martes, 25 de agosto de 2015

Una época turbia para la economía en el mundo

Los problemas en China se han expandido como la pólvora en todo el mundo. El dramático desplome de sus mercados ha repercutido como una ola en las principales plazas bursátiles, desde Tokio hasta Fráncfort y Nueva York, mientras que el aluvión de malas noticias sobre la segunda mayor economía del mundo despierta los temores a una caída de sus cifras de crecimiento.

Muchos países dependen en gran medida de China y eso los hace muy vulnerables. En momentos en que el crecimiento del gigante asiático se desacelera, la repercusión de su evolución se hará sentir a nivel mundial.

Con los nervios a flor de piel. No pocos analistas aseguran que las aguas económicas se verán revueltas en estos próximos tiempos, sobre todo en aquellos países que tienen un fuerte vínculo de exportación con China, que ya se vio frente a enormes desafíos al estallar la crisis financiera de 2008. Esos desafíos ahora han quedado al descubierto a nivel global.

"Las turbulencias en las bolsas, la creciente fuga de capitales y la caída de las exportaciones son una dura prueba para la cúpula china", comenta a dpa Sandra Hepp, del Instituto China Merics. "Tras la intervención desesperada en las bolsas, la devaluación del renminbi (yuan) dejó en claro que Pekín tiene los nervios a flor de piel".

¿Cuánto puede durar esta situación?. En la actualidad, pocos son los que se atreven a ponerle una fecha final. Para algunos economistas como Tim Condon, de ING Group, la falta de confianza en los datos revelados por las autoridades chinas significa que nadie puede estar seguro de qué va a pasar, "ya que la incertidumbre sobre el crecimiento de China es ahora el principal factor de fluctuación de los mercados". Sin embargo, otros como Carlo Cottarelli, del FMI, han querido rebajar las alarmas declarando que estamos ante un reajuste "necesario", por lo que es "totalmente prematuro hablar de una crisis en China".

¿Qué medidas se han tomado?. Desde que empezaron los problemas a finales de junio, las autoridades chinas no han dejado de buscar soluciones, y cada semana han presentado nuevas medidas. Han inyectado cientos de millones de yuanes en los mercados, prohibido vender participaciones a los principales accionistas de grandes empresas, bloqueado la salida de nuevas empresas a cotización, iniciado investigaciones para detectar a posibles infractores o devaluado en más de un 4% su divisa, el yuan, en lo que muchos vieron un intento por relanzar sus exportaciones. La última de todas ellas se hizo pública hace dos días, cuando el Gobierno anunció que permitirá a los fondos de pensiones del país invertir hasta un 30% de sus activos en bolsa, un estímulo que podría suponer la entrada en el mercado de casi 300.000 millones de euros.

¿Qué pasaría en los mercados emergentes?. Estos países son los mayores afectados por la ralentización de China. En muchos casos, su economía se basa en la venta de materias primas, bienes de los que el país asiático es el mayor consumidor mundial, por lo que un menor crecimiento se traduce en menos compras y en un menor desarrollo. Además, con la fuerte devaluación del yuan de hace dos semanas, las economías de los países exportadores como India o Indonesia también se han visto perjudicadas por la pérdida de competitividad, algo que desató los miedos a una posible "guerra de divisas".

Claves
¿Por qué se desploman las bolsas?

EEUU. Por la proximidad de la retirada de estímulos en EEUU, los inversores temen que la Reserva Federal estadounidense cumpla con los planes de subir tipos en septiembre y abandone así las políticas fiscales ultraexpansivas con las que respondió a la crisis financiera.

Miedo por China. Muchos analistas independientes desconfían de la previsión de crecimiento de China para este año (7%) y rebajan la cifra real a la mitad. Un frenazo brusco de la segunda economía mundial afectaría muy severamente al crecimiento global y arrastraría al resto de países emergentes, ya de por sí muy dañados por los bajos precios de las materias primas.

Débil crecimiento global. Estados Unidos es la única gran economía mundial sobre la que no hay dudas de calado. La Unión Europea sale lentamente de su mayor crisis en décadas y las principales economías del Viejo Continente siguen sin levantar el vuelo con fuerza. Y los emergentes sufren su mayor turbulencia desde hace casi dos décadas.

Materias primas. El índice que aúna las cotizaciones de las materias primas se ha desplomado ayer hasta niveles de hace 16 años. En este desplome tiene mucho que ver el abaratamiento del precio del petróleo.

Inestabilidad geopolítica. Los analistas sitúan, entre otros, a Turquía -con unas elecciones a la vuelta de la esquina, a Brasil- con un panorama político complejo por las protestas contra el Gobierno de Dilma Rousseff -y a Rusia- dañada por las sanciones internacionales por el caso Ucrania.

Punto de vista

"El mundo está ingresando a una etapa recesiva fuerte"

El mundo está viviendo un cambio complejo, que obedece a los precios cíclicos de la subida del costo del petróleo, minerales y otras materias primas, añadido a la caída de la economía de países como Brasil, Rusia, India y China que han tenido recesiones económicas muy fuertes por razones políticas. Las presiones que se vienen dando por las guerras en países de Medio Oriente, la caída del crecimiento de China, como principal absorbedor de materia prima y la crisis griega, todo esto está conduciendo a una estabilidad mundial de la economía, ya que hay países que no pueden sostener este costo. Estamos ingresando a una etapa recesiva muy fuerte donde los países empiezan a perder confianza en la economía, que va a traer consecuencias devastadoras, ya que los países viven de los precios internacionales’.

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