martes, 12 de mayo de 2015

Real brasileño sacudido por especulación sobre las tasas de interés estadounidenses

Antes de que la compañía más grande de Brasil anunciara que había perdido miles de millones de dólares a causa de la corrupción, pocos habrían predicho que una de las consecuencias de tal noticia sería un bien recibido fortalecimiento de la moneda nacional.

Pero cuando Petrobras, la compañía petrolera estatal, anunció recientemente pérdidas por un total de 51 mil millones de reales en 2014 (en parte a causa de un gran escándalo de corrupción que afecta a la compañía) el real ganó un 3 por ciento ante el dólar estadounidense, aliviando así la presión sobre muchas compañías domésticas.

Debido a sus déficits de presupuesto y de cuenta corriente, además de los altos niveles de deuda corporativa denominada en dólares estadounidenses, a Brasil se le considera uno de los mercados emergentes más vulnerables a cualquier endurecimiento de la política monetaria estadounidense.

Golpeada por la disminución del crecimiento económico y los problemas en Petrobras, la moneda brasileña se cotizaba a 2,24 reales por dólar hace más de un año antes de debilitarse en los meses siguientes hasta llegar a 3,31 reales en marzo.

Cuando Petrobras, con mucho retraso, dio a conocer sus resultados, los mercados respiraron aliviados. La compañía había evitado un incumplimiento técnico de sus bonos que podría haber amenazado la calificación soberana de Brasil y elevado muchísimo los costos del servicio de la deuda.

Ahora la atención se ha puesto nuevamente en asuntos más mundanos, en particular, cómo el nuevo ministro de Hacienda de Brasil, Joaquim Levy, planea equilibrar un presupuesto que ya está en números rojos y encaminar una economía que va en picada.

"Uno de los aspectos positivos de que el ministro Levy ponga en orden las finanzas es que ayudará mucho a reducir la prima de riesgo general del país", dijo Will Landers, gerente de cartera de BlackRock Latin American Investment Trust. "Pero la realidad es que estamos hablando de más de un año de crecimiento muy débil. Se espera que haya cierta recuperación el próximo año, pero todavía no está muy claro", añadió.

Una encuesta semanal del Banco Central de Brasil aplicada a economistas mostró que esperan que el crecimiento económico de este año se reduzca un 1,18 por ciento, que la inflación al finalizar el año sea de 8,26 por ciento y el tipo de interés de referencia de 13,5 por ciento.

También predijeron que el real terminaría el año en 3,20 antes de debilitarse el próximo año para terminar el año 2016 en 3,30.

El real también ha sido golpeado por las fluctuaciones del dólar en medio de especulaciones sobre el "despegue" (cuando la Reserva Federal comience a subir las tasas) y por las noticias económicas de China, uno de los principales compradores de productos brasileños.

El real fue la moneda con mejor desempeño entre las economías de mercados emergentes entre finales de marzo y finales de abril, gracias en parte a las perspectivas mejoradas de Petrobras, un repunte del precio del petróleo y el hecho de que se espera que el alza de las tasas de interés estadounidenses ocurra más hacia finales del año.

En lo doméstico, Levy ha tenido cierto éxito en lograr que un congreso fragmentado apoye su objetivo de implementar un superávit fiscal primario de 1,2 por ciento este año (el equilibrio presupuestario antes de los pagos de intereses). Ésto se considera importante para evitar un aumento de la deuda pública bruta brasileña, la cual aumentó el año pasado después de que registrara su primer déficit presupuestario primario en más de una década, amenazando la calificación de grado de inversión del país.

Pero la mayoría de los estrategas de divisas esperan que el alivio para la moneda sea temporal. "Estoy seguro de que el escenario político será un poco más benigno que en marzo y que los factores específicos de Brasil serán más positivos", dice Dirk Willer, jefe de estrategia de mercados emergentes de Citigroup.

"Pero el real será la víctima del siguiente aumento de las tasas estadounidenses". agrega.

El real ya ha bajado este mes, retrocediendo a ligeramente por encima de tres reales por dólar en medio de indicios de un menor apoyo del banco central.

Sin embargo, en última instancia las monedas de los mercados emergentes como Brasil tienen que considerar la opción menos mala: una economía estadounidense débil o una fuerte.

"Como el mercado aún está obsesionado con la llegada del ciclo de endurecimiento de la Reserva Federal, todavía estamos en un ambiente donde una débil economía estadounidense es buena para estas monedas", manifiesta Willer.

La mayor parte de los economistas creen que, para que los exportadores brasileños recuperen algo de la eficiencia y la competitividad perdidas debido al aumento de la inflación, el Gobierno permitirá que el real se deprecie aún más.

"Opinamos que el real sigue siendo el único mecanismo que puede ayudar a ajustar rápidamente el entorno macroeconómico, dada la pérdida de competitividad en la última década", dijo Santander, el grupo bancario, en una nota de investigación.

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