1. La formulación de un sistema de identificación de los acontecimientos considerados
como crisis.
2. La elección de un conjunto de variables que se consideran relevantes para anticipar
las crisis, estas son variables macroeconómicas monetarias, financieras, del sector real
y externas.
3. La definición de un método estadístico o econométrico que permita calcular la
probabilidad de ocurrencia de una crisis en un periodo determinado.
4. Un procedimiento para evaluar la bondad de las predicciones realizadas.
En el presente trabajo seguimos el modelo de alerta temprana básico de Kaminsky,
Lizondo y Reinhart (1998) quienes desarrollan un modelo basado en un trabajo anterior
de Kaminsky y Reinhart (1996) usando el concepto de “umbrales” para generar un marco
de trabajo en el que se evalúa un conjunto de indicadores “candidatos” a predictores de
ocurrencia de una crisis.
Una crisis es definida como un periodo de extrema presión en el mercado cambiario
(exchange market pressure), el índice que reproduce el estado de crisis es calculado como
el promedio ponderado de cambios porcentuales mensuales en las reservas
internacionales y el cambio porcentual en el tipo de cambio, relacionando los
ponderadores tal que los dos componentes del índice tengan la misma volatilidad. El
Índice de presión del mercado cambiario (Exchange market pressure, EMP) es:
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