martes, 21 de julio de 2015

Grecia hacia la privatización

La realidad se impuso y la “troika” (Comunidad Europea, Banco Central Europeo y Fondo Monetario Internacional) aprobó un tercer programa de rescate para Grecia, el cual contempla reiniciar el paralizado proceso de privatización.

Aunque el resultado del referendo se opuso a las denominadas políticas de austeridad, el Congreso griego ha dado su conformidad al tercer programa de rescate. Esas políticas son de ineludible obligación para ese país si se quiere enfrentar con éxito la grave depresión económica en la que se insumió desde 2008.

La recesión económica en Grecia, que había comenzado en 2008, se acentuó en los años siguientes y como consecuencia de la disminución e ineficiencia del gasto público. Lo que sucede es que la factura se paga después de consumir. El año 2009 el gasto gubernamental había alcanzado su nivel más alto, 54 por ciento del PIB, año en que también alcanzó el déficit fiscal más alto, ¡15 por ciento del PIB!

Pero desde el inicio del Gobierno de Tsipras, en lugar de seguir avanzado por el doloroso camino de la recuperación económica, en este primer semestre del año todo se agravó. Esto explica por qué al final el Ejecutivo griego está aceptando las racionales condiciones de la troika para lograr obtener el oxígeno que requiere.

El problema fundamental de Grecia fue y es su elevado y continuo déficit fiscal. Para enfrentar esto no queda más que reducir el gasto público y aumentar los ingresos. Para lo primero, Grecia, se compromete a reformar su muy generoso sistema de pensiones y, para lo segundo, se compromete a aumentar los impuestos.

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