Latinoamérica necesita reducir la brecha en infraestructuras que separa a esta región de los
países más desarrollados y duplicar las inversiones en ese sector, para lo cual es
"indispensable" una "alianza estratégica" entre los sectores público y privado.
Estas fueron algunas de las prioridades planteadas el lunes en el Encuentro Empresarial de
Infraestructuras organizado en Madrid por la Secretaría General Iberoamericana y la
Corporación Andina de Fomento (CAF), que contó con la participación de empresarios y
responsables políticos y diplomáticos de ambas orillas del Atlántico.
Este foro es una de las reuniones preparatorias de la Cumbre Iberoamericana que se celebrará
en noviembre próximo en la localidad andaluza de Cádiz, en el sur de España.
Al encuentro asistió el príncipe Felipe, quien destacó la oportunidad de cooperación que se abre
entre las empresas y gobiernos de España y América Latina en el sector de las infraestructuras,
un ámbito clave para "construir comunidad y hermandad", dijo el heredero de la Corona
española.
Como el resto de los participantes en los distintos paneles del encuentro, el Príncipe reconoció el
déficit de infraestructuras de transporte existente en Latinoamérica, lo que "limita la
productividad y, por ende, el crecimiento".
Según el secretario de Estado español de Infraestructuras, Rafael Catalá, un reciente informe
internacional situó la nota media de América Latina en infraestructuras en 3,6 puntos de 10, frente
a los 5,4 de media de los países de la OCDE, siendo las carreteras y el ferrocarril los sectores
más débiles.
Para reducir esta brecha de infraestructuras e inversión "el sector privado es fundamental. Solos,
los gobiernos no lo pueden hacer; solo, el sector privado no lo puede hacer", dijo el presidente
Ejecutivo de la CAF, Enrique García.
"Se ha de doblar la inversión de ese 3 por ciento del PIB (de media en Latinoamérica) al menos
hasta el 6 por ciento", subrayó García, quien puso el ejemplo de los países asiáticos, cuyo
promedio actual en capital puesto al servicio de las infraestructuras es del 10 por ciento del
Producto Interior Bruto.
Para invertir más y mejor en este "desafío de futuro", el responsable del CAF consideró necesario
enfocar mejor los subsidios, asignar mayores recursos al mantenimiento de las infraestructuras,
enmarcar las políticas del sector en "un paradigma de desarrollo sostenible e integrado", y
fortalecer las instituciones públicas.
También consideró imprescindible la promoción de "alianzas estratégicas" entre el sector
privado y el público, punto en el que coincidió con el presidente de la Cámara Chilena de la
Construcción, Gastón Escala, quien dijo que ese es el primer paso para apuntalar el crecimiento.
Para la secretaria general de UNASUR, María Emma Mejía, otra de las destacadas figuras que
participaron en el evento, América Latina se encuentra ante "una oportunidad de oro" que permitirá
"mirar la integración (latinoamericana) de una forma más regional" y "evitar los efectos de la crisis
internacional".
Las inversiones en infraestructuras "acentúan el ritmo de crecimiento de la economía, aumentan el
nivel de empleo e ingresos y ayudan a disminuir las desigualdades sociales y regionales", según la
ministra de Planificación, Presupuesto y Gestión de Brasil, Miriam Belchior.
La responsable brasileña enumeró los avances de su país en el sector y adelantó que en los
próximos cuatro años se invertirán 25.000 millones de dólares en carreteras y 23.000 millones en
ferrocarriles, de los que 18.000 millones de dólares serán para trenes de alta velocidad.
Precisamente, la cooperación en esta rama del transporte de alta velocidad fue planteada por los
representantes españoles, entre ellos la ministra de Fomento, Ana Pastor, quien resaltó "la
experiencia y profesionalidad" que pueden aportar las empresas españolas a una Latinoamérica
"llena de talento y dinamismo".
Los asistentes también destacaron el papel que pueden desempeñar las instituciones financieras
regionales y el presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Luis Alberto Moreno,
prometió que su entidad "seguirá apoyando las crecientes inversiones en infraestructura que
mejoren la competitividad de la región".
Moreno tocó asimismo uno de los asuntos reiterados en este encuentro, el empleo de los fondos
de pensiones privados en el sector de las infraestructuras.
"Estos fondos suponen hoy día 300.000 millones de dólares" y "son muy atractivos" para
financiar proyectos de infraestructuras "siempre que se mitiguen los riesgos", dijo.
Al respecto, la ministra Ana Pastor abogó por una financiación de las infraestructuras del
transporte a largo plazo con esos fondos de pensiones y en moneda local, lo que, refirió, genera
"un flujo de dividendos y rendimientos relativamente seguros y regulares".
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