martes, 18 de agosto de 2015

Desaceleración de China afecta a compañías globales


Una sorpresiva devaluación del yuan ha aumentado las posibilidades de una desaceleración económica en China para las empresas globales que han dependido del país como motor de crecimiento en todo el mundo.

La medida ha generado incertidumbre sobre el estado de la economía de China (y a su vez de la economía del mundo) y sobre el momento indicado para que la Reserva Federal aumente las tasas de interés, así como preocupaciones sobre las perspectivas de una guerra de divisas.

Todo esto se presenta en un momento en el que las empresas ya han sido sacudidas por la caída de los precios del petróleo y el aumento del dólar estadounidense. Las tasaciones, al menos en Estados Unidos, parecen estar infladas en un factor de 17 veces en el S&P 500.

"Todos sabíamos que la economía de China estaba bajo presión, pero la devaluación fue una indicación de que es peor de lo esperado y eso representa un problema para las ganancias corporativas", declaró Nicholas Colas, estratega de mercado de ConvergEx.

Las compañías "blue-chip" del Reino Unido, Estados Unidos y de la eurozona en sectores que durante mucho tiempo han dependido de China (incluyendo los fabricantes de automóviles, los mineros y los minoristas de artículos de lujo) han sufrido las peores consecuencias de la venta por parte de los inversionistas esta semana. Esto ha ocurrido cuando las empresas en los sectores de la energía, de los materiales y de la industria se han quedado seriamente rezagadas durante la mayor parte de este año, con la caída de los precios de las materias primas augurando que la demanda de China se ha ralentizado significativamente.

"Las compañías con ventas de un 20 por ciento o más a China han sufrido enormemente en el mercado, pero lo mismo ha sucedido con las que están vinculadas a los precios de las materias primas, donde la demanda de las regiones en desarrollo ha sido clave para el superciclo anterior ", aseguró Tobias Levkovich, jefe de estrategia de renta variable para Estados Unidos en Citi.

La pregunta que ahora enfrentan los inversionistas de capital es si la devaluación de China puede ayudar a fortalecer el crecimiento global y la demanda de los productos y servicios vendidos por las compañías globales de Estados Unidos y Europa. Aunque los precios de las acciones se estaban estabilizando en Europa y en Estados Unidos, muchos creen que no es probable que la presión disminuya en un futuro cercano.

"En Europa, han estado contando con que sus exportaciones sean más baratas (el 40 por ciento del producto interno bruto de Europa lo representan las exportaciones) y el problema es que, de nuevo, los chinos están llevando a cabo maniobras para impulsar el crecimiento a través de un aumento de las exportaciones", dijo David Lebovitz , estratega de mercado global de JPMorgan Asset Management.

Cabe destacar que el euro, y no el dólar, se fortaleció más rápidamente frente al yuan justo después de la devaluación china. Esto refleja la reversión de las operaciones especulativas en diversas clases de activos que son financiados por el euro, cuyos costos de préstamos a un día son mínimos.

Pero tal solidez en la moneda única enfatiza únicamente la dependencia de las principales compañías "blue-chip" de la eurozona en el crecimiento de las exportaciones. Durante gran parte del año, los flujos de inversión han favorecido a las acciones de la eurozona, en base a valoraciones más baratas y mejores perspectivas de ganancias que sus rivales estadounidenses de primer nivel.

Eso explica por qué las empresas de la eurozona fueron más afectadas que sus rivales estadounidenses la semana pasada, con una presión particularmente intensa sobre los fabricantes de automóviles el martes y el miércoles. El FTSE European Automobiles and Parts Index cayó a 8,3 por ciento durante ambos días, el mayor descenso en por lo menos un año, impulsado por los temores de una demanda decreciente de las exportaciones europeas.

Sin embargo, también han surgido preguntas acerca de las industrias estadounidenses, tales como Caterpillar y Deere, ya que el S&P 500 estuvo en rojo para el año durante un momento la semana pasada.

Otro motivo de preocupación es cómo los sectores líderes en el S&P 500 de este año (la asistencia médica y el consumo discrecional) se han tambaleado durante agosto, lo cual sugiere que el mercado en general se encuentra a punto de experimentar una corrección pronunciada.

En este contexto, los participantes en el mercado predicen una mayor volatilidad después de la acción monetaria de China, con una débil actividad bursátil en agosto exacerbando la situación y, a la vez, conteniendo la respuesta. Mercados con poca actividad pudieran significar cambios mayores en las acciones, pero había pocos inversionistas para "colocar apuestas" significativas en el mercado después de la devaluación, aseguran los participantes en el mercado.

Algunos inversionistas opinan que la devaluación también pudiera afectar los planes de la Reserva Federal de elevar las tasas de interés. Mientras que eso pudiera ayudar a reforzar esta opinión a corto plazo, esta medida también pudiera implicar que la economía mundial está afectando a Estados Unidos y preocupando a los funcionarios de la Fed.

"El impacto real es que prácticamente elimina cualquier argumento que la Fed tenga en relación con el por qué pueden o deben elevar las tasas en septiembre", declaró Oliver Pursche, director ejecutivo de Bruderman Brothers.

Otro factor que influencia la nerviosa respuesta del mercado y la probabilidad de una volatilidad continua durante los próximos meses proviene simplemente de que la devaluación fue sorpresiva, y a los mercados no les gustan las sorpresas.

"Fue una total sorpresa", dijo Colas. "Toma un par de días para que los mercados determinen cuáles serán los segundos y terceros efectos. No creo que hemos visto el final de la volatilidad".

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