Recientemente, en octubre, el FMI pronosticó en su informe semestral Perspectivas de la Economía Mundial que América Latina y el Caribe tendrían un crecimiento económico de 0,8 por ciento en 2016, recuperándose de una pronosticada contracción de 0,3 por ciento el año pasado.
Pero apenas unas semanas después del inicio del nuevo año, el organismo con sede en Washington ha reducido su pronóstico para la región en 1,1 puntos porcentuales, y ahora predice una contracción de 0,3 por ciento para este año.
Si esto sucediera, sería la primera contracción consecutiva en el producto interno bruto desde 1982 y 1983, el inicio de la "década perdida" de América Latina, cuando el impago de la deuda y la alta inflación asolaron la región.
El FMI dijo que la fuerte rebaja se debió a la inesperadamente profunda recesión de Brasil, y al "estrés económico en el resto de la región". Recientemente, en abril de 2015, había pronosticado un crecimiento del 2 por ciento en toda la región este año.
El fondo, además, prevé que la economía de Brasil se contraiga un 3,5 por ciento este año, en lugar del 1 por ciento que pronosticó en octubre.
Actualmente, el país está sufriendo su peor recesión desde la Gran Depresión, mientras que un gran escándalo de corrupción en Petrobras, la compañía petrolera estatal, ha provocado el arresto de algunos de los principales políticos y empresarios del país.
El FMI también redujo su pronóstico del crecimiento del PIB de México, de 2,8 a 2,6 por ciento. Ambos países representan casi el 58 por ciento de la producción económica del América Latina y el Caribe.
En octubre del año pasado, el FMI dijo que probablemente la economía de Venezuela se contraería en un 6 por ciento más este año y la de Argentina en un 0,7 por ciento.
Sin embargo, pronosticó que Chile, Colombia, Perú y Bolivia disfrutarían de un crecimiento del PIB de entre 2,5 y 3,5 por ciento. Se esperaba que Panamá fuera el país de mejor desempeño, con un crecimiento de 6,3 por ciento.
Las revisiones ponen al FMI más en consonancia con las previsiones de los economistas del sector privado, a pesar de que ahora son ligeramente más sombrías que las de estos últimos.
Según datos recopilados por Consensus Economics, una firma de investigación, el pronóstico mediano es que la economía de América Latina se contraerá un 0,1 por ciento este año y la de Brasil un 2,2 por ciento.
Edward Glossop, economista de mercados emergentes de Capital Economics, tiene un pronóstico de 0,3 por ciento de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB)de América Latina este año, pero dice que "no nos sorprendería si hubiera un segundo año de recesión".
"La recuperación económica de la región va a ser muy lenta, gradual y frágil. Hay un endurecimiento de las políticas monetaria y fiscal en la mayor parte de la región", dice.
Glossop predice una contracción de 2,3 por ciento en Brasil en 2016, pero en un tono más optimista dice que "la recesión en Brasil, hasta cierto punto, opaca cierto éxito en otros lugares. En el cuarto trimestre comenzamos a ver algunos modestos repuntes en algunas de las naciones andinas y México".
Cree que la economía de Chile crecerá un 3 por ciento anual, ayudada por una "modesta" recuperación de los precios de los metales industriales, al igual que la de México, mientras que Colombia tendrá un crecimiento de 2,5 por ciento, aunque la cifra agregada se verá lastrada por una contracción de 1,5 ciento en Argentina.
Maarten-Jan Bakkum, estratega de mercados emergentes de NN Investment Partners, es más pesimista en cuanto a Brasil, y espera que la recesión del país dure hasta 2017.
Después de las revisiones del martes de la semana pasada, el FMI prevé que la economía brasileña se mantendrá sin cambios en 2017, cuando prevé que el crecimiento en América Latina y el Caribe pase a ser positivo hasta la cifra de 1,6 por ciento.
Bakkum ve potencial para recuperación en Argentina bajo Mauricio Macri, su nuevo presidente, y se muestra optimista acerca de Chile, Colombia y Perú.
En general, el FMI ahora prevé un crecimiento global de 3,4 por ciento este año, 0,2 puntos porcentuales menos que su pronóstico de octubre, y las economías avanzadas crecerán 2,1, en lugar de 2,2 por ciento.
Ahora se proyecta que las economías emergentes crezcan 4,3, en lugar de 4,5 por ciento. Aparte de América Latina, los mayores descensos son del crecimiento en la Comunidad de Estados Independientes (cero, en lugar de 0,5 por ciento), en el Medio Oriente y África del Norte (3,6 en lugar de 3,9 por ciento) y África subsahariana (4 en lugar de 4,3 por ciento).
El FMI se muestra un poco más optimista acerca del año 2017, en el que prevé un crecimiento mundial que aumentará hasta el 3,6 por ciento y que en los mercados emergentes será de 4,7 por ciento.
Sin embargo, Bakkum pronostica que el crecimiento de los mercados emergentes se reducirá del 4 por ciento este año al 3,7 por ciento en 2017. Opina que la desaceleración de China es más estructural que cíclica y le preocupan las consecuencias del "proceso de "despalancamiento" que se debe ver en la mayoría de los países de mercados emergentes".
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