Argentina
Tras diferentes planes de estabilización y varias renegociaciones de su
deuda externa hasta culminar con el Plan Brady, en abril de 1991
Argentina establece el Plan de Convertibilidad acompañado de grandes
privatizaciones de empresas públicas. El eje de la economía es la
convertibilidad de su moneda, el austral, en relación con el dólar
estadounidense a través del cual se fija un tipo de convertibilidad en australes de 10 000 por dólar26. Esta paridad regirá mientras rija la ley
y no se la modifique (Roque, 1991). El Consejo Monetario27,
establecido durante la presidencia de Carlos Menem, fue considerado
como una alternativa viable para que América Latina evite las
frecuentes devaluaciones y la inestabilidad financiera. La economía
argentina creció a buen ritmo en la primera mitad de los noventa.
La
revista Euromoney hizo el reconocimiento a Domingo Caballo como el
mejor ministro de finanzas del año 1992. Sin embargo, la crisis
financiera mexicana y posteriormente la crisis brasileña, así como la
liberalización de la cuenta de capital argentina, dañó hondamente la
economía y creo incertidumbre y fuga de capitales. A partir de 2001
Argentina pasó a ser un país de alto riesgo; y –ante las presiones de
organismos como el FMI- se está recurriendo cada vez en mayor medida
a severos programas de contracción salarial y de incrementos en los
impuestos.
Los problemas actuales de Argentina comenzaron en el 2000, cuando el
gobierno adoptó un plan económico preparado por el FMI.
Supuestamente ese programa traería más confianza, bajaría las tasas de
interés y propiciaría una expansión económica. Pero mientras el
gobierno y el FMI negociaban el paquete de “ayuda”, las tasas de
interés subieron en los Estados Unidos, en la zona del euro e incluso en
Japón. ¿Cómo un programa de consolidación fiscal podría bajar las
tasas de interés en Argentina cuando en el resto del mundo estaban
subiendo?
El plan había creado grandes expectativas, pero pronto
Argentina enfrentó una crisis de confianza, los precios se elevaron aún más, y la situación empeoró. Fue evidente el fracaso del consejo
monetario. A pesar de que la relación entre el peso argentino y el
dólar se ha mantenido fija en uno a uno, ha habido especulaciones
sobre una devaluación de la moneda argentina, causando que las tasas
de interés en pesos argentinos sean más altas que las tasas de interés en
dólares en Argentina.
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