En la entrevista, la titular del Fondo Monetario Internacional (FMI), que concluye hoy una gira latinoamericana de una semana en la que visitó Perú y Chile, se refirió al frenazo económico de la región debido a la bajada de la demanda externa y el descenso de los precios de las materias primas.
Pregunta - Comencemos por este viaje a Latinoamérica, hoy es el último día. ¿Cuáles son las sensaciones y reflexiones con las que se vuelve a Washington?
Respuesta - Un viaje muy productivo e interesante, y muy cálido. Más cálido porque el clima es mucho mejor que en Washington. También ha sido en términos de relaciones humanas. En Perú, visité a los agricultores de Vinchos (región de Ayacucho) junto a la primera dama, aquí en Santiago la visita con la presidenta (Michelle) Bachelet a un centro de atención infantil.
En términos de análisis de la situación, la conferencia que concluye hoy ha sido extremadamente rica, escuchamos mucho por parte de ministros y banqueros centrales, compartimos las mismas preocupaciones. Vamos a mirar en profundidad la cuestión de las materias primas, analizar los efectos del declive de los precios en la región y el resto del mundo.
La significativamente buena posición monetaria y fiscal por parte de gran parte de los países debe ser asegurada. Aprendimos mucho mutuamente.
P - Latinoamérica está en medio de una desaceleración. Usted ha sostenido encuentros con numerosas autoridades de la región, ¿les ha visto preocupados por la situación? ¿Está usted preocupada por este panorama en la región?
R - Estoy preocupada y llena de optimismo, a la vez. Porque muchos países de la región están asumiendo una doble transición: desde el modelo basado en altos precios de materias primas y bajos costes de financiación, a un nuevo modelo, donde los precios de las materias primas probablemente se mantener más bajo a largo plazo y el coste de la financiación va a subir. Es un cambio de las fuentes de crecimiento que estamos viendo en acción actualmente.
La segunda transición tiene que ver con las mejoras logradas en los últimos diez años, década de crecimiento, significativo aumento de la clase media y de las expectativas de los ciudadanos y lucha contra la pobreza y las excesivas desigualdades.
P - ¿Cree que el actual ritmo de crecimiento en torno al 2 por ciento es suficiente para mantener estos progresos?
R - Siempre es positivo tener crecimiento de calidad y es bienvenido. Pero las autoridades tienen que analizar el crecimiento potencial, y las nuevas fuentes de crecimiento, y probablemente deberían mirar al mercado doméstico algo más que a las circunstancias externas, porque la demanda de materias primas va a ser menor y los precios descenderán. Para gestionar la segunda transición, reducir desigualdades, bajar la pobreza, algunos de los programas sociales y de transferencias deben continuar, y como resultado el modelo de crecimiento y el nivel de ingresos deberá subir.
P - Hablemos de otros países. Para Brasil, la mayor economía en la región, las previsiones del Fondo contemplan un crecimiento nulo en 2014. ¿Cómo ve la economía brasileña, y qué opina del recientemente nombrado ministro de Hacienda, Joaquim Levy?
R - Tiene razón de que Brasil siendo un gigante en la región con 200 millones de personas, y una voluminosa economía, no está registrando un buen momento desde el punto de vista del crecimiento.
Y estaremos atentos a la mejoría de la posición fiscal y del crecimiento y las señales que ofrezcan a los mercados de que está determinado a perseguir esas metas. Leí con gran interés las primeras declaraciones de las nuevas autoridades, que recientemente han sido nombradas por la presidenta Dilma Rousseff. Estamos muy animados y esperamos trabajar diligentemente con las autoridades en el futuro.
P - Argentina. A pesar de los gestos cordiales de ambas partes, Buenos Aires todavía critica con dureza las políticas del FMI. En la última asamblea del Fondo en octubre, el ministro de Economía, Axel, Kicillof aseguró que la institución siempre se equivoca respecto a Argentina. ¿Cómo le respondería?
R - Mire, trato de no criticar porque no hace avanzar el diálogo de manera constructiva. Y miro a los lugares en los que podemos mejorar la relación y trabajar juntos.
Creo que la relación ha mejorado, y deseo continuar con esta mejora. Pienso que si podemos ayudar a Argentina a mejorar sus situación, saliendo de un crecimiento muy deprimido, o mejor falta de crecimiento que han experimentado, estaremos encantados de hacerlo. Argentina es miembro del FMI y queremos centrarnos en sus necesidades específicas, pero hay claras necesidades.
P - Pasemos a Europa, todavía hay nubes oscuras sobre la zona euro, riesgos de baja inflación y las llamadas a actuar a Alemania y otros países con superávit no han sido respondidas. ¿Cree que la zona euro es el mayor peligro actual a la economía global?
R - Hay indicios de mejoría, pero está claro que el repunte en el crecimiento de la zona euro es limitado. Nuestras previsiones para el próximo año apuntan a un avance, pero no significativo. Nos alegramos de ver el foco de las autoridades europeos en el crecimiento e iniciativas de crecimiento que sean de naturaleza paneuropeas. Y el hecho de que se reconozca que la política monetaria no pueda impulsar solo la recuperación y que se necesitan las reformas estructurales sensatas adaptadas a cada país y favorables al crecimiento.
P - ¿En ese sentido, que piensa del llamado Plan Juncker? ¿Es suficiente?
R - Va en la buena dirección. Sin embargo, lo que siempre hemos dicho respecto a la inversión y financiación en infraestructuras es que debe ser eficiente, y gastado y aplicado donde se necesite. De hecho, que sea financiado de manera conjunta por el sector público y privado es un buen paso. En esos grandes proyectos todo está en la elaboración, y la aplicación. Hemos visto el principio de algo.
Como he dicho, es el paso adecuado en la dirección adecuada. Pero solo lo puedes juzgar en su aplicación y eficacia. La financiación de infraestructura por sí sola no va cambiar la historia.
P - España ha sido alabado como uno de los puntos positivos en la zona euro. Sin embargo, todavía se sufre el legado de la crisis y los buenos datos macroeconómicos aún no se sienten en la calle. En este contexto, algunos partidos políticos han emergido criticando al FMI y sus recetas de ajuste. ¿Está preocupada de que estos partidos, que algunos llaman populistas, ganen tracción política?
R - Los ciudadanos españoles han realizado enormes sacrificios para restaurar la situación económica, pero todavía hay un gran número de personas buscando trabajo, especialmente la gente joven.
De modo que aunque la situación está mejorando a nivel agregado, en términos de cifras, y España es el país que está creciendo en la zona euro al mayor ritmo, nuestra esperanza es que sea un crecimiento que genere empleo y marque diferencias para los jóvenes y los trabajadores en general en busca de empleo.
Estamos viendo números en el desempleo que comienzan a rebajarse, pero esto es el principio de un proceso, y deseo que esto continúe.
Sobre los nuevos partidos políticos, el FMI no comenta cuestiones políticas. De lo que estamos más preocupados es por la estabilidad financiera y económica, y para que haya estabilidad tiene que haber confianza, y la confianza está basada en previsibilidad y certidumbre.
P - Habló estos días sobre la nueva cara del FMI. ¿Cree que la cara vieja del fondo todavía está ahora en Europa?
R - Presentamos la misma nueva cara en todo el mundo. Uno de los atributos del FMI es el operar de manera igual en todos los lugares. No podemos favorecer un continente, un país, debemos jugar las mismas cartas, y eso es lo que hacemos.
P - Estados Unidos se muestra ahora como el líder de la recuperación en los avanzados. ¿Puede tirar de la recuperación global por sí solo?
R - Fue el líder de la crisis, en primer lugar, así que espero que sea el líder de la recuperación.
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