La decisión de China de reducir el tipo de cambio de referencia del yuan con respecto al dólar y de introducir una reforma en el sistema cambiario dejó claro, según los especialistas consultados, que el gigante asiático optó por promover su crecimiento mediante el aumento de las exportaciones y no del consumo.
Ello implicará una reducción de sus importaciones, lo que es una señal de alarma para una región que, como América Latina, es una importante exportadora de materias primas y cuenta con China como uno de los principales destinos de sus ventas.
BRASIL China es el mayor socio comercial de Brasil, la mayor economía de la región, y el destino de unos 40.000 millones de dólares anuales de exportaciones brasileñas, principalmente de hierro y soja.
"La devaluación del yuan muestra una intención clara del Gobierno chino de mejorar sus exportaciones y al mismo tiempo dificultar las importaciones. Con un menor consumo, importará menos materias primas y reducirá su demanda de los países latinoamericanos", afirmó Bruno Laviere, analista de la consultoría Tendencias.
Según Laviere, especialista en mercados externos, los precios de las materias primas, que venían cayendo con fuerza, seguirán disminuyendo por una menor demanda mundial.
"Al estimular sus exportaciones y dificultar las importaciones, China, que es un gran comprador de productos latinoamericanos como minerales, soja y alimentos, coloca una dificultad adicional a las economías de la región", afirma Paulo Figueiredo, director de operaciones de la consultora FN Capital.
Para Figueiredo, la devaluación del yen prácticamente deja sin efectos la mayor competitividad exterior que ganaron en los últimos meses varias de las economías latinoamericanas con la depreciación de sus propias monedas frente al dólar. "Con el yuan débil, es más caro para los chinos comprar nuestros productos, lo que reduce la demanda de nuestras exportaciones. Con menor demanda, el precio de las materias primas, que ya está bajo, se mantiene presionado", explica Carlos Langoni, director del Centro de Economía Mundial de la privada Fundación Getulio Vargas.
Para estos analistas, la consecuencia lógica de la caída de las exportaciones latinoamericanas de materias primas hacia China será una menor entrada de divisas en la región y dificultades para mejorar las balanzas comercial y de pagos.
PIB La devaluación del yuan, por lo mismo, no solo afecta las exportaciones de la región sino al propio Producto Interior Bruto (PIB) de los países latinoamericanos, según Langoni. La devaluación del yen se produce en momentos en que, tras la pujanza de los últimos años, las economías de la región comienzan a sentir dificultades por la fuerte caída de las cotizaciones internacionales de las materias primas, principalmente petróleo, minerales y alimentos.
Apuntes.
Crecimiento
En su última previsión, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) proyectó para la región un crecimiento de solo un 0.5 por ciento en 2015. La previsión es peor para Sudamérica, que sufrirá una contracción del 0.4 por ciento presionada por el mal desempeño de países como Brasil (-1.5 por ciento ) y Venezuela (-5.5 por ciento ).
Ventas
Países sudamericanos que están en mejor situación, como Chile, Perú, Ecuador y Colombia, enfrentarán ahora una caída de sus ventas a China, importante importador de las materias primas exportadas por los países del Pacífico.
Competitividad
El ministro brasileño de Desarrollo, Industria y Comercio Exterior, Armando Monteiro, fue uno de los primeros en admitir que la devaluación china reducirá la competitividad de las exportaciones brasileñas.
¿Guerra de divisas o estímulo de una economía?
La brusca devaluación de su moneda ejecutada la anterior semana por el banco central chino ha asustado a los inversores de todo el mundo, sin que esté aún claro si se trata del inicio de una guerra de divisas o de una maniobra para abaratar sus exportaciones e impulsar una economía que empieza a flojear.
El "reino del medio", que es como etimológicamente se refieren los chinos al vasto país, ve peligrar el puesto central que desea ocupar en la economía global por el frenazo del crecimiento, que en los últimos años ha llegado a ser de más de dos dígitos.
El Banco Popular de China devaluó el jueves pasado, por tercera jornada consecutiva, el tipo de cambio de referencia de la moneda china y lo estableció en 6,401 yuanes por dólar, un 1.11 por ciento menos que el miércoles; con ello, el organismo fija la paridad central del yuan en función de su evolución en el mercado de divisas.
Desde hace tiempo, China pretende que se incluya el yuan en el Special Drawing Rights (SDR) del Fondo Monetario Internacional (FMI), entre otras cosas como una medida para aumentar el peso específico del país en la economía global, señala John J. Hardy, jefe de estrategia de divisas de Saxo Bank.
Y es que el FMI tiene previsto revisar a finales de año la cesta de divisas que componen el SDR, en la que hasta ahora se ha resistido a incluir el yuan alegando que fluctúa poco, algo que la repentina devaluación puede corregir. Como explican en XTB, China busca situar su divisa como una de las principales monedas de cambio a nivel mundial.
Dan por concluido el reajuste chino
El banco central de China dio por concluido el pasado jueves el ajuste en el valor del yuan, después de tres devaluaciones consecutivas que han rebajado su cambio en casi un 5 por ciento y han generado dudas sobre la marcha de la segunda economía mundial.
El Banco Popular de China (central) así lo anunció en una rueda de prensa en Pekín convocada expresamente para explicar su postura sobre la depreciación de la moneda, un hecho poco habitual y que da cuenta de la preocupación que generaron, a escala nacional e internacional, los últimos movimientos del ente regulador. El asistente del gobernador del Banco Popular, Zhang Xiaohui, dijo en la comparecencia que el yuan ha vuelto gradualmente a su valor de mercado, tras las últimas revisiones a la baja, y que a partir de ahora debería permanecer fuerte.
La moneda china aumenta levemente su valor
El tipo de cambio de referencia del yuan con respecto al dólar elevó el viernes pasado ligeramente el valor de la divisa china, un 0.05 por ciento , después de las tres devaluaciones acordadas por el banco central del gigante asiático.
El Banco Popular de China (central) estableció el viernes como punto de partida que un dólar se cambie a 6,3975 yuanes, una vez dio por concluido el ajuste en el valor de la divisa asiática.
El regulador monetario de la segunda economía mundial adoptó este martes una reforma en el sistema cambiario que busca adaptar el mecanismo de fijación del valor del yuan a su cotización en el mercado.
CONTROL El banco central chino retiene un fuerte control sobre la evolución del yuan y cada día fija un tipo de cambio de referencia (la llamada paridad central) y permite que su valor en el mercado fluctúe hasta un máximo de un 2 por ciento al alza o a la baja.
La reforma del sistema cambiario de China sacudió fuertemente los mercados financieros mundiales la anterior semana.
Esta modificación en el modelo para establecer el punto de partida de la cotización del yuan vino acompañada por lo que el emisor chino definió como una "devaluación excepcional" de la moneda, el pasado martes, de un 1.86 por ciento justificó esa decisión por la "desviación" que, a su juicio, mostraba respecto a las expectativas del mercado.
Como el yuan cotizó a la baja y el nuevo mecanismo cambiario obliga a tener en cuenta su evolución en el mercado de divisas, el banco central adoptó otras dos rebajas sucesivas de la paridad central, el miércoles y el jueves, de un 1,62 por ciento y un 1,11 por ciento , respectivamente.
"No hay base para una depreciación persistente y sustancial", dijo el ayudante del gobernador del banco central, Zhang Xiaohui.
Estas palabras provocaron un alivio en los principales parqués bursátiles.
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