Armando Monteiro, el ministro de Industria y Comercio de Brasil, dijo al Financial Times, durante una entrevista, que el intercambio de ofertas de acceso al mercado marcaría un paso importante hacia la implementación total del acuerdo comercial propuesto, lo cual pudiera ocurrir el próximo año.
El bloque sudamericano y la UE han participado intermitentemente en charlas sobre un acuerdo desde 1999.
El Mercosur (conocido como el Mercosul en Brasil) incluye a Brasil, Argentina, Uruguay, Paraguay y Venezuela, y es el cuarto mayor grupo comercial del mundo.
"Todo indica que, finalmente, vamos a poder intercambiar ofertas este año", declaró Monteiro. "Ellos (la UE) incluso confirmaron que, técnicamente, la oferta europea ya está preparada".
Cualquier movimiento hacia el cierre de un demorado acuerdo comercial con la UE marcaría una victoria significativa para los exportadores en el Mercosur, los cuales han tenido dificultades para firmar acuerdos con países fuera de Sudamérica. Desde su fundación en 1991, el bloque ha logrado obtener acuerdos solamente con economías relativamente pequeñas, como Israel y la Autoridad Palestina.
Los críticos dicen que si bien hay un clamor creciente en Brasil (la mayor economía del Mercosur) para que el país sea más abierto al comercio con el fin de contrarrestar una desaceleración de su economía, el bloque ha sido frenado por el proteccionismo de algunos miembros, particularmente Argentina.
Venezuela, aunque considerablemente proteccionista, es solamente un observador en las negociaciones con la UE.
"Hemos estado trabajando durante mucho tiempo para armonizar nuestra oferta dentro del bloque, y yo diría que estamos listos para llevar a cabo este intercambio de ofertas", afirmó Monteiro.
"Para Brasil, Uruguay y Paraguay este asunto ya está muy avanzado (...) Argentina está haciendo un gran esfuerzo y vamos a ser capaces de llegar al nivel (de reducción arancelaria propuesta) necesario para presentar una oferta".
Monteiro agregó que el Mercosur había aliviado las preocupaciones de Buenos Aires al acordar que cada país tendría la flexibilidad de reducir sus aranceles a su propio paso durante un período de 15 años.
"No se trata de algo que tenga que hacerse en un día. Existe la posibilidad de utilizar un cronograma (que no tiene que ser lineal) para la reducción de aranceles; se podría tener una reducción de aranceles más baja durante los primeros años", declaró.
El objetivo de Brasil era integrar su economía (la cual sigue siendo una de las más cerradas del mundo) a las cadenas mundiales de suministro y aumentar su competitividad de exportación, añadió Monteiro.
La agricultura continuó siendo un área delicada para la UE debido a sus planes de subvenciones, pero en virtud del acuerdo, Brasil espera recibir cuotas más altas para su carne de res y otras exportaciones agrícolas.
Brasil también está trabajando en iniciativas comerciales con Estados Unidos, sobre todo en materia de facilitación del comercio y de armonización de los estándares, dijo Monteiro.
La presidenta brasileña Dilma Rousseff realizó el pasado fin de semana un viaje para visitar a su homólogo estadounidense, el presidente Barack Obama.
China se ha convertido en el mayor socio comercial de Brasil, pero Brasilia está redescubriendo la importancia del comercio con Estados Unidos. Mientras que China desea mayormente productos agrícolas sin procesar y recursos naturales de Brasil, Estados Unidos es un gran importador de productos manufacturados brasileños, tales como aeronaves y otros equipos.
A pesar de una caída general en los volúmenes comerciales hacia Estados Unidos, Brasil ha registrado un aumento del 3 por ciento en las exportaciones de bienes manufacturados a su vecino del norte en lo que va del año, en comparación con el mismo periodo en 2014.
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