martes, 15 de diciembre de 2015

Mauricio Macri enfrenta situación delicada en Argentina

Mauricio Macri celebró su inauguración bailando la semana pasada en el palacio presidencial conocido como la Casa Rosada en Buenos Aires. Pero ya es momento de dejar de bailar. El nuevo presidente de Argentina ahora debe cumplir con su promesa de arreglar una economía fallida.

“En este momento no hay un clima de crisis en el país. Pero los retos que están heredando son enormes, y podría haber algunas sorpresas desagradables”, advirtió Miguel Kiguel, un economista argentino.

La herencia económica de Macri es “mucho más compleja” de lo que percibe la mayoría de los argentinos, él asevera.

Algunos de los problemas más urgentes y delicados que enfrenta el nuevo gobierno son las reservas en el banco central que han caído a niveles “peligrosamente” bajos para apoyar el peso sobrevaluado, añadió Kiguel.

La promesa de la campaña de Macri de eliminar los controles estrictos de cambio es ambiciosa porque se requieren las reservas para evitar una “corrección excesiva” del tipo de cambio, un espiral inflacionario y un incremento excesivo de las tasas de interés. Aun así, Kiguel sostiene que una devaluación es inminente, ya que la situación actual no es sostenible.

Una devaluación activaría un enorme influjo de divisas del extranjero cuando los agricultores en Argentina comiencen a vender el grano (el cual muchos piensan que ha sido acaparado por los agricultores mismos mientras esperan un mejor tipo de cambio) que tiene un valor entre 3 mil millones y 11 mil millones de dólares.

Esto también se mejoraría con una reducción de los impuestos punitivos sobre la exportación de granos, una de las promesas clave de la campaña de Macri. Se espera que la medida se formalice pronto.

Federico Sturzenegger, el nuevo gobernador del banco central (quien tomó posesión del cargo después de que su predecesor Alejandro Vanoli, quien había sido muy criticado, renunció el miércoles pasado bajo presión de Macri) también espera reforzar las reservas emitiendo un bono de hasta 10 mil millones de dólares a un grupo de bancos internacionales, incluyendo a HSBC, JPMorgan, Goldman Sachs, Deutsche Bank y Citibank, según el periódico nacional La Nación.

El secretario de Finanzas Luis Caputo, un exejecutivo de Deutsche Bank, también ha tomado los primeros pasos para reanudar negociaciones para poner fin a la disputa legal con el grupo de fondos de cobertura estadounidenses que ha aislado al país de los mercados de capital globales desde su incumplimiento de pago de deuda soberana de 100 mil millones de dólares en 2001.

Otra avenida que se está explorando para apoyar a las reservas del banco central es la renegociación del acuerdo del canje, o “swap”, de divisas con China.

La victoria sorpresiva de Macri en Argentina ha creado optimismo dentro y fuera del país de que su aislamiento de los mercados de capital globales puede terminar, según Susan Segal, presidenta del Americas Society/Council of the Americas.

“Éste es un momento histórico para Argentina”, dijo.

Pero la luna de miel de Macri será corta. El exalcalde de Buenos Aires y su equipo económico ahora necesitan evaluar la verdadera magnitud del daño económico que están heredando: la reducción drástica de las reservas de divisas; una de las tasas de inflación más altas del mundo; y el hecho de que funcionarios desprestigiados han escondido el tamaño real del déficit fiscal.

Además de los retos inmediatos económicos, la administración se enfrenta a obstáculos políticos y sociales que podrían entorpecer la implementación de reformas. Macri requerirá apoyo multipartidista.

Macri pasó su primer día como presidente el viernes pasado en reuniones con los candidatos a los que venció en las elecciones, incluyendo a Daniel Scioli y Sergio Massa, quienes ahora seguramente tendrán un papel importante en la oposición.

Scioli, quien intercambió críticas fuertes con Macri durante la campaña, describió su discusión como “madura”. “Es hora de actuar juntos”, dijo.

Segal espera que los argentinos den una oportunidad al Gobierno de Macri para proporcionar de nuevo un fuerte crecimiento y baja inflación a Argentina. Si tiene éxito en renovar la confianza, Argentina podría comenzar a atraer una inversión “enorme”.

“Pero reestructurar una economía toma tiempo, así que hay que tener paciencia”, dijo ella.

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