martes, 3 de febrero de 2015

Grecia ante acreedores

El nuevo ministro de Finanzas griego, Yanis Varoufakis, dijo que el Gobierno heleno no tiene intención de cooperar con la troika.

¿Por qué se enfrenta de ese modo a sus acreedores?

Grecia eligió un gobierno que prometió cambio de políticas y el nuevo primer ministro, Alexis Tsipras, debe cumplir para no perder credibilidad. En ese compromiso está la troika, que para los griegos implica políticas de ajuste, poco bienvenidas.

¿Puede subsistir Grecia sin la ayuda de sus socios del euro?

No en un primer momento. Pero tal vez sí lo logre sin la troika. Grecia no es la única que expresó críticas hacia el grupo, formado por la Comisión Europea, el Banco Central Europeo (BCE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI). El Parlamento Europeo también presentó sus objeciones a la actuación de la troika, con lo cual los controles, en el futuro, podrían tener lugar de un modo más transparente y sin la participación del FMI o del BCE.

¿Grecia no corre el peligro de quedarse pronto sin fondos?

Grecia aún no recibió el último tramo del segundo gran paquete de rescate, pero obtiene por vías indirectas reembolsos de los bancos centrales del euro y respaldo para su sistema bancario. Sin esas ayudas, el país podría estar en aprietos. Si bien el nuevo Gobierno puede intentar ganar margen generando ingresos adicionales (por ejemplo, mediante un aumento de impuestos en los sectores más acaudalados), el proceso llevaría tiempo, con lo cual Tsipras no podría evitar llegar a un acuerdo al menos transitorio con los acreedores.

¿Nueva condonación a Grecia?

Es poco probable. Hace tres años algunos acreedores privados renunciaron a parte de sus exigencias, en lo que representó una primera quita. Pero para los países del euro que prestaron dinero a Atenas el paso sería más bien problemático. De seguirse ese camino, los jefes de Gobierno se verían obligados a justificar ante sus contribuyentes pérdidas multimillonarias.

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