viernes, 5 de diciembre de 2014

El dólar paralelo escala en Venezuela y complica a Maduro

El dólar paralelo prosigue su irresistible escalada, destrozando no sólo todas las previsiones del gobierno de Nicolás Maduro, sino también la paciencia de los venezolanos de a pie.
Cuando hace menos de dos meses el llamado dólar "negro” superó la barrera psicológica de los 100 bolívares por billete americano, parecía tocar techo.
Nada más lejos de la cruda realidad económica de Venezuela: ayer se cambiaba a 158 bolívares, empujado por la decisión de la OPEP de no intervenir en la caída del precio del petróleo.

El dólar paralelo subiendo a toda velocidad (el cambio oficial fijo está establecido en 6,30 bolívares por billete verde) y el "oro negro” (que supone el 96% de las exportaciones), a la baja, en una caída de final desconocido.
Sin duda, una pesadilla para el chavismo, empeñado en mantener su "modelo exitoso”, pero incapaz de combatir el mercado paralelo más allá de las declaraciones de Maduro y sus ministros, escribe el periodista Daniel Lozano del diario El Mundo.

El "heredero de Hugo Chávez” vaticinó en 2013 que le iban a "torcer el brazo” al paralelo. Rafael Ramírez, que fuera zar económico y ahora canciller, fue más taxativo: "Lo vamos a pulverizar”. Incluso el más comedido Jorge Arreaza, vicepresidente casado con la hija mayor del "comandante supremo”, tampoco acertó en sus dotes predictivas: "Será un mal recuerdo”.

El martillo económico

La realidad es muy distinta: el dólar negro aceleró su alza semana a semana, cuando antes había necesitado casi todo el año para duplicar su valor. Su influencia en la vida de los venezolanos es más contundente que la de un martillo económico, disparando la inflación (por encima del 70%, la mayor del planeta).
Todos los días, sin descanso, alcanzando cotas impensables para los ciudadanos criollos, a los que no sólo les cuesta muchos sacrificios comprar alimentos y productos básicos en colas interminables por culpa de la escasez y el desabastecimiento. Cuando los encuentran, son disparatadamente caros.

En paralelo, el mercado negro se convirtió en un termómetro económico que refleja la incertidumbre que vive el país en medio de una crisis galopante, que el Gobierno achaca la "guerra económica de la burguesía parasitaria”. Acusación que el 70% de la población "no cree nada en absoluto”, según una encuesta reciente de Datanálisis.

Los otros datos que arrojan los sondeos también son descorazonadores para Maduro: su popularidad se sitúa en el mínimo histórico del 24,5% y el 85,7% de los consultados asegura que la situación es negativa.



La mezcla de la escalada de uno y de la caída del otro también ha obligado a analistas financieros nacionales y los bancos del sistema a cambiar sus estimaciones anuales, todas ellas negativas para el chavismo, que vive su peor momento tras 16 años de revolución socialista.

Un complicado panorama financiero
Pérdida Barclays informó a sus clientes que el promedio de la cesta petrolera local en 2015 girará en torno a los 64 dólares, lo que supondría una pérdida de 15.000 millones de dólares para las arcas del Estado. Muy lejos quedan los 100 dólares por barril que disfrutó Chávez durante años.
Control Actualmente rigen distintos cambios: el fijo oficial, el Sicad 1 (un sistema de subasta de divisas, controlado por el Estado, que lleva un mes paralizado y que oscila entre 10 y 12 bolívares por dólar); el dólar para los viajeros (a la misma tasa que el Sicad 1); el Sicad 2 (a 49,98) y el negro.

No hay comentarios:

Publicar un comentario