A pesar de la reducción de las tasas de pobreza e indigencia en América Latina en los últimos años, para 2014 el 28% la población, unos 167 millones de habitantes, vive en condiciones de pobreza, mientras el 12% está en la indigencia, es decir, unos 71 millones de personas.
Así lo señala el más reciente estudio de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), agencia de las Naciones Unidas que presentó la pasada semana el "Panorama Social de América Latina 2014”.
Sin cambios desde 2012
El documento disponible en www.cepal.org advierte que la tasa de pobreza para la región se estancó desde 2012 en torno al 28%, mientras la tasa de indigencia volvió a niveles no vistos desde 2008, en términos absolutos.
Pese a la falta de progresos en el promedio regional, cinco de los 12 países con información disponible a 2013 registraron disminuciones de la pobreza por ingresos superiores a un punto porcentual por año.
Los países que mostraron mayores descensos en sus tasas de pobreza fueron Paraguay (de 49,6%, en 2011, a 40,7, en 2013), seguido por El Salvador (45,3 a 40,9), Colombia (32,9 a 30,7), Perú (25,8 a 23,9) y Chile (10,9 a 7,8).
"El aumento del ingreso no es suficiente para resolver el tema de pobreza, es cierto que el empleo es importante, pero la realidad de América Latina y el Caribe nos señala que se requieren políticas públicas y de la intervención del Estado”, explicó desde Santiago de Chile, Alicia Bárcena, secretaria de la CEPAL.
En ese sentido, el Índice de Pobreza Multidimensional que construyó la entidad, que incluye vivienda, servicios básicos, educación, empleo y protección social, e ingresos y bienes durables, ha disminuido en todos los países, pero la cantidad de personas con carencias sigue siendo alta.
Acceso a la educación
Finalmente, la CEPAL llamó la atención sobre los 143 millones de jóvenes, entre los 15 y 29 años, que han ganado en acceso y mayor escolaridad, aunque hay brechas por cerrar en educación primaria, secundaria y universitaria.
Si en 1990 sólo 60 de cada 100 jóvenes terminaron su primaria y sólo 4,4 de ellos concluyeron la universidad, para 2012, 94% concluyó su educación básica, pero sólo una décima parte finalizó estudios superiores.
"A pesar de los avances, seguimos viendo que los jóvenes son los que más problemas tienen para insertarse en el mercado laboral y la protección social se ha dedicado poco a esa población entre los 15 y 29 años”, explicó Bárcena, al invitar a los gobiernos de la región a replantear su batería de políticas públicas para este segmento que ha sido estigmatizado como generador de violencia.
143
Millones
de jóvenes de los 15 a 29 años han logrado acceso a la escolaridad, aunque aún hay brechas pendientes.
28%
de la población
de Latinoamérica sigue viviendo en la extrema pobreza. Según la CEPAL esto no ha cambiado desde el año 2012.
"El empleo es importante, pero la realidad de América Latina y el Caribe nos señala que se requieren políticas públicas y de la intervención del Estado”.
Alicia Bárcena, CEPAL
Los "nuevos pobres” de Venezuela
Según el informe de Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), la pobreza en Venezuela aumentó en 2013 debido, sobre todo, al impacto que la inflación más alta del mundo (64%, según cifras oficiales) tiene sobre la capacidad de compra de la gente.
La canasta básica de alimentos vale entre 5.000 y 20.000 bolívares, según quien la mida. Y el salario mínimo es de 4.889.
El informe de la CEPAL indica que el país donde más crecimiento de la pobreza se registró fue Venezuela, un dato que contrasta con los resultados que dejaron los programas sociales del Gobierno a principios de siglo.
La tasa de pobreza en Venezuela, un país con 30 millones de habitantes, aumentó 6,7% (del 25,4% al 32,1%) y la tasa de indigencia 2,7% (del 7,1% al 9,8%) entre 2012 y 2013, según el informe. De todos los países estudiados por la CEPAL, sólo en Venezuela se dio una caída del salario real (del -4,4%) de la gente.
Durante la primera década de la llamada revolución bolivariana inaugurada por el difunto Hugo Chávez, los programa sociales de vivienda, educación y alimentación, entre otros, permitieron que Venezuela redujera la pobreza de 30,5% en 2003 a 23,4% en 2006, una cifra que se mantuvo hasta 2010.
"Los ingresos familiares han perdido capacidad de compra y son insuficientes para cubrir las necesidades básicas de la familia”, dijo a BBC Mundo Anabella Abadi, economista de ODH Consultores, con sede en Caracas.
Las personas que ganan salarios cercanos al mínimo, dice, son quienes pueden ser considerados como "los nuevos pobres”.
Abadi explica que "el problema es que, en lugar de atacar el problema de fondo, se intenta resolver el problema con aumentos de salario, que además de ser insuficientes generan cada vez más inflación”.