Tokio cedía un 1,58%, Hong Kong perdía más de un 3% tras abrir en alza de 0,7% y Sídney retrocedía un 1,3%, mientras que Seúl bajaba un 1,62% y Wellington, un 0,82%.
A la misma hora, el euro cotizaba a 1,1038 dólares y a 135,30 yenes, en progresión respecto a su última cotización en los intercambios electrónicos del domingo, cuando cayó a 1,0963 dólares y a 134,91 yenes.
Las bolsas europeas optaron por la prudencia el viernes, cerrando a la baja, antes del referendo en Grecia, donde un 61,31% de votantes rechazaron masivamente el domingo las propuestas de los acreedores del país (UE y FMI), resultado que genera incertidumbre sobre el futuro de Grecia y de la zona euro.
En su primera reacción, la canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente francés, François Hollande, dijeron estar “de acuerdo” en que “hay que respetar” el resultado de la votación.
Pero el ministro de Economía y vicecanciller alemán, Sigmar Gabriel, reaccionó de una manera virulenta, al afirmar que las nuevas negociaciones con Grecia eran difíciles de imaginar.
El ministro eslovaco de Finanzas, Peter Kazimir, muy crítico con Atenas, agitó por su parte el fantasma de una salida de Grecia de la zona euro, al considerar este ‘grexit’ como un “escenario realista”.
“Los riesgos de un ‘grexit’ son muy elevados, entre un 70% y un 80%” y, en este escenario, “la confianza en la solidaridad de la zona euro se vería socavada”, dijo.
Shanghái, en alza
Los corredores deberían permanecer al margen de los mercados más expuestos, especialmente en Europa, a la espera de conocer la reacción de los países miembros de la eurozona, cuyos dirigentes se reunirán el martes.
Los inversores permanecen ahora a la expectativa, según Toshihiko Matsuno, analista de SMBC Friend Securities. “Quieren ver como reaccionan los mercados de bonos europeos”, explicó a la AFP.
Tras el reciente desplome por factores no vinculados a la crisis en Grecia, los inversores esperaban la apertura de las bolsas chinas.
La bolsa de Shanghái, que se hundió casi un 30% en las últimas tres semanas, abrió en alza de casi un 8% antes de registrar ganancias más moderadas (3,4% hacia las 11H00). La bolsa de Shenzhen avanzaba, por su parte, un 6,55% a la apertura.
La caída estaba vinculada al estallido de una burbuja local. Antes de desplomarse, la plaza de Shanghái había aumentado un 150% en los últimos doce meses y paga ahora el precio de estos excesos.
Para frenar la debacle, las 21 principales sociedades de corretaje chinas anunciaron el sábado que invertirán más 19.000 millones de dólares en los mercados bursátiles del país.
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