La deuda total recaudada en los dos primeros meses de 2015 por las grandes compañías de petróleo y gas de Estados Unidos y Europa se incrementó en más de un 60 por ciento desde los últimos tres meses de 2014. Supera el récord trimestral anterior establecido hace seis años, después de la última caída de precios, según investigación de Morgan Stanley.
Las ventas realizadas por media docena de estas compañías, las cuales incluyen miles de millones de dólares de ofertas de bonos de ExxonMobil, Chevron, Total y BP, alcanzaron los 31 mil millones de dólares en enero y febrero, lo que representa casi la mitad de los 63 mil millones recaudados por los grupos de petróleo y gas a nivel mundial.
El predominio de las grandes compañías también refleja las crecientes dificultades que enfrentan las compañías exploradoras de petróleo más pequeñas, cuyos costos del préstamo están aumentando. Gulf Keystone se puso recientemente a la venta y EnQuest tuvo que renegociar sus compromisos bancarios.
Martijn Rats, analista de Morgan Stanley, dice que algunas de las llamadas "grandes" compañías petroleras podrían estar preparando el terreno para hacer adquisiciones, solicitando préstamos ahora para poder actuar con rapidez en caso de que algunos grupos menores debilitados sean susceptibles a ser adquiridos.
Rats dijo que las fusiones y adquisiciones podrían comenzar ya en el segundo semestre de este año.
Otra razón de los altos niveles de emisión es que la deuda sigue siendo una forma relativamente barata de cubrir el gasto en grandes proyectos y financiar dividendos conforme disminuye el flujo de efectivo debido a los precios más bajos.
Aparte de la compañía italiana Eni, que ha dicho que recortará su dividendo este año, la mayor parte de los grandes grupos se han comprometido a proteger a los pagos a los inversionistas. También están presionando a los proveedores para que estos últimos reduzcan costos, retrasando los proyectos y vendiendo activos.
Las grandes compañías han constituido una parte mucho mayor de la emisión total de la deuda de petróleo y gas, y representan el 48 por ciento de dicha recaudación de fondos este año, lo cual representa un aumento en comparación con el 30 por ciento en los últimos tres meses de 2014. Por el contrario, la proporción de compañías petroleras estatales ha caído a sólo el 22 por ciento del 35 por ciento en que se encontraba en el primer trimestre del año pasado.
Exxon ha emitido la mayoría de la deuda de este año, recaudando ocho mil millones de dólares, seguido por Pemex de México con 6,6 mil millones y la compañía productora estatal rusa Rosneft con 6,3 mil millones. Los otros 10 principales emisores son grandes compañías o grupos de exploración y producción.
El hecho de que las compañías más grandes hayan sido capaces de recaudar tanto refleja la confianza que tienen los inversionistas en que estas compañías tienen la fortaleza financiera y las variadas fuentes de ingresos, por ejemplo, provenientes de la refinación, como para soportar la caída de los precios, a diferencia de algunas de las compañías más pequeñas y más endeudadas de la industria.
La percepción acerca de las grandes compañías podría cambiar si el petróleo sigue cayendo o se mantiene en los mínimos actuales durante unos años, y sus buenas calificaciones crediticias de grado de inversión se ven sometidas a presiones.
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