A un año de la campaña electoral en Argentina y del inicio de la gestión del presidente Mauricio Macri, que prometió un cambio, tal como reza su sigla política Cambiemos, sus promesas aún no se traducen en bienestar para los argentinos.
Macri recibió un Gobierno con problemas estructurales en diciembre de 2015, pero no recibió una economía en crisis evidente, explicó Juan Germano, director de Isonomia Consultores, cree que hubo un periodo de reacomodamiento, una especie de malas noticias en el presente para buenas noticias en el futuro. “Estamos llegando a fin de año, me da la impresión, con un retraso de esas buenas noticias esperadas.
Seguimos con una ciudadanía que le da tiempo a Macri, básicamente, por dos motivos: diferencia con el pasado, es decir que muchas medidas del presidente son consecuencia de lo heredado; el pasado es un factor explicativo, también lo es el futuro. Por la situación del país, la gente comprende que en un año estaremos mejor”, analizó Genaro, en contacto telefónico con EL DEBER.
El analista argentino considera que Macri no tuvo problemas de gobernabilidad porque encontró un peronismo dividido en el Congreso y armó coaliciones por temas.
Macri no es el cambio
El periodista Jorge Lanata, que destapó varios hechos de corrupción en la gestión de los Kirchner, considera que Macri no será el gobernante que hará cambios estructurales en Argentina, sino que simplemente garantizará la gobernabilidad en su gestión. “A mí me decepciona un poco que no habrá un cambio basal con Macri. El Gobierno de Macri, probablemente, funcione un poco mejor (que el de Fernández); el año que viene puede que sea mejor económicamente, pero lo que yo llamo las enfermedades fundamentales de Argentina, nadie las está curando”, dijo en una entrevista con La Nación.
Lanata indicó que Argentina sigue endeudándose y considera que la batalla del mandatario argentino será mucho más difícil, porque su país requiere un cambio cultural y no político, que no se puede realizar en cuatro años, sino en décadas. “Veo a Macri más dispuesto a garantizar su gobernabilidad, a adoptar algunos trucos del propio peronismo para negociar, se arregló con los gobernadores, negoció el presupuesto como la vieja política, es decir, no lo veo dispuesto a cambiar fundamentalmente las cosas. Probablemente algunas cosas, pero no va ser Macri, ojalá me equivoque, quien cambie la Argentina”, remató.
En criterio del exjefe de gabinete de Néstor Kirchner y dirigente del Frente Renovador (FR), Alberto Fernández, que busca unificar el peronismo para llegar unido a las elecciones de 2019, la economía se ha caído a pedazos. Coincide con Germano en que Macri recibió un país con dificultades y multiplicó todas las dificultades que tenía.
Recibió un país con 25 puntos de inflación y lo llevó a 38; recibió un país con 5 puntos de déficit y lo convirtió en un país con 8 puntos de déficit; recibió un país cuyo endeudamiento representaba un 38% del PBI y lo convirtió en un país donde el endeudamiento supera el 55% del PBI en más de 10 meses, publicó Política Argentina. Pese a las luces, que son pocas, y sombras de la gestión de Macri, su Gobierno se basa exageradamente en la comparación con el pasado, está anclado en las expectativas del futuro y no logra terminar de consolidarse en el presente, está en esa disyuntiva
No hay comentarios:
Publicar un comentario