La reducción del presupuesto fue oficializada hoy a través de un decreto publicado en el Diario Oficial y afectará a los llamados "gastos discrecionales", que implican viajes, diarias y otros asuntos considerados "no obligatorios".
La decisión fue tomada antes de que el Congreso, que está en un receso que concluirá el próximo 1 de febrero, apruebe el presupuesto nacional propuesto por el Gobierno para 2015, que contempla gastos por 2,860 billones de reales (1,059 billones de dólares).
Sin embargo, fuentes oficiales han adelantado que el Gobierno se propone recortar esa cifra en por lo menos 70.000 millones de reales (25.925 millones de dólares), lo cual equivaldría a cerca del 1,2 % del Producto Interno Bruto (PIB) previsto para este año.
El recorte persigue equilibrar las cuentas públicas durante el primer año del nuevo mandato que la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, comenzó el pasado 1 de enero.
Según datos oficiales, el sector público brasileño acumuló en los primeros once meses de 2014 un déficit fiscal primario de 19.640 millones de reales (unos 7.274 millones de dólares), que supone el el mayor saldo negativo para ese período desde 2002.
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