El ministro de Interior y Transporte, Florencio Randazzo, aseguró que la medida de fuerza está "absolutamente fuera de lugar" y lamentó que la convoquen "gremios que han sido privilegiados en los últimos años por las políticas del gobierno nacional".
Impuesto a las ganancias. "Es un paro con intereses políticos en un año electoral", aseguró en rueda de prensa el ministro de Economía, Axel Kicillof, quien reiteró que el impuesto sobre el salario, por el que protestan los sindicatos, afecta solo al 10% de los trabajadores que más ganan.
Kicillof rechazó modificar el impuesto a las ganancias, que grava los sueldos superiores a los 15.000 pesos mensuales (1.700 dólares).
"Hemos hablado todo lo que hemos podido y hay una posición de subir el mínimo no imponible incomprensible", dijo durante la rueda de prensa, el jefe de Gabinete argentino, Aníbal Fernández, en referencia a las conversaciones mantenidas con las centrales obreras en la última semana para evitar el paro.
Medidas. Frente a la posición gubernamental, el secretario adjunto del sindicato de camioneros, Pablo Moyano, advirtió que, si no obtienen respuesta a sus exigencias, "van a ir acrecentando las medidas".
Moyano acusó a los funcionarios de ser "provocadores seriales" y expresó su deseo de que tras el paro "llamen a una mesa de diálogo".
Suspensiones
No funcionarán trenes, autobuses, metros, ni habrá vuelos
Servicios. Por la huelga no funcionarán los trenes, los autobuses y el subterráneo (metro), entre otros servicios de transporte de corta, media y larga distancia.
Vuelos. También se prevé la paralización del servicio aéreo, por lo que muchos vuelos fueron reprogramados, así como del servicio de recojo de residuos y el cierre de las gasolineras.
Presión. La última huelga general que afrontó el gobierno de Cristina Fernández fue el pasado agosto, cuando sindicatos opositores organizaron un paro de 36 horas.
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