lunes, 18 de julio de 2016

Theresa May, la británica que dirigirá su país tras el "brexit"


POSICIÓN

Theresa May logró su primer escaño en el Parlamento británico en 1997 y no tardó en asentar su posición en el Partido Conservador.

Tras un firme apretón de manos con la reina Isabel II, Theresa May se convirtió esta semana en la primera ministra del Reino Unido, una mujer que ha perfilado un estilo ecléctico, que refleja su personalidad y aplomo, sin ceñirse a las últimas tendencias.

Desde 2010, momento en el que fue nombrada ministra del Interior, May ha bajado de peso y ha cambiado su corte de pelo sin perder su esencia y particular estilo clásico que a veces refresca con prendas más atrevidas como botas de mosquetero, vistosos zapatos o chaquetas con llamativos estampados.

Paulatinamente, ha pasado de la media melena al cabello corto, sin excesos, sin ocultar las canas, que "le aportan una imagen serena y experimentada", según ha explicado Antoni Gutiérrez-Rubí, asesor de comunicación y consultor político.

Consciente de que su imagen va a ser tan analizada como sus decisiones políticas, "ha preferido mantener una imagen natural, una apuesta que denota una gran determinación en una sociedad mediatizada".

Guttierez-Rubí considera que Theresa May "es una mujer que se impone objetivos y normas, y se adapta si tiene que hacerlo, pero que no está dispuesta a transformarse, lo que denota una gran seguridad".

Este consultor y asesor político describe a la Primera Ministra británica como "una mujer convincente, con una larga trayectoria política y mucha experiencia en varios ámbitos de la gestión. Sabe cómo enfrentarse a los elementos", dice, y añade que un político así es "muy conveniente hoy para los conservadores británicos".

La segunda mujer en la historia de este país en tomar el cargo, después de Margaret Thatcher, luce en sus apariciones públicas un estilo sobrio que ha ido cambiando con el tiempo, donde las chaquetas estampadas, con dibujos y cortes geométricos, durante su etapa como portavoz de los conservadores, han dado paso a tonos básicos, no exentos de vivacidad en patrones más clásicos.

Un estilo que tiene mucho que ver con su personalidad. "Es una mujer de carácter reservado y serio. Toma decisiones y las sabe comunicar. Deja poco espacio a la duda utilizando frases cortas y es evidente su gusto por el cumplimiento formal de las leyes", indica Gutiérrez-Rubí.

Advierte de que no le intimida la responsabilidad, "le gusta". "Es estricta y el rigor es importante para ella".

Chaquetas amplias, de varios bolsillos, en tonos rojos, verdes y los clásicos marinos, además de gris o chocolate forman parte de su fondo de armario, en el que las prendas han ido reduciendo su talla.

Las faldas justo a la rodilla o por encima son lo habitual, aunque combina los pantalones como uniforme de trabajo.

Durante los últimos meses, el calzado es el aspecto que más ha innovado en su vestuario. Su altura le permite utilizar bailarinas y calzado con poco tacón, aunque no renuncia a finos "stilletos". Estampados de tigre en diferentes tonos, con lazos o bien adornos con apliques de piedras de colores o tachuelas han sido habituales.

Como complementos, los collares de abalorios y bolas en distintos colores son una constante en su vestuario, siendo especialmente fiel a una gargantilla de generosas cuentas dorado que forma parte de su joyero desde hace años.

SIMILITUDES CON MERKEL
Si se cumple el guión, la canciller alemana, Angela Merkel, y la nueva primera ministra británica, Theresa May, con biografías convergentes, tendrán que negociar largas horas en los próximos meses para acabar separando los caminos de sus respectivos países, uno dentro de la UE y el otro fuera.

Son varias y curiosas las similitudes en las biografías y los currículos de Merkel y May, dos mujeres que, como ha señalado el portavoz de la canciller alemana, Steffen Seibert, todavía no se conocen personalmente pero entrarán pronto en contacto.

Merkel está a punto de cumplir los 62 años y May tiene 59 y ambas nacieron en el seno de familias religiosas: el padre de la alemana era pastor protestante, mientras que el de la británica ejercía como vicario anglicano.

Ninguna de ellas eligió unos estudios universitarios que permitieran aventurar sus posteriores carreras políticas, sino que se formaron en la rama de ciencias: Físicas, en el caso de Merkel y Geografía, en el de May.

La británica lleva el apellido de su marido Philip May, al que conoció mientras estudiaba en la Universidad de Óxford y con quien lleva casada 36 años; casi a la misma edad se casó Merkel, pero de ese primer y fugaz matrimonio sólo conserva su apellido.

Desde 1998, Merkel está casada con el profesor de Química Joachim Sauer, a quien conoció estando éste casado y padre de dos hijos.
La canciller alemana no ha tenido hijos propios, como tampoco los tiene May.

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