Los países en desarrollo que más atraen corrientes de capital privado se caracterizan por tener un clima favorable para la inversión, es decir, condiciones económicas propicias, con elementos tales como un régimen político estable, buenas perspectivas de crecimiento económico, fácil convertibilidad de la moneda nacional y una regulación gubernamental liberal. Una inversión extranjera directa importante ayuda a estos países a romper el círculo vicioso de la pobreza sin aumentar su deuda externa. Además, la inversión extranjera directa suele ir acompañada de tecnología avanzada, conocimientos especializados sobre administración y comercialización, y mayor facilidad en el acceso a los mercados de exportación. La competencia entre compañías extranjeras y nacionales también contribuye a aumentar la competitividad de los mercados y la eficiencia de las empresas nacionales.
El término financiero se emplea para designar determinados tipos de activos en que la moneda, los títulos de crédito, las acciones, tarjeta de crédito y transacciones electrónicas son elementos del intercambio de bienes y servicios, es de esta manera que se conecta con la economía real, la productora de estos bienes que satisfacen las necesidades de consumo. Los activos financieros pueden de dirigirse a reservas de alta liquidez, uso especulativo o a la inversión que forma capital productivo o al consumo y de esta manera dinamizando el sector real y aumentando el bienestar de la población al generar empleos y una mayor productividad que lleve a las economías nacionales a producir un excedente para el comercio internacional que a su vez genera divisas para la economía domestica y esto nos da un circulo económico de interdependencia que si bien nos da beneficios importantes como precios más bajos y diversidad de producto también nos puede causar problemas de liquidez cuando los capitales encuentran mejores mercados que el nuestro como fue la crisis vivida en México en los años 1982 y 1994-95 cuando no obtiene suficiente crédito para financiar su deuda. En la ultima crisis financiera de México quedo de manifiesto la propagación a nivel internacional de esta; la sobre valuación del peso y el financiamiento del déficit comercial por inversiones de corto plazo, riesgo de contagio hacia Argentina y Brasil incapacidad de México para el pago de sus deudas: 20,000 millones de créditos norteamericanos demandaron pago urgente, más de 10, mil millones del FMI, entre otros. Por ello centro la mirada internacional, en México y los países de América Latina y el Caribe; planteando el reto de un cambio permanente de la estructura económica que no termina pues en un entorno dinámico que debe seguir los objetivos de disminuir la pobreza e aras del desarrollo sostenido.
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