martes, 15 de diciembre de 2015

El yuan llama a la puerta de los mercados del mundo



Tras años llamando a la puerta de los mercados, China, la segunda economía del mundo, cuenta desde el 30 de noviembre con el aval del Fondo Monetario Internacional (FMI) para sus planes de expansión mundial de su moneda, el yuan.

El directorio ejecutivo del FMI votó en esa fecha a favor de la entrada, a partir de octubre de 2016, del yuan en la cesta de los Derechos Especiales de Giro (SDR), la divisa interna del organismo, en la que figuran el dólar, el euro, la libra esterlina y el yen japonés. Aunque las implicaciones económicas de esta decisión se verán seguramente en el largo plazo, en lo inmediato el yuan o “renminbi” (abreviado RMB y que podría traducirse como “moneda del pueblo”) da un simbólico paso en su larga marcha hacia la internacionalización.

“Es una forma de reconocimiento internacional, porque aporta confianza y credibilidad”, declaró el catedrático de la Universidad Suroccidental de Economía y Finanzas de Chengdu (China), Chen Yongsheng. La resolución del FMI constituye un hito en un proceso impulsado por Pekín desde hace años y que busca que el peso del yuan en los mercados financieros se acerque al que tiene la economía china en el contexto mundial.

POLÍTICA. Según explicó el economista del Instituto para los Estudios Internacionales de Shanghai Dan Steinbock, la evolución de las grandes divisas mundiales ha empezado por el comercio, ha seguido con la inversión y se ha consolidado con su uso como reserva. “Primero, los acuerdos comerciales han extendido su liquidez por todo el mundo. Después, la inversión y los ahorros han hecho que la moneda sea más atractiva. Finalmente, el uso como reserva refleja la ‘llegada’ de la moneda como una divisa mundial”, detalló.

El yuan ya se encuentra en esa tercera fase: China ha llegado a acuerdos con autoridades monetarias de unos 30 países para llevar a cabo acuerdos de permuta de divisas (“swap”) y ha establecido centros de emisión de bonos denominados en yuanes en capitales financieras como Londres, París, Singapur o Seúl. Así, el yuan fue en septiembre la quinta moneda más utilizada del mundo (por detrás del dólar, el euro, la libra y el yen), con una cuota de un 2,45% en los pagos globales, según la Sociedad para las Telecomunicaciones Financieras Interbancarias Mundiales.

Pese a los evidentes progresos —hace tres años no se encontraba entre las 10 más usadas del mundo y su participación no llegaba al 0,8%—, la importancia internacional de la divisa china sigue muy alejada de la que tiene la economía de este país en el mundo. Las autoridades chinas esperan que el catalizador de ese proceso sea el respaldo del FMI, que quedó pendiente cuando la institución realizó la última revisión de las divisas que configuran los SDR, en 2010. Ese año “el yuan no estaba listo para entrar en los SDR”, dijo Steinbock. El FMI tiene dos criterios para incluir nuevas monedas en su divisa interna: el yuan cumplía con holgura el primero (tener peso en los intercambios internacionales de bienes y servicios) dado el músculo comercial de China, mientras que el otro (el libre uso) chocaba con el control que el Gobierno ejerce sobre las transacciones de capitales.

CAMBIOS. El Banco Central chino reformó en agosto el sistema cambiario para dar más protagonismo al mercado a la hora de fijar las tasas de cambio de referencia, un movimiento que estaba pensado para convencer al FMI, pero que se vio ensombrecido por las devaluaciones de la moneda que lo acompañaron.

Steinbock agregó que, aunque Pekín mantiene las restricciones a los movimientos de capitales, “ha acelerado las reformas y ahora satisfacen al FMI”, cuyo apoyo permite vislumbrar que “el cambio está a punto de empezar” para el yuan.

Aunque el Gobierno chino haya relajado su control sobre la moneda, la falta de convertibilidad del yuan pone en duda que se cumplan las previsiones más optimistas que ligan la entrada de la moneda en los SDR con un incremento en su uso.

“A corto plazo, es cierto que la decisión del FMI tiene más simbolismo que efectos reales y su influencia es sobre todo psicológica. Va a aumentar la atracción del yuan, pero no va a contribuir directamente a ampliar su uso”, matizó Chen. Falta por comprobar, por tanto, si el FMI se convierte en la llave que abra la puerta de los mercados para el yuan y eso, según los analistas, se verá a largo plazo.

Monedas del fondo

Presencia

El dólar contará con el 41,7% del porcentaje de la cesta del FMI, el euro con el 30,9%, el yuan con el 10,9%; el yen japonés con el 8,3%: y la libra esterlina con el 8,1%.

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