La consultora Delphos sostuvo que la evolución del intercambio bilateral depende
fundamentalmente de la demanda del país vecino más que del valor de su moneda. Negó que una
depreciación del real frente al dólar tenga efectos directos sobre las posibilidades de la
producción argentina de ingresar a ese mercado
También sostuvo que las últimas medidas adoptadas por la administración de Dilma Rousseff "no
deben ser vistas como una
amenaza para la economía argentina, sino todo lo contrario" y dio por tierra con las
especulaciones agoreras de que Brasil
perjudicará a la Argentina.
En las últimas semanas, la baja en la tasa de interés de referencia dispuesta por el equipo
económico de la presidenta brasileña Dilma Rousseff para hacer frente al virtual estancamiento
que atraviesa la economía del principal socio del Mercosur aceleró el proceso de depreciación del
real generando la atención de periodistas especializados y la preocupación de empresarios
argentinos.
Sin embargo, la consultora Delphos, que dirige el ex gerente financiero de JP Morgan Martín
Benegas Lynch, sostuvo que "la teoría de que una caída en el valor relativo de la moneda brasileña
tiene efectos directos sobre el comercio bilateral está muy arraigada en la cabeza de muchos
analistas y, sin embargo, la evidencia empírica parece contradecirla".
El análisis remarcó que "no se observa una correlación clara entre la evolución del tipo de cambio
real bilateral (TCRB) y el saldo de balanza comercial entre ambos países".
"Sin embargo, sí encontramos que tanto las exportaciones de nuestro país hacia Brasil como las
importaciones argentinas que tienen como país de origen a nuestro vecino del norte pueden ser
explicadas con bastante certeza por el crecimiento del país demandante", indicó Delphos.
De esta manera, remarcó que "desde comienzo de año y dada la desaceleración de la actividad
en Brasil las exportaciones argentinas a este país durante los primeros tres meses del año han
caído 3,1 por ciento".
"En ambos casos el crecimiento del país importador resultó significativo a la hora de intentar
explicar los flujos comerciales", agregó la consultora.
Puntualizó que "la razón principal para este comportamiento radica en que, a diferencia de lo que
ocurre con el comercio con el resto del mundo, nuestro intercambio con Brasil muestra un alto
componente de productos industriales que generalmente cuentan con una alta elasticidad".
"De esta manera, en los períodos donde la economía argentina creció más que la economía
brasileña se asocian a déficit de balanza comercial y viceversa", indicó el informe, que concluye
que "en base a estas afirmaciones podemos decir entonces que las medidas llevadas a cabo en
Brasil no deben ser vistas como un peligro para la economía argentina sino todo lo contrario".
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