De acuerdo con el FMI, la causa de la revisión a la baja en la previsión de crecimiento obedece al mediocre desempeño de la economía estadounidense en el primer trimestre, cuando tuvo un retroceso de 0,7%.
Hace apenas dos meses, el FMI previó para Estados Unidos un crecimiento de 3,1 por ciento, que se repetiría en 2016. Sin embargo, este jueves la entidad financiera rebajó esa expectativa de 2,5 por ciento este año a 3 por ciento en el año próximo.
Esta nueva proyección, sin embargo, es superior a la que publicó la OCDE, que el miércoles recortó su previsión del crecimiento estadounidense este año a 2 por ciento, para llegar a 2,8 por ciento en 2016.
En este sentido, la actividad económica de enero a marzo se “descarriló” como consecuencia de problemas climáticos, una sensible retracción de las inversiones en las industrias petroleras estadounidenses y también por una larga huelga portuaria, en un escenario acompañado por la apreciación del dólar.
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