También se requiere de un conjunto de políticas públicas que promuevan la transición pero que también amortigüen los ajustes que se deriven de la transición. El pasar de una economía de carbón hacia una economía verde no se va a hacer en automático. El proceso requiere de inversiones importantes, pues ello implicará modificar patrones de producción y consumo, pero también de la intervención directa del Estado, en donde las políticas públicas tienen un papel central que jugar, en particular la fiscal, regulatoria y de financiamiento. El Estado tiene que desarrollar políticas y programas que aseguren la mejor forma para evitar desajustes severos en los mercados laborales que podrían generarse cuando se transite hacia nuevas formas de producción. En este sentido resulta de vital importancia que el Estado ofrezca mecanismos para la capacitación de la fuerza laboral y para la reconversión de la producción en el campo, la pesca, la industria y diversos sectores de servicios.
También se requiere de un conjunto de políticas públicas que promuevan la transición pero que también amortigüen los ajustes que se deriven de la transición. El pasar de una economía de carbón hacia una economía verde no se va a hacer en automático. El proceso requiere de inversiones importantes, pues ello implicará modificar patrones de producción y consumo, pero también de la intervención directa del Estado, en donde las políticas públicas tienen un papel central que jugar, en particular la fiscal, regulatoria y de financiamiento. El Estado tiene que desarrollar políticas y programas que aseguren la mejor forma para evitar desajustes severos en los mercados laborales que podrían generarse cuando se transite hacia nuevas formas de producción. En este sentido resulta de vital importancia que el Estado ofrezca mecanismos para la capacitación de la fuerza laboral y para la reconversión de la producción en el campo, la pesca, la industria y diversos sectores de servicios. energías verdes y renovables. El reto es cambiar la matriz energética de carbono a una
compuesta por energías renovables; como se ve, algunos países ya lo han hecho.
La región cuenta con el potencial para reconvertir su matriz energética de carbón a una
verde si se quiere ir hacia una economía verde con nuevas tecnologías y formas de
producción. La economía basada en carbón está llegando a su límite y sus efectos sobre
la calidad de vida de la población han llevado a exacerbar los niveles de pobreza y de
desigualdad en ALC. Lo que no parece viable es mantener el status quo.
Con este documento el SELA ha buscado contribuir al debate y aportar elementos para
los países en sus definiciones de política pública. Las propuestas se irán afinando a
medida que se vayan implementando. El proceso ya comenzó, pero se requiere de un
mayor impulso desde el Estado, con políticas y objetivos que ya están definidos. América
Latina y el Caribe no se pueden dar el lujo de quedarse a la zaga de este movimiento ni
mucho menos dejar atrás a grandes segmentos de la población, lo que hace más
urgente considerar a una economía verde con un verdadero rostro social.