Banco Mundial, las estimaciones de crecimiento económico de Bolivia para 2015 serán de 4,5%; de Ecuador del 3,8%; Colombia del 4,4%; Perú de 4,8%, Uruguay de 3,3% o Paraguay del 4,3%.
Impulso Latinoamérica y el Caribe se recuperan impulsados por la demanda de las economías desarrolladas y crecerán 2,6% en 2015, pese a que se esperaba mejores cifras.
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