Como ya se señalaba en la primera parte de este documento, el transitar de una
economía de carbón hacia una economía verde no se va a hacer de manera
automática. El proceso requiere de inversiones importantes, pues ello implicará modificar
patrones de producción y consumo, pero también de la intervención directa del Estado,
en donde las políticas públicas tienen un papel central que jugar.
En esta sección nos
enfocaremos en las políticas públicas que se podrían desarrollar para promover el tránsito
hacia una economía verde y también procederemos a presentar un panorama general
sobre el tipo de inversiones que la región requiere para materializar las posibilidades de ir
hacia una economía verde.
En este documento se identifican tres instrumentos de políticas que se han utilizado para
apoyar el desarrollo de energías renovables en el mundo y que los países de ALC podrían
adoptar para impulsar su decidida transformación hacia una economía verde.
En primer lugar se encuentra la política regulatoria, que se apoya en instrumentos como
precios de garantía o asignación de participaciones de mercado a través de cuotas o En segundo lugar está la política fiscal, la cual utiliza incentivos y subsidios. Su objetivo es
la reducción de costos y mejora de la competitividad relativa de las tecnologías de las
energías renovables a través de subvenciones de capital, subsidios y bonificaciones,
incentivos fiscales así como pagos a la producción de energías renovables.
En tercer lugar encontramos el financiamiento directo del gobierno, donde la
disponibilidad de fondos para el desarrollo de las energías renovables es esencial para el
crecimiento continuo de las mismas. Existen dos métodos de financiamiento público en los
cuales los gobiernos ayudan en la asignación de capital necesario al sector de energías
renovables, es decir, la inversión pública mediante préstamos con tasas subsidiadas,
subvenciones o licitaciones públicas que privilegien el uso de energías renovables.
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